No cabe duda alguna de que el saber popular, el saber comunitario, del que muchas veces se apropiaron y siguen apropiándose instituciones oficiales nacionales e internacionales, incluso el gran complejo industrial y empresarial transnacional; ese saber popular, es la base del desarrollo y sostenibilidad de nuestras sociedades, en todo el mundo; es el que nos ha permitido seguir adelante a pesar de todas las adversidades. El caso de los conocimientos ligados al cuidado de la salud y la vida, incluidos los de la medicina y disciplinas afines, no es la excepción, podríamos recoger numerosos ejemplos de ello.