Vos Jaime. Ay Jaime, ¡qué macana! Pobre Guayaquil, pobres guayaquileños que se tragan el cuento de tu labor por los pobres. ¡Sos un facho! A ver, ¿a qué paila debés ir?… No. Y si te lanzás un clavado de oreja en alguna laguna serrana, no sé… digamos Yambo. Si querés te empujo un poquito. Dale, déjate mojar o dejate mear como para estar al tono con tus ideas socialcristianas.
Querido nieto:
Ve, ya me contaron que andas avergonzado por haberte hecho el camisa o el bandera negra por algunos días. Horrible se te veía haciéndole el jueguito a ese Páez, dios me libre. Ya me contaron que ahura vas a las marchas de los trabajadores. Ves que has sido racionalito, cuestión de una nalgada virtual, y ya, arregladito. Yo también tengo mis reservas, pero cierto es lo que dice tu abuelo: “el pueblo debe tomarse las calles, a ellos les pertenece” Dice que hay que disputarles ese espacio a la derecha, que ya quieren apropiarse de las luchas, de las consignas, de la historia. Y si tu abuelo lo dice, hay que hacerle caso. Que hay que estar con los pobres, que aunque se equivoquen, con ellos siempre. Lúcido tu abuelo en temas políticos, masea en eso, porque aquí entre nos, para el resto mejor calladito queda más bonito.
Yo si pensaría que el santo Padre debería reunirles a algunitos que yo conozco y dispararles una encíclica de cuatro horas como para que se escondan unos diez años en cualquier paraíso, aunque sea fiscal. O llevarles engañados al Vaticano y vestirles de guardias suizos hasta que deje el trabajo de Papa. Pero si ya no se puede hacer nada, hábleles con amor. Así debería decirles:
-Vos Rafael, búscate un psicólogo de cabecera que te permita entender que el centro del mundo no sos vos. Que te baje tu ego prepotente desde la calvicie que esbozas hasta los pies que olvidaste desde que decidiste ser el primero en todo. Desconecta el chip de controlador de la vida de la gente y andate a disfrutar con tu familia en las bélgicas. Dejá en paz al país, ya te convertiste en un cliché de mal gusto. Tanto blablablá contra la partidocracia y ahora vos mismo los resucitas. ¡Sí que sos pelotudo!
-Vos Guillermo, hacete un lassito en la cabeza y regalate como premio sorpresa a cualquier museo. No te da la talla para ser Presidente, ni con tus millones. Alguna neurona importante se te quedó extraviada en tu sistema financiero central. Tus ideas con interés a largo plazo son un atentado al sentido común. Escondete en algún cajero de por vida y dejá de hacerte el líder. ¡Desaparecé boludo!
-Vos Andrés… envolvete en tus banderas negras y enterrate en cualquier oficina de la asamblea.
-Vos Jaime. Ay Jaime, ¡qué macana! Pobre Guayaquil, pobres guayaquileños que se tragan el cuento de tu labor por los pobres. ¡Sos un facho! A ver, ¿a qué paila debés ir?… No. Y si te lanzás un clavado de oreja en alguna laguna serrana, no sé… digamos Yambo. Si querés te empujo un poquito. Dale, déjate mojar o déjate mear como para estar al tono con tus ideas socialcristianas.
Vos Mauricio. Rodáte por algún volcán activo hasta que quedes agarrado de la nada, que es lo que hacés en la Alcaldía… ¡nada! O sea que te fuiste a Guayaquil a que tu líder espiritual te diga lo que debes hacer. ¿Va a esperar que me vaya y organizar una marcha? ¿Quién va ir? Ni tu mamá. No te queda el papel de líder de nada, nene. A lo sumo de director de la silla vacía del Municipio. Sos el nonpus ultra del ridículo a la máxima potencia.
A todos ustedes, les doy la bendición. Dénse la paz, y qué se yo, váyanse al carajo. Amén.
Así el Papa se pasaría de Papa.
Bueno, mejor me despido, no vaya ser que mientras te escribo suceda algún golpe de Estado, de esos que tanto nos canta el Presidente. Chao ve nieto. Mandarás noticias. Tu abuelo te extraña.
Gracias Hugo el Buho por esta maravilla. Cuánto me he reido! Para el cachetón naranjas? Por ahí le veo, desde ultratumba rezongando.
Ojalá los camisas pardas, perdón, los banderas negras, puedan leerlo.
No confunda las camisas pardas del fascismo con las banderas negras del anarquismo, por favor