Los derechos a los nombres, apellidos y sus cambios van abrazados al derecho al uso del lenguaje de la cultura de su predilección, el derecho a la elección de la vestimenta, a llevar el cabello del modo que más guste a la persona, el derecho a los tatuajes, las artesanías y demás formas que son parte de la estética individual y colectiva. En los procesos revolucionarios se profundiza la estética de la liberación que se concentra, no sólo en el cambio del nombre por el nombre, del color por el color, o de la forma por la forma, sino al cambio del contenido y la forma del oprimido. Parafraseando a Marx, la revolución social saca la poesía del porvenir, no de las frases que desbordan el contenido, sino de los contenidos que desbordan las frases (Marx, 2003, pág. 16).
José Gabriel Condorcanqui Noguera, Túpac Amaru, descendiente directo del Inca de Vilcabamba y de Huayna Cápac, siguió un proceso judicial en la Audiencia de...