La sexualidad siempre fue concepción diferenciada entre la libertad y la religiosidad, porque la liberación humana es un peligroso ejemplo de Caín quien optó por la terrenalizacion de la vida y por la valoración de la existencia como acto de desobediencia.
El marxismo concibe la liberación de la humanidad desde la base económica con una visión antropológica que se ajusta a considerar la unicidad de la vida y el espíritu como valor universal, impedido en su realización por la explotación del trabajo y la alineación. Desde el concepto de alineación nace la teoría del fetiche que critica la reducción de la vida y el trabajo en condición de mercancía, pero la vida es un valor y un producto social transable para la sociedad de clases porque la moral y la sexualidad no pueden zafarse del mercado.
La ley ama, y enseña las cosas que son de Dios”
La celestina
La moral divina es la negación absoluta de la moral humana”
M Bakunin
El dogma del pecado original, el sexo como culpa inherente y sucia, la mujer como negación de la obediencia divina, configuran la estructura del pensamiento dominante siempre arraigado en el pensamiento religioso, porque el cuerpo separada del alma carece de pertenencia terrena y la libertad limitada en albedrio mezquino debe afectar la tenencia de la piel, la piel será de administración humana solo perentoria hasta el día de la muerte.
La situación de la mujer marca la dimensión del sufrimiento humano por la asignación de un rol reproductor de vida y servilismo doméstico. El orden capitalista no es diferente a formaciones sociales previas que la subyugaron, pero la modernidad camufla la opresión en la producción “liberadora” y consumidora, sin que la mujer pueda evadirse del dominio personal y relacional frente al hombre Al dominio de clases y la explotación laboral se agrega la carga de la opresión doméstica y el trato patriarcal sin dejar fuera el costo de la piel en el mercado
La iglesia católica y sus contradicciones insoldables. Eva pecadora pero madre de la humanidad, María Magdalena pecadora redimida y militante. María madre, imagen máxima de la teología en la tierra “madre de Dios”: La actitud clerical de la iglesia vela por la santidad de la mujer y la redime en la comunidad humana que debe ser mariana como símbolo de la bondad donde la mujer pasa a ser la portadora de la fe angelical (la misma mujer que para la Iglesia no tenía alma en la edad media). Hoy, una Iglesia cuestionada se pone al frente de la vida en condiciones de pésima e infectada conducta por la acción de curas violadores y jerarcas cómplices.
Pero hay mujeres y clases sociales, hay mujeres opresoras y oprimidas, Las mujeres de las clases dominantes han sido arquetipos de dominación y fuerza: Isabel la Católica, la reina Victoria, Golden Meyer , Golda Meir son prototipos que ejemplifican a mujeres en el poder que ciertamente no fueron dominadas sino dominantes. Por su parte, en las filas de la libertad las mujeres militantes no faltaron Christine Pizan, se pone de pie cuando los hombres y la sociedad se entretenían en “averiguar si las mujeres también eran seres humanos y si había que darles acceso a la educación”, la Pizan escribió la ciudad de las damas, donde sentenció que las mujeres no experimentaban ningún placer al ser violadas. También Pizan sostuvo, en una época que nadie daba créditos, que las mujeres poseían la misma capacidad intelectual que los hombres.
Más adelante emerge Flora Tristán la más avanzada socialista pre marxista que identifica la liberación humana como obra de la clase obrera y vincula la opresión y la liberación como un hecho clasista.
Las mujeres comunistas de fines del Siglo XIX e inicios del XX superaron los esquemas y roles pre asignados por la sociedad, la religión y el pensamiento imperante, ahí está Rosa Luxemburgo, Clara Zetkin Alexandra Kollontai, Nadezhda Krúpskaya, Vera Zasúlich, Inés Armand y decenas de militantes de la revolución. La nueva concepción alimentada por las mujeres comunistas se incluye en una nueva realidad que redefinen temas sobre la sexualidad y del amor donde la mujer está incorporada a la reflexión filosófica, un ejemplo clave es Simone de Beauvoir y en el mundo de las artes en una suerte real de liberación y dolor Frida Kahlo.
El derecho a una sexualidad sin restricciones desembarazándose de los patrones religiosos y ético familiares con pocos recursos de respuesta, revela el odio de una sociedad misógina. La concepción no deseada, la biología fortuita, la violencia, afirma nuevamente la brutalidad religiosa conservadora que encuentra respuesta liberadora en la despenalización del aborto como parte del derecho a la sexualidad plena y libre.
Pobre país
En el Ecuador, nación víctima del atraso intelectual de la clase política, una de las castas más corruptas del mundo, se ratifica la condena a la mujer violada que quiere abortar. El aborto que existe y existirá con ley o sin ley va más allá de su interpretación moral y se constituye en una práctica secularizada y democrática de todas las urbes, el hecho de su inexistencia legal no ha impedido que cada vez sean millones de mujeres las que lo practican. Ahora se impulsa desde el Estado, la practica subterránea, clandestina y no higiénica que perjudica mas a las mujeres humildes porque la clase media y alta ira a cualquier país a abortar.
El aborto expone así las condiciones de clase y diferencias sociales y revela que las instituciones más podridas; la Iglesia y el Estado se confabulan contra la mujer, dando pena que siendo un problema de salud pública, no pocos profesionales sanitarios santifican la criminalización del aborto por violación.
Todos los indicadores expresan una razón epidémica muy sensible; el embarazo adolescente como realidad lacerante, todas las niñas embarazadas, buscan interrumpir el embarazo por cualquier medio. Es en estas circunstancias cuando un embarazo se convierte en factor de riesgo de muerte, porque además -si incluso- deciden continuar el proceso, está probado que los controles prenatales casi se ausentan (menos de 3 controles en el caso de las niñas embarazadas) por ocultamiento moral y hay casi 3700 embarazos en niñas cada año en el país.
Las niñas con pelvis estrecho no acceden casi al parto normal, el útero no desarrollado tiene el riesgo para el embrión y las madres. Las probabilidades de que el niño nazca pequeño y no tenga el desarrollo cerebral normal son ciertas por crecimientos inter uterinos retardados. Hay un 18% a 20% de probabilidades de problemas genéticos, cuando hay un crecimiento uterino retardado. Solo en 2016 se registraron 2.960 chicas en estado de gravidez, de las cuales 1.700 tuvieron sus hijos y el resto abortó o se complicó su labor.
El cuerpo de la mamá niña no va a estar apto para dar de lactar, con unas glándulas mamarias que no están totalmente formadas, eso es una problemática gineco – obstétrica. La prolactina hace que crezcan las glándulas mamarias, los estrógenos hacen que tu cuerpo cambie. Las hormonas se caotizan.
2.000 niñas menores de 14 años cada año en Ecuador quedan embarazan, siendo el 80% producto de violación desde el entorno familiar o social, según lo señala Virginia Gómez de la Torre en su investigación “Vidas robadas” de Fundación Desafío.
El embarazo en las niñas es un hecho de violencia biológica y física y psíquica y más aún cuando es por violación y la Asamblea Nacional de la Revolución Ciudadana penalizó el aborto por violación sin el voto de la actual prefecta de Pichincha que fue sancionada por el inefable. En su segunda, el gobierno de País ratifica este hecho maldito y criminal
No criminalizar el aborto por violación es un clamor de la ciencia y la sensibilidad social que en casi todo el mundo va encontrando una respuesta ética, pero en el Ecuador donde la patria es de todos y el Gobierno es de todos la barbarie no tiene fin.