TORPE MANIPULACIÓN. por Gonzalo Ortiz Crespo

TORPE MANIPULACIÓN
Por Gonzalo Ortiz Crespo. Diario El Hoy <hoy.com.ec>
01 Febrero 2012

Hazmerreír de la historia futura será la “creatividad” desbordada de los señores Alvarado por igualar, desde su entender de la mercadotecnia, a Correa con Alfaro, a la dizque revolución ciudadana con la Revolución Liberal y a las críticas al primero con la masacre del segundo.

Grafitos y cuñas son intentos burdos de hacer un paralelismo. Como que no hubiera transcurrido un siglo de cambios sociales, y como que hoy, quizá como fruto de los denodados esfuerzos de Correa por dividir y polarizar la sociedad, se resolvieran los conflictos a punta de guerras civiles y cuartelazos de ocasión.

La prensa ecuatoriana ––siguiendo, es verdad que con cierto retraso, una tendencia mundial––, abandonó hace 40 años su cerril militancia política para buscar hacer un periodismo profesional y pluralista. Por eso, no llegarán a puerto los intentos de la reconocible caligrafía de los grafiteadores alquilados. Frases como “Hogueras de ayer, calumnias de hoy, cenizas de mañana”, “Mis calumnias avivan la hoguera bárbara”, “Armas de destrucción masiva: El Comercio, El Universo, Teleamazonas” o, el colmo de la “creatividad” y la audacia, “Si compras El Comercio, me quemas de nuevo. f) Eloy Alfaro” no causan sino sonrisas de conmiseración por sus autores.

Puede ser que la cuña radial auspiciada por el Ministerio Coordinador de la Política tenga impacto en algún radioescucha desprevenido. Tal vez alguien que está vendiendo en su tienda o golpeando la suela en su zapatería se impresione al escuchar: “De la misma manera que diario El Comercio en 1911 y 1912 desinformó, ofendió y dio por muerte en varias ocasiones a Eloy Alfaro y su gloriosa revolución, hace hoy lo mismo con Rafael Correa y nuestra revolución ciudadana. ¡Para que el pasado no vuelva nunca más: prohibido olvidar!”. Pero la segunda y tercera vez que lo oiga, recordará sus clases de historia y se dará cuenta que no son para nada equiparables. Pero, sobre todo, lo juzgará con el filtro de quien sabe que Correa ha desatado una guerra sin cuartel contra los medios y que esta no es sino una bala más de su arsenal.

Hace 100 años toda la prensa de Quito y de Guayaquil pedía castigo ejemplar para Alfaro, y eran los diarios placistas ––en realidad, más placistas que Plaza––, como El Grito del Pueblo Ecuatoriano y La Prensa, los que clamaban por “extinguir a la víbora”. El 17 de enero de 1912 el diario oficial La Constitución decía, con desfachatez: “El partido liberal tiene el orgullo de haber combatido al alfarismo en todo terreno y sin descanso. Muy pronto tendrá la gloria, como el auxilio de todos los ecuatorianos patriotas, de haber extinguido radicalmente del organismo nacional al vergonzoso alfarismo”.

Dentro de 100 años lo que la historia recordará es que el día de la posesión de su nueva Corte Nacional de Justicia, Correa hizo el palanqueo más solemne por sus $40 milloncitos. “Créanme que no hablo por intereses propios, sino por el presente y el futuro, por nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos”. Dijo la verdad: $40 millones sí alcanzan para los hijos de los hijos.
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