La comunidad LGBTIQ+ venezolana en situación de movilidad humana, enfrenta cuando menos una doble discriminación durante su tránsito migratorio: la homo-lesbo-transfobia y, además, la xenofobia. Sin embargo, ellxs buscan -y en ocasiones encuentran- los caminos que conducen a su posible integración en las comunidades de acogida. Lxs protagonistas de esta historia se enfocan en el trabajo con y por “otrxs”, como herramienta para construir el deseable “nosotrxs” aún esquivo en muchos casos.
La población trans afronta un largo calvario para acceder a servicios de salud que merecen por derecho, ante la ceguera –real o fingida- de las autoridades políticas, sanitarias y de la mayoría de la sociedad. ¿Con qué ojos seremos capaces de sostener sus miradas?