Tratar de comprender el conflicto bélico desatado en Ucrania exige dejar de lado maniqueísmos político-ideológicos que no vienen al caso en ningún sentido, y que solo echan más bruma sobre un escenario profundamente complejo. Es irresponsable seguir por este camino que se impone tanto en los grandes medios de comunicación como en las redes sociales.
El conflicto actual muestra la increíble ambición de EE.UU. con un país que ni siquiera tiene frontera; mientras que en los lados ruso y ucraniano se empuñan las armas diseñadas por el militar soviético Mijaíl Kalashnikov.