Los hechos que salen a la luz pública ecuatoriana, van desenredando las profusas redes de la delincuencia y el narcotráfico. La criminalidad gana posiciones en sociedades con baja cobertura educativa y cultural. Así como las cárceles no presentan ningún cambio y están más metidas en el lodazal de las matanzas se mira también como la política no da nuevos giros para un cambio profundo de mentalidad para superar el desempleo, la explotación, la ignorancia, la delincuencia.