¡Qué vergüenza! ¡Qué indignación! Ya somos centro de muchas críticas, no solo porque nos ven como negocio y no como centro académico; además ciertos personajes que salen de aquí han sido nefastos en este gobierno, como el ministro Zevallos, entre otros. Y encima usted, usted que se dice ético, que como Canciller debería ser un ejemplo para la juventud UDLA, usted se ha vacunado con otro grupo de privilegiados. ¡Qué vergüenza!