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martes, noviembre 5, 2024

¡UY, LOS TIRA PIEDRAS. QUÉ MIEDITO! Hugo el búho

Los estudiantes fueron detenidos y respetados sus derechos humanos
hasta donde sus derechos sean posibles.
Porque los uniformados también somos seres humanos
y sentimos y nos enojamos,
así como nuestro señor de Carondelete
se molesta cuando le hacen feos…

 

Informe policial de los Mejías y Montúfares arrestados por rebelión sin causa.
 

Aquí el agente Charly Whisky. Con la novedad mi general que de acuerdo a lo ordenado, me remito a hacer el parte de los estudiantes apresados por hechos los tirapiedras y alterar el orden público.

Resulta que era un 17 de septiembre cuando por órdenes de mi coronel al mando del operativo que no me acuerdo bien el nombre, se nos ordenó hacernos cargo de algunos estudiantes de los colegios Mejía y Montúfar, quienes, por alguna razón que no alcanzo a adivinar se lanzaron a manifestarse en las calles sin motivo alguno, porque como dice mi coronel, vivimos en tiempos de paz y de revolución, entonces si vivimos en revolución no se puede estar en contra de los revolucionarios. Decían que protestaban por una posible alza de pasajes, pero si todavía no suben los pasajes es el colmo que protesten por hechos que no han sucedido, a no ser que sean brujos. Además dice mi coronel que es ferviente admirador de Carondelete, que la subida de pasajes depende de los alcaldes. O sea, se inventan cualquier pretexto para protestar en contra de la revolución que está marchando en marcha: un dos, un dos, un dos, con la perfección de aspirante a soldado.

Me encontraba yo con uniforme nuevo y con escudo con leyendas tales como: yo también soy padre, tío, hermano. Según me dijo un capitán, era con el fin de sensibilizar a las masas y que no nos insulten con saña sino con algo de respeto, ahora claro, hay hijos que no respetan ni a su madre, peor a un uniformado por más cara de buenitos que pongamos. Según intuimos, ese escudo con leyenda emotiva, serviría para que los lanza piedras visualicen en nosotros a sus padres, hermanos, abuelitos y demás familiares, y así la piedra no cause un daño mayor sino leve nomás.

Decía que me encontraba cerca de las instalaciones del colegio Mejía, cuando un soberbio chapas hijos de…. Me abstengo de decir lo que sigue porque ya se sabe lo que sigue. Entonces, procedí a disuadirlos con las técnicas aprendidas. Acto seguido me encontraba con otros compañeros dentro de sus instalaciones y procedimos a apresar a algunos malcriados que nos insultaban sin reparo y que gritaban pestes en contra de Carondelete. A la salida también atrapamos a otros malcriaditos al azar. Nos decían que eran inocentes, que ellos no fueron, pero se les notaba en la cara la pinta de tirapiedras como dice nuestro jefe. Y todo tirapiedra es enemigo de los revolucionarios que antes eran tirapiedras pero que ahora ya maduraron y se vistieron de verde.

Los estudiantes fueron detenidos y respetados sus derechos humanos hasta donde sus derechos sean posibles. Porque los uniformados también somos seres humanos y sentimos y nos enojamos, así como nuestro señor de Carondelete se molesta cuando le hacen feos. Ojalá les sigan juicio y les tengan apresados como debe ser, para que vean que es feo, y para que aprendan que es prohibido protestar, sobre todo cuando se es guambra. Que aprendan que hay que madurar para protestar, porque sino, el Ministro de Educación se encargará de expulsarlos por tirapiedras y tirainsultos. Y así les lloren y pidan perdón sus familiares, ojalá se queden un buen tiempito, hasta que aprendan y se disciplinen y vuelvan a clases de otros colegios mansitos, sumisos y obedientes, como corresponde a un verdadero revolucionario de estos tiempos.

Finalmente, expongo a Usted un pequeño manual para distinguir y revertir la conducta delincuencial de los tirapiedras.

1.- Un tirapiedras es alguien que tira piedras. Eso es fundamental saberlo. Por lo tanto hay que analizar su conducta desde la gesticulación personal. Tiene una mirada llena de odio, alimentada por partidos de extrema izquierda y por prensa de extrema derecha. Sus gestos son manipulados por algún agente externo harto conocido.

2.- Un tirapiedras es dueño de una mano callosa y de una carrera de choro multiplicado por dos. Lo que significa que difícilmente se encontrará un tirapiedras en colegios aniñados o muy disciplinados.

3.- Estos sujetos son dueños de una personalidad agresiva y les encanta protestar por todo. Que si suben los precios, protestan; que si se les acusa de terroristas a los que reclaman por sus derechos, protestan; que si llega un mal gobierno, protestan. Mejor dicho, tienen un carácter protestante a tiempo completo.

4.- Los tirapiedras deben ser reubicados en otros sitios y humillarlos públicamente para mermar sus defensas. Un taller de 20 horas antiresistencia se hace necesario. Una eficaz estrategia para volverlo al redil es afiliarlo a un movimiento revolucionario que desconozca el color rojo. A algún partido de corazones ardientes que no sean rojos sino más bien medio verdes.

5.- Y por último, a estos tirapiedras hay que convencerles para que sean multiplicadores en sus lugares de estudio de lo que es la verdadera revolución. Ellos serán los encargados de predicar el buen vivir de estos tiempos y hacer de los colegios Mejía, Montúfar y otros, unos centros educativos en donde nunca se proteste por nada, en donde digan siempre: ¡señor, sí señor! Y de pasito que asistan a ciertas sabatinas para que aprendan lo que es ser revolucionario deadeveras. Punto.

Atentamente,
Agente Charly Whisky

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