Entre toda la fauna de calvos que existe en el país, sobresalen unos cuantos que, por mérito propio, deben ser nombrados como los calvos más calvaches del mundo calvicho.
En este país, sí hija. Cualquiera. Bueno, cualquiera que tenga mucho dinero. Puede ser un ignorante, un delincuente, un evasor de impuestos, un cambalache siglo XX o XXI.