EE.UU. no tiene un protocolo de bioseguridad nacional y el mayor peso de las soluciones económicas van al sector privado. Muy pocos Estados han exigido el uso obligatorio de las mascarillas. El mismo Donald Trump, la mayor parte de la pandemia, ha sido reticente a la mascarilla y convocó a sus partidarios a mítines con nula protección.
La guerra económica de EE.UU. y China va tomando el cariz de permanente. En el escenario de crisis, primero el gobierno chino acusó a EE.UU. de diseminar el virus en Wuhan usando soldados estadounidenses, ahora Trump le imputa a China.