Los titulares lo confirmaban. En abril de 2021, a un año de las pseudoestrategias por frenar la covid-19, Ecuador empezó su segunda ola. El personal de salud nunca dejó de trabajar, a veces doble jornada por día. Nos advertían, en público o privado, que debemos cuidarnos. Mientras en la calle, las horas pico de tráfico y las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) volvían a ocuparse al 100% de su capacidad.