Temporalmente los incendios forestales de Australia coinciden con los que sufrió la Amazonía brasileña y boliviana el año anterior: son cinco meses de incontrolables llamas avivadas por las altas temperaturas, las sequías prolongadas y las olas de calor.
En Australia más de 500 millones de animales han muerto por los incendios desde septiembre de 2019. Las autoridades buscan culpables en posibles pirómanos, pero ese no es el fundamento del problema. El método capitalista de explotación, el extractivismo agresivo de los recursos naturales, la tala indiscriminada de los bosques, la extinción masiva de los sistemas biodiversos son las causas reales de los incendios.