Fiel a las recomendaciones de organismos supranacionales como la UNESCO, el currículo ecuatoriano mantiene el formato de las áreas de conocimiento como Lengua, Matemática, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales. Conservar esta división es insistir en que el hábito lector es jurisdicción del área de lenguaje y literatura. Nada más falso para un autodidacta, ya que este personaje no solo lee literatura sino otros temas. Nada más insultante para un autor de libros, pues los escritores indagan, dominan y mezclan muchas áreas de conocimiento. Cuando se leen libros se aprende de todos los campos, y es el intelecto el encargado de organizarlos y sistematizarlos.
Diversos pensadores opinan que se ha abierto una nueva etapa de la humanidad que algunos llaman Transmodenidad, un ‘neo-humanismo’, abierto y solidario entre pueblos e individuos que ven, más allá del valor de la ciencia y la tecnología, que no se niega, la necesidad de cuidar-se y cuidar su casa común.