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PALESTINA: MÁS ALLÁ DE LA INDIGNACIÓN. Por Miguel Merino Serrano

22 agosto 2014

 

¿Por qué ocurrió?

Después del holocausto provocado por la Segunda Guerra Mundial, que costó la vida a 60 millones de seres humanos y el genocidio de aproximadamente seis millones de judíos en los campos de concentración de los nazis, artistas, filósofos e intelectuales, organizaciones sociales o simplemente personas sensibles y gente común se plantearon la pregunta: ¿Por qué ocurrió? ¿Cómo era posible que la humanidad hubiera llegado en pleno siglo XX a enfrentamientos y masacres tan crueles y despiadadas, con bombas atómicas de por medio, al punto de poner en peligro la supervivencia misma de la especie?

El pesimismo se adueñó de muchos de los pensadores y analistas más lúcidos, provocando corrientes como el existencialismo, que no encontraban explicaciones racionales, ni soluciones viables ante hechos sociales tan dañinos, pero ocasionan un sentimiento de náusea y un profundo malestar y pesimismo sobre el futuro de la especie humana.

Ahora, cuando contemplamos perplejos e indignados, la brutal agresión de Israel contra la población de Gaza, surge nuevamente la misma pregunta: ¿Por qué ocurren hechos semejantes? Existe la tentación de explicar o tratar de entender estas realidades a través de una supuesta naturaleza humana violenta, egoísta, competitiva, o de ciertas características culturales de pueblos inclinados hacia la violencia o el totalitarismo, como si fueran genéticas, es decir explicaciones de tipo metafísico. Existe también la tendencia a conformarnos con posiciones que se limitan a un rechazo ético y moral, que si bien tiene un valor testimonial, tampoco nos permiten entender de manera objetiva y racional el porqué ocurren este tipo de acontecimientos y, por consiguiente, plantear salidas viables ante genocidios como el que está perpetrando el estado sionista de Israel contra el pueblo palestino.

Contexto social e histórico de Palestina

La clave para una comprensión racional de tales acontecimientos está en el análisis del contexto social general y del proceso histórico desde una perspectiva crítica, que nos permita responder a la pregunta: ¿Cuándo comenzó todo? Aunque los hechos históricos de la antigüedad no están muy claros, se conoce que el pueblo judío sufrió diversas invasiones, como la de asirios (-772), babilonios (-597 y -598) que configuran el fenómeno de la diáspora, es decir la dispersión de los judíos por diversas zonas del mundo. El hecho cierto, es que en el 70 después de Cristo ocurre la última diáspora, cuando los romanos aplastaron las rebeliones judías, desaparece el estado judío y desde entonces Palestina estuvo habitada por una mayoría de árabes que convivieron con pequeños grupos judíos. Hasta hace 130 años la población árabe ocupaba prácticamente toda Palestina.

El Estado sionista se apodera de Palestina

A comienzos del s. XIX, Palestina fue sometida al protectorado británico, periodo en el cual surge el movimiento sionista que plantea la conformación de un Estado judío en Palestina, pero desde una ideología racista, expansionista, colonialista y clasista de la burguesía hebrea y no como un Estado donde convivan judíos y árabes. El hecho fundamental que determinó el inicio del actual conflicto, es la decisión de la ONU, hegemonizada por los Estados Unidos, de dividir a Palestina en dos zonas y crear el Estado de Israel en 1948, asignándole el 55 por ciento del territorio inicialmente. El despojo avanzó en ese mismo año hasta apoderarse de más del 80 por ciento del espacio y en la actualidad ocupan más del 90 por ciento, incumpliendo las propias resoluciones de la ONU. Israel, desde su fundación se constituyó como un estado racista que se define oficialmente como un como “estado judío”, es decir no es un estado de todos los habitantes que residan en el país o hayan nacido en él sino que solamente pueden ser ciudadanos aquellos que se consideran de fe o de descendencia judía (Iturbe y Weil, 2006).

En la actualidad la mayor parte del pueblo palestino ha sido expulsado de la tierra donde vivieron por miles de años y los que siguen habitando allí, han sido confinados a las franjas de Cisjordania y de Gaza, donde sufren un cruel bloqueo por mar y por tierra desde el 2006, sin derecho a formar su propio estado y sometidos a condiciones de pobreza, desempleo y humillaciones de todo tipo.

Intereses de los Estados Unidos y su responsabilidad en el genocidio palestino

El objetivo del estado norteamericano ha sido convertir a Israel en su principal aliado y gendarme frente a los países árabes, para asegurarse el control de las mayores reservas petroleras del planeta, existentes en dicha zona. Desde la creación del estado israelí, Estados Unidos lo alimenta y apoya política, financiera y militarmente, otorgándole un apoyo multimillonario calculado en 80 millones de dólares por día. Existe un vínculo económico muy estrecho entre las dos potencias. La mayoría de empresas financieras, industriales y comerciales de Israel están controladas por el capital norteamericano, pero también las élites financieras judías tienen fuertes inversiones en los Estados Unidos.

La situación que se vive en Gaza no es una guerra entre Israel y Palestina, como intentan presentar los medios vinculados al sionismo y el imperialismo norteamericano. Allí se consuma una brutal agresión y violación de los derechos humanos del pueblo palestino. El estado de Israel cuenta con uno de los ejércitos más poderosos del mundo y se estima que dispone de 200 ojivas nucleares listas para el ataque contra sus potenciales enemigos. La población árabe que vive en Gaza y Cisjordania no tiene un estado propio, peor un ejército convencional para enfrentar los bombardeos hacia la población civil. Hamas se explica y adquiere legitimidad por la desesperación de un pueblo agredido y humillado por décadas. Sus misiles disponen de una capacidad mínima de hacer daño frente a la tecnología israelí. La última ofensiva iniciada en julio ha provocado más de dos mil asesinados, 467 de ellos niños, 12 mil heridos y la destrucción de 3700 casas, 137 colegios y 22 hospitales. Del lado israelí, según la ONU, las víctimas ascienden a 64 soldados y dos civiles.

¿Cuál es la salida?

La solución frente al genocidio de Gaza no está en una simple voluntad de diálogo entre las dos partes, sino en una nueva correlación de fuerzas a nivel mundial que obligue tanto al estado sionista de Israel, como al imperialismo norteamericano, a retroceder en sus intereses económicos y geopolíticos, reconociendo los derechos del pueblo palestino.

El holocausto palestino es el resultado de un capitalismo y de un imperialismo que anteponen sus ganancias económicas ante cualquier condición ética y humana. El control del petróleo y el desarrollo de la industria militar son dos ejes fundamentales para la economía que Israel y los Estados Unidos, que no están dispuestos a sacrificarlos en aras de la paz y la soberanía de los pueblos árabes. El capitalismo es un sistema que necesita de la guerra para generar ganancias y superar las crisis. El analista Marco Gandásegui afirma: “Los palestinos seguirán siendo castigados sin piedad mientras el desarrollo del capitalismo siga dependiendo del petróleo que sale de las entrañas del de los desiertos del medio oriente. El sufrimiento terminará cuando el Estado de Israel termine disolviéndose y su población judía se integre a una futura nación árabe”.(Rev. ALAI, Agosto 2014)

La única salida es la conformación de un Estado laico, democrático y no racista en Palestina, donde convivan árabes y judíos con iguales derechos y oportunidades. Esta “utopía” será realizable en tanto exista la presión y la solidaridad de los pueblos del mundo para cambiar la correlación de fuerzas actualmente existente. Para los pesimistas que no ven viable tal objetivo, debemos recordar les la experiencia histórica que atestigua la convivencia pacífica entre árabes y judíos por más de mil años en los califatos de Córdoba y Damasco, junto a otros pueblos.

Referencias bibliográficas:

  • Gandásegui Marco A. h. “Judíos y árabes pueden vivir en paz”, en: Alai – AmLatina, 15 de agosto de 2014.
  • Iturbe Alejandro y Weil José: ¿Qué es el estado de Israel?, en Marxismo Vivo, No 14 – Año 2006
  • América la Nuestra: “Genocidio Israelí. En defensa de Gaza” , 02 Agosto – 2014

 

 

 

 

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PENSAMIENTO CRÍTICO
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1 COMENTARIO

  1. ES INDIGNANTE QUE MENTES LÚCIDAS SE AVOQUEN A UN TERCER CONFLICTO MUNDIAL, MOTIVADO POR MEZQUINOS INTERESES. LA POBLACIÓN DE GAZA ESTA SUFRIENDO POR LA ESTUPIDEZ DE SUS DIRIGENTES QUE LOS MANDAN DE CARNE DE CAÑÓN MIENTRAS QUE ISRAEL SE JACTA DE SU PODERÍO MILITAR. SI DESEAN VIVIR EN PAZ DEBEN COMULGAR CON PRINCIPIOS NO CON CAPRICHOS QUE HISTÓRICAMENTE LOS HAN SUMIDO EN UNA ESTÚPIDA POBREZA DE VALORES…PIENSEN EN EL BIENESTAR DEL PLANETA Y DESACTIVEN SUS OJIVAS NUCLEARES PARA NO HEREDAR DAÑOS GENÉTICOS IRREPARABLES PARA LAS FUTURAS GENERACIONES….PIENSEN POR FAVOR Y ACTÚEN CON VEHEMENCIA.

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