30 de mayo 2016
Los tres jueces del Tribunal de Garantías Penales de Loja, hemos decidido sentenciar a cuatro años de prisión a dos de los 29 de Saraguro. Las causales son las causas que a continuación causamos.
Dos puntos.
- Ser unas personas terriblemente violentas, que asustan a los policías, malas gentes, mala fe, mala conciencia. Hay testimonios de agentes infiltrados que veían cómo sus compañeros de armas llorabas ante las cosas feas que les gritaban. De reojo, uno de ellos vio que los que más gritaban eran los señores Angamarca y Lozano.
- Estos dirigentes son mal vistos por las transnacionales y por el gobierno más revolucionario de todos. Son sospechosos de gritar cosas bien subidas de tono en contra de la revolución Ciudadana, así como de intentar proteger a una mujer embarazada con pinta de terrorista que era golpeada por los policías; es decir, que la señora Luisa Lozano interfirió en el debido proceso de represión del cuerpo policial, que lo único que quería era darle una lección de moral y buenas costumbres a la susodicha por altanera y gritona y rebelde. Esta acción delictiva se la conoce como agravante, lo que quiere significar que la cosa se puso más grave: por resabiada un año más.
- Bloquear las vías. Eso está prohibido por la Revolución, no ven que con esa actitud lo único que consiguen es bloquear el diálogo con las autoridades que siempre tienen el buen ánimo y la buena predisposición para charlar en buena lid con los protestones y los protestantes. O sea, se les condena por bloqueadores, que es mucho más peligroso y mucho más lesivo que ser narcotraficante, lavador de activos, corrupto o Ministro de Estado. La gente nos cuestiona porque les aplicamos cuatro años; sin embargo, recuerden que les pudimos haber sentenciado a más; pero como somos jueces con una alta moral revolucionaria, de corazones ardientes, somos sensibles ante el sufrimiento humano. Cuatro añitos es una condena que les hará reflexionar por los desmanes cometidos, y quien sabe, cuando salgan se les acabará esas ideas trasnochadas e infantiles de ser defensores del agua y de la tierra, ni que fueran supermanes; eso le corresponde a sus autoridades revolucionarias.
- No estamos criminalizando la protesta social como dice la ciudadanía, falso de falsedad absoluta. Ello solitos se vuelven criminales por protestar. Nadie les ha dicho que salgan y protesten. Hubiera sido suficiente con un twit o un réplica de Facebook, y ya. Pero la gana de salir en la prensa corrupta hace que estos malos ciudadanos den mal ejemplo al resto. Y luego no quieren que los jueces dictemos justicia. Ahora, si nuestro dictamen se parece al pensamiento de la revolución es pura coincidencia; nosotros somos jueces independientes, nadie nos ha llamado, ni nos ha dicho si no te alineas fuera. Nadie. Que tengamos simpatía con el Régimen y que pensemos que es lo mejor de lo mejor, y que sin el líder no hay Patria, no quiere decir que seamos súbditos. Obedecemos sólo lo que nuestra conciencia nos manda y nos mandan.