El ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, se fue de paseo a la playa. En la foto junto a su asesora Gabriela Gómez. A la vez, en Quito, los hospitales están colapsados por la pandemia.
Tras quince días de incertidumbres, rumores y un caldeado debate en redes sociales, el presidente Lenín Moreno, el pasado 4 de agosto, anunció que el Ecuador había culminado una "exitosa" renegociación de la deuda externa ecuatoriana.
La política que ha implementado el gobierno de Lenín Moreno nos devuelve al pasado mientras otras naciones del mundo han desestimado la agenda neoliberal. Según el consultor y estratega político, Decio Machado, el Ecuador está cerca de convertirse en un “Estado Fallido”, en quiebra económicamente y sin futuro social. La visión es pesimista.
Impunidad, corrupción, conservadurismo y defensa de los intereses de los millonarios son características similares de Trump y los desgobiernos de Añez y Moreno. En el caso latinoamericano surgen organizaciones críticas contra las redes oligárquicas, en el que puede aparecer un nuevo ciclo populista o popular.
Luego de la renuncia del empresario y radiodifusor, Otto Sonnenholzner, el pasado 7 de julio, el gobierno de Lenín Moreno se prepara este viernes para tener a su cuarto y quizás último/a vicepresidente de un régimen impopular. Antes ocuparon esa dignidad Jorge Glas Espinel y María Alejandra Vicuña.
Desde chiquita quería ser Presidenta. Dicen que su abuelo la convenció de aquello, y ella, desde ese momento, solo soñaba con una banda presidencial que bajaba del árbol más grande de Loja; y, claro, María Paula, trepaba y trepaba hasta llegar a la cúspide. Contó el sueño a medio mundo y, desde ese instante, sus conocidos le dicen “la trepadora”.
Una red de corrupción traficó con la entrega de carné de discapacidades, cuyos beneficios se usaron para la importación de autos de alta gama, obtención de puntos a favor para lograr puestos en el sistema público.
Por Romano Paganini y Ela Zambrano / Trabajo colaborativo entre La Línea de Fuego, Acapana, Radio Periférik y mutantia.ch
Las comunidades indígenas de la Amazonia...
A estas alturas resulta inevitable asociar la imagen de Lenín Moreno con la de esos reyes debiluchos e improvisados que tienen que dar la cara por unos feudos sobre los que ya no tienen autoridad, y donde cada príncipe hace lo que le da la gana.
El escenario del coronavirus y las miles de muertes y contagios están siendo usadas maquiavélicamente por el gobierno de Lenin Moreno para imponer las medidas neoliberales condicionadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Con bombos y platillos los dadivosos y caritativos bancos decían que donaban alrededor de unos 30 millones de dólares para “salvar vidas”. Casi todos aplaudían y vitoreaban semejante desprendimiento de los solidarios banqueros. Algo, que para ellos es solo una canita al aire, luego de haber ganado el año pasado 600 millones de dólares, es decir, su solidaridad alcanza apenas al 5% de esa suma.
La falta de criterio preventivo de las élites políticas y económicas para enfrentar a la emergencia sanitaria, en Ecuador, se mezcla con un conjunto de absurdos. Francisco Escandón Guevara nos presenta su perspectiva sobre el tema.
Las brutalidades del poder se repiten en las tragedias y comedias sociales más aberrantes. Jaime Chuchuca Serrano presenta ejemplos históricos y actuales de esta afirmación y sus efectos sobre los pueblos.
La perla misógina que acaba de soltar el presidente Lenín Moreno, a propósito del acoso sexual en contra de las mujeres, ocurrió en un contexto completamente formal y sosegado. Tampoco fue una metida de pata, al presidente Moreno simplemente le afloró lo que piensa. O, al menos, lo que cree que puede manejarse con la pedestre ironía de una barra futbolera.