Hace 20 años, el despegue económico de la RPC no parecía un problema en el patio trasero. En 2000, las exportaciones de Sudamérica a EE.UU. sumaron $ 48.759,1 millones, mientras que a China alcanzaron los $ 3.449,9 millones; las importaciones a la región, provenientes de esos dos países, sumaron $ 34.032,7 millones y $ 4.664.4 millones, respectivamente ?según la base de datos Comtrade de Naciones Unidas. El descuido diplomático del espacio sudamericano y la pérdida de competitividad de la industria norteamericana fueron aprovechados por la RPC y, dos décadas más tarde, la región es un patio en disputa.