Todos los eventos artísticos y culturales de cierta relevancia han sufrido las consecuencias de la pandemia: algunos fueron postergados sin fecha definida, otros se reprogramaron en modo virtual y unos pocos enfrentaron la difícil decisión de cancelar la cita. La pandemia, al igual que otras actividades, solo desnudó las enormes dificultades del sector y el frágil entramado que “abre la puerta” del arte y la cultura para la sociedad ecuatoriana.