A pesar de su azarosa vida política republicana, nunca en la historia de Ecuador se presentó una situación como la que está viviendo el país en la actualidad. Al iniciarse la semana pasada, bandas del crimen organizado, que en forma creciente venían actuando desde hace años, lanzaron acciones terroristas en distintas ciudades. El miedo y la inseguridad se generalizaron. La población se vio amenazada, se recluyó en casa, debió adoptarse el teletrabajo, fueron suspendidas las clases. Las imágenes de carros incendiados, bombas, balaceras, rehenes, toma de un canal de TV, circularon en redes y se difundieron en los noticieros. Se produjo un intento de “narco-golpe de Estado”, como bien lo ha subrayado el profesor Jorge Vicente Paladines[1]. Un pequeño país sudamericano, considerado hasta hace poco como una “isla de paz” ¿cómo ha tenido que llegar a esta situación?