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LOS HIJOS DE HIPÓCRATES. por Werner Vásquez Von Schoettler

El Telegrafo www.telegrafo.com.ec

03 Feb 2014

Juramentos como el de Hipócrates, de la Convención de Ginebra o el de Louis Lasagna dan cuenta de los principios fundamentales que deben guiar el quehacer científico y moral de los médicos. Estos juramentos históricamente han servido para que ellos comprendan que el conocimiento científico que poseen no se reduce a un ejercicio técnico, sino que  está al servicio de las personas. Ahora, en un mundo donde el capital subordina a lo humano, el juramento se ha reducido a una formalidad; esto porque cuando vemos cómo el neoliberalismo mercantilizó la práctica médica podemos comprender que la misma era asequible a quien tenía dinero para pagar. No debemos olvidar que el gremio de médicos no es homogéneo y miles fueron víctimas de la degradación del sistema de salud en los años del neoliberalismo.

Otros muchos se beneficiaron de ese sistema perverso que nutrió fuertemente los sistemas privados de salud teniendo como consecuencia el que para acceder a los cuidados sanitarios se debía tener tarjeta de crédito, cheques, dinero en efectivo o firmar un pagaré. Esa mercantilización produjo tremendas distorsiones morales y éticas en la práctica médica. Por eso es incomprensible el que este gremio haya reaccionado en contra de que se penalice a la mala práctica. Primero, desconociendo lo que dice literalmente el artículo 146 del COIP que no fue redactado en exclusividad para un gremio sino para toda actividad profesional.

Segundo, es inaceptable que los médicos que se oponen, sin conocer el artículo, siguiendo el efecto de los actores políticos mediáticos, hayan amenazado con paralizar sus actividades o renunciar como medida de presión. Tercero, vale revisar con cuidado algunos manifiestos para sorprenderse de la miopía de algunos dirigentes del gremio que han querido aprovechar políticamente la coyuntura para sacar réditos electorales recordando las viejas prácticas panfletarias del MPD. Cuarto, cuando demandan que se los trate con el respeto que se merecen, hay que recordarles que todos merecemos los mismo, más aún, cuando somos pacientes. Quinto, que ese respeto pasa por cada acto del personal de la salud.

La gran mayoría hemos sido víctimas como pacientes del maltrato cuando hay demoras de todo tipo, malos tratos personales, indiferencia, etc., que lleva finalmente a la mala práctica médica. Sexto, hay que celebrar el que el Gobierno y los representantes -no la Federación- del gremio hayan llegado a un acuerdo para superar este impase que nunca debió haberse dado. Finalmente, hay que recordar a los médicos parte del juramento de Lasagna: “Recordaré que la medicina no solo es ciencia, sino también arte, y que la calidez humana, la compasión y la comprensión pueden ser más valiosas que el bisturí del cirujano o el medicamento químico”. Es decir, todo lo opuesto a la práctica mercantil neoliberal de la medicina.

 

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PENSAMIENTO CRÍTICO
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1 COMENTARIO

  1. Es increíble que en la profesión de médico/a se vea y se haya experimentado poca sensibilidad para con los pacientes-personas. Este es el testimonio que debería recogerse de todo/as los que cuentan su vivencia, que no son poc@s. Claro, de los buenos también hay (pocos)

    Por otro lado, parece que la historia contada por grupos dominantes ha desconocido otras versiones de la misma, que al parecer hay que desmenuzar, rechacer y darle el lugar que le corresponde.

    En su libro “Antiguo Egipto: la Luz del Mundo” (1907), Gerald Massy admitió que Imhotep, el multifacético genio negro, fue el verdadero “padre de la medicina” y no, como se sostiene erróneamente, el médico griego Hipócrates. Imhotep era un antiguo egipcio que vivió aproximadamente en el 2300 antes de Cristo. Los documentos muestran que tanto Grecia como Roma tomaron sus conocimientos de medicina de él. El era venerado en Roma como el “Príncipe de la Paz en la forma de un hombre negro”. También fue un arquitecto adelantado a su tiempo, y sirvió como primer ministro del rey Zoser.

    Hipócrates, el llamado “padre de la medicina”, vivió 2.000 años después de Imhotep. Sin embargo, todavía el juramento tomado a los médicos de la era moderna observa un código de ética médica basada en Hipócrates y no en Imhotep.

    miren nada más
    Martz

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