El 8 de enero de 1988, Carlos Santiago y Pedro Andrés Restrepo Arismendy, dos hermanos, el primero de diecisiete años y el segundo de catorce, salen de su casa ubicada en la urbanización Miravalle, en un vehículo Trooper, rumbo al norte de la ciudad de Quito, para recoger a un amigo y llevarlo hasta el aeropuerto. Santiago y Andrés nunca llegaron a su destino.