Si Martin Luther King estuviera vivo hoy, sin duda estaría hablando de la difícil situación por la que atraviesa el pueblo palestino. Habría observado que todavía no son un pueblo libre, sino un pueblo tristemente sometido por las cadenas de la segregación y la discriminación. King hubiera denunciado que un Estado poderoso ocupa sus territorios y que periódicamente cierra diferentes accesos de entrada a su sustento económico.
El estatus de Jerusalén es un tema central, dentro del conflicto palestino-israelí y es una de las áreas más polémicas de la disputa entre israelíes y palestinos.