Bernie Sanders, posible candidato presidencial de EE.UU., ha sido activista y político profesional alrededor de sesenta años. Actualmente milita en el Partido Demócrata y está cambiando sustancialmente el escenario político.
Es el único candidato opuesto al neoliberalismo con posibilidades de ganar. Ha compartido luchas históricas por los derechos laborales, el sistema universal de salud, el ingreso gratuito a la universidad, el nuevo pacto por el cambio climático y la reducción del gasto militar.
De joven Sanders fue organizador del Congreso por la igualdad racial y la no violencia en el movimiento de los derechos civiles. Más tarde fue cuatro veces alcalde de Burlington; miembro de la Cámara de Representantes por 16 años, y 12 senador. Los demócratas lo nominaron candidato a Presidente y perdió en las primarias contra Hillary Clinton (43% contra 55%). A pesar de sus años en política, en aquella ocasión participó casi como un desconocido.
Hoy ha empezado nuevamente su carrera presidencial con el slogan: “revolución política”. Le apoyan un millón de voluntarios y numerosos aportantes (en 41 días recaudó 18 millones de dólares de 525.000 seguidores). Sanders ha cuestionado públicamente a todos los candidatos republicanos y demócratas de recibir dinero de los bancos y corporaciones, manchando el interés público. En el mismo hilo conductor ha cuestionado la administración de Donald Trump, así como la corrupción y las leyes inhumanas contra los migrantes.
Varios periodistas le han preguntado su opinión sobre Fidel Castro y él ha respondido que no está de acuerdo con el autoritarismo, pero que tampoco olvida los grandes cambios que llevó adelante la Revolución Cubana, como la campaña de alfabetización y el incremento del nivel cultural.
El efecto Trump ha logrado mundialmente resucitar las fuerzas de extrema derecha y los representantes vampirescos del fascismo, pero en EE.UU. el marco político ha cambiado profundamente: el 51% de los jóvenes apoya el “socialismo a lo Sanders”, que pone de ejemplos a Suecia, Noruega, Canadá y que se resume en el regulacionismo de Estado. El Departamento Americano está preocupado por la normalización positiva del socialismo, aunque no sea más que socialdemocracia. Asumiendo que Sanders gane las primarias de su partido, cosa aún difícil, parecería la mejor opción para un país que a diario soporta las brutalidades de Donald Trump.
“Sanders ha cuestionado públicamente a todos los candidatos republicanos y demócratas de recibir dinero de los bancos y corporaciones, manchando el interés público. En el mismo hilo conductor ha cuestionado la administración de Donald Trump, así como la corrupción y las leyes inhumanas contra los migrantes”.
*Abogado, licenciado en Filosofía y magíster en Sociología. Actualmente, docente de la Universidad de Cuenca.
Sanders puede ser que gane la nominación democráta pero no le ganará a Trump, sus opiniones sobre las dictaduras de Cuba y Venezuela le restarán muchos votos sobre todo latinos. Desgraciadamente el único que le puede ganar a Trump es Bloomberg