Los gobiernos progresistas despertaron furiosos enemigos: las élites empresariales, las oligarquías tradicionales, sectores militares del viejo anticomunismo “macartista”, las derechas políticas, los medios de comunicación “mercantiles” y, sin duda, el imperialismo.
Los reveses que acumula el correísmo rebasan el escenario de su deshegemonización como fuerza dominante de la sociedad ecuatoriana, al punto de que su...