El 11 de septiembre de 1973 se produjo en Chile el criminal golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende (1970-1973). También los canales de TV internacionales permitieron seguir, en directo, el bombardeo a La Moneda, un acontecimiento que ya no conmovió a todo el mundo, sino a una parte de América Latina, porque hubo otra que se encantó y lo festejó.
América Latina no logra encontrar su paz. Desde que concluyeron los procesos de nuestras independencias en las primeras décadas del siglo XIX, ya llevamos doscientos años de movilizaciones, protestas, luchas y rebeliones en repúblicas construidas sobre las bases económicas y políticas de la exclusión social, la pobreza generalizada, la explotación laboral, la concentración de la riqueza y el poder en manos de minorías. La democracia sigue siendo un sueño por conquistar. Y en las décadas finales del siglo XX, a las herencias no solucionadas del pasado, se unió el auge del neoliberalismo como modelo de economía del Estado en todos los países de la región.
Los gobiernos progresistas despertaron furiosos enemigos: las élites empresariales, las oligarquías tradicionales, sectores militares del viejo anticomunismo “macartista”, las derechas políticas, los medios de comunicación “mercantiles” y, sin duda, el imperialismo.
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05 agosto 2013
El proyecto de nuevo Código Orgánico de Relaciones Laborales del Ecuador plantea que las partes (empresarios y trabajadores)...