Analistas explicaron a Página12 que la hija del ex dictador preso está haciendo campaña desde hace cinco años –perdió con Humala – y que presenta el populismo de derecha más fuerte de América latina.
El fujimorismo, que entre 1990 y 2000 encabezó un régimen autoritario marcado por la corrupción y violaciones a los derechos humanos, amenaza regresar al poder. Ya había estado cerca en 2011, cuando Keiko Fujimori quedó segunda y perdió en el ballottage contra el actual presidente Ollanta Humala. Ahora, de cara a las elecciones de abril, la hija del encarcelado ex dictador Alberto Fujimori encabeza todos los sondeos, con un apoyo que está entre 30 y 35 por ciento. Está sólida en el primer lugar, pero no le alcanza para ganar la presidencia y tendría que ir a una segunda vuelta.
Según tres encuestas recientes, hay una dura pelea por el segundo puesto que da el otro pase al ballottage. Pedro Pablo Kuzcynski, economista y gestor de intereses empresariales, tiene entre 13 y 14 por ciento. A César Acuña, un millonario caudillo provinciano que con un populismo de derecha y mucho dinero metido en la campaña está sorprendiendo en estas elecciones, los sondeos le dan entre 10 y 15 por ciento. Luego viene el ex presidente Alan García (1985-1990 y 2006-2011), empantanado entre 6 y 8 por ciento. Cerca de García, y subiendo sorpresivamente en las últimas semanas, se ha colocado el joven economista Julio Guzmán, convertido en el nuevo rostro de la derecha económica, quien en el último mes ha subido del 2 al 5 por ciento, lo que lo ha puesto en los medios y en la pelea. El ex presidente Alejandro Toledo, agobiado por acusaciones de enriquecimiento ilícito durante su gobierno (20012006), no parece tener futuro con su tres por ciento. El oficialista Daniel Urresti tiene solamente dos por ciento y sin muchas perspectivas de subir. Hasta ahí todos coinciden en defender la continuidad del modelo neoliberal. La excepción al discurso neoliberal dominante en esta campaña la pone la joven congresista Verónika Mendoza, del izquierdista Frente Amplio, que tiene dos por ciento, pero con potencial para subir, según los analistas. Luego viene el pelotón de los otros. Son 19 candidatos.
¿Qué explica el alto apoyo a Keiko Fujimori luego que la dictadura de su padre, de quien es heredera política, terminó en medio de graves escándalos de corrupción y violaciones a los derechos humanos?, preguntó Página/12 a dos analistas.
“El gobierno de Alberto Fujimori terminó hace más de 15 años y muchos de quienes tienen entre 18 y 34 años no saben lo que fue ese gobierno. En segundo lugar, no hay que olvidar que Fujimori ha sido el presidente que ha hecho un mayor uso del clientelismo y por eso un sector tiene un buen recuerdo de su gestión. En tercer lugar, porque Keiko, a diferencia del resto que se ocupó de otras cosas, está haciendo campaña desde hace cinco años. Keiko tiene apoyo por el padre y por ella misma, ha construido una imagen más dialogante del fujimorismo que para un importante sector es bastante aceptable”, responde el analista político Fernando Tuesta, catedrático de la Universidad Católica.
“El fujimorismo es el neopopulismo, es decir un populismo de derecha, más fuerte de América Latina. El respaldo a Keiko tiene mucho que ver con ese populismo y el clientelismo que hubo en el gobierno de Fujimori. Su apoyo está fundamentalmente en los sectores rurales y urbanos más bajos. Keiko se ha distanciado del fujimorismo más duro, está cambiando la imagen más autoritaria de su partido, no creo que sea un cambio real pero como estrategia electoral le está dando resultados”, señala el especialista en comunicación política y director de la consultora Vox Populi, Luis Benavente.
Sobre la disputa por el segundo puesto, Tuesta dice que “el mejor posicionado es Acuña, que ha venido creciendo y tiene apoyo en los sectores provincianos y populares; él está utilizando bien su historia de persona humilde que ha tenido éxito en un contexto de adversidad, es la imagen de un peruano emergente y eso lo favorece”.
Benavente pone a Kuczynski como el otro favorito para pasar a la segunda vuelta. El problema del economista es que su candidatura no logra conectar con los sectores populares y que su respaldo se concentra fundamentalmente en los niveles medios y altos, lo que, si no cambia, lo limita para crecer.
Sobre el ex presidente Alan García, ambos analistas coinciden en que el escándalo de los “narcoindultos” (los indultos dados por García en su segundo gobierno a más de tres mil sentenciados por narcotráfico) lo ha golpeado muy duro. “Eso ha sido fatal para él”, dice Tuesta. El ex presidente tiene un rechazo que llega al 70 por ciento. Para Tuesta, García “está muy desgastado” y difícilmente podrá subir.
Tuesta y Benavente están de acuerdo en que Julio Guzmán, favorecido por haberse posicionado como “la novedad” en unas elecciones en las que el votante busca algo nuevo, tiene techo para seguir creciendo y poder pelear un lugar en el ballottage.
En opinión de Benavente, la izquierdista Verónika Mendoza tiene opciones de crecer y meterse en la pelea. “Ella –señala– es una candidata muy atractiva, pero no tiene una buena estrategia de campaña. Su discurso es muy racional, eso es bueno pero en el Perú no funciona para conseguir votos. Ese discurso de tono académico no está conectando con los sectores populares. Si cambia su estrategia puede explotar y meterse en la pelea. En el país hay una demanda de cambio y una opción de izquierda bien trabajada debería estar en la disputa para pasar a la segunda vuelta.”
Todavía hay un alto nivel de indecisos y adhesiones poco sólidas a los candidatos. Sumando ambos, señala el director de Vox Populi, se llega al 60 por ciento. Eso deja todavía mucho juego abierto.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-291045-2016-01-25.html
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