Enojada y alegre, ruidosa y pacífica: la manifestación mundial del 8 de marzo demostró que el movimiento feminista tiene potencial para incendiarse. Por el bien de todas las personas.
Quito – El semanal Suizo Wochenzeitung escribió el jueves pasado: Lo que queremos para el 8 de marzo no son flores, sino una revolución feminista. Al día siguiente, l@s manifestantes en Quito, a unos 10.000 kilómetros de distancia, llevaban carteles en sus manos que decían: Menos flores, más derechos. En Berlín, donde el Día Internacional de la Mujer se considera desde este año como un feriado, las mujeres pintaron en su piel los mismos dibujos que en la capital ecuatoriana: el símbolo de Venus en combinación con el símbolo de Marte. Y también las preocupaciones en Monrovia (Liberia) poco difieren de las del estado andino. Mientras las mujeres del país africano marchaban en silencio contra la violencia doméstica, las mujeres de Quito gritaban a viva voz: ¡Señor, señora, no sea indiferente, se matan a las mujeres en la cara de la gente!
Quienes vean las fotos publicadas en el diario Neue Zürcher Zeitung, de Zurich se dan cuenta: La indignación es grande y las ganas de cambiar algo en las estructuras machistas de nuestra convivencia es internacional. Y es feminista. Cientos de miles manifestaron el viernes pasado alrededor del planeta. También hubo hombres reclamando, ya que ellos también se ven afectados por la naturalidad patriarcal en nuestro día-día.
En el siguiente fotoreportaje se ve la indignación de las mujeres y también el potencial de convertirse en algo creativo, constructivo, unificador. El planeta está en crisis, pero a la vez en búsqueda de respuestas y salidas. La inspiración puede nacer desde movilizaciones internacionales como la del viernes pasado. Porque las mujeres tienen razón, cuando gritan: Si no estamos nosotras el mundo se para.
* Operador de mutantia.ch / Periodista independiente y vive entre el Atlántico y el Pacífico. Recién publicó su primer libro titulado “Manos de la Transición – Relatos para empoderarnos” (Apuntes para la Ciudadanía, Quito/Diciembre 2017). Publicado originalmente en: https://bit.ly/2BIM6vY
*Socióloga. Es todóloga y corrige los textos de Mutantia en español.
El artículo fue publicado en Muntantia.
En manos de las mujeres: miles de personas marcharon el viernes pasado desde el Ministerio de Trabajo hasta el Parlamento ecuatoriano. Desde hace meses en Quito y otras ciudades del país se manifiestan en las calles con indignación por la violencia, explotación y las desapariciones forzadas.
En Argentina se mata a una mujer cada 30 horas, en Ecuador cada 72 horas. El movimiento Ni una menos que tiene su origen en el Río de la Plata se transformó en Ecuador en Vivas nos queremos y se está haciendo cada vez más popular.
Cada día 7 niñas menores de 14 años dan a luz en todo el país, a menudo como resultado de una violación. Manifestantes preparándose para la marcha.
“Somos las víctimas del abuso sexual en escuelas y colegios que soló entre 2014 y 2017 suman 835 denuncias”, así lo registra un folleto que entregaron durante el 8M en Quito.
Solo en Cuba y Uruguay se puede abortar legalmente. En el resto de los países latinoamericanos el aborto es punible, en algunos lugares, incluso en casos de violación. Por lo tanto, miles de mujeres cada año se ven obligadas a entrar en la ilegalidad, poniendo en peligro su salud. La Concha Batukeada Lesbofeministas marchando hacia el Parlamento.
otros… están en el medio de la multitud. En Quito, algunos hombres se solidarizaron con las mujeres. En cambio en Barcelona –España este año un grupo de feministas radicales excluyeron a los hombres de la marcha, al menos parcialmente. Esta opción también se está discutiendo en Buenos Aires y Santiago de Chile. Una de las razones: durante la manifestación 8M,algunas de ellas se han cruzado a los hombres que, por ejemplo, no quieren reconocer su paternidad y no pagan la pensión alimenticia. Incluso detectaron a hombres que habían abusado de ellas.
Diferentes iconos presentes en la marcha. La diosa Kali, mujeres zapatistas y la virgen rebelada. Foto: Marizu Robledo & Romano Paganini/ mutantia.ch
“Las mujeres runakuna que exigimos la despenalización del aborto – al menos por ahora, en casos de violación – queremos tener derecho y sí, también la responsabilidad de decidir sobre nuestra vida, sobre lo que queremos para nuestro presente y nuestro futuro”. dijo Véronica Yuquilema en su artículo. En la marcha Blanca Chancoso, presidenta de Ecuarunari, con una bandera de la COAI se manifestó.
Flores para el Día de la Mujer: mientras las mujeres de las manifestaciones rechazan las flores como regalo, para la vendedora ambulante (no se ve en la foto) es lo que genera su ingreso diario. Trabaja mientras su bebé duerme al costado de la avenida.
La Marcha por el Día Internacional de la Mujer organizado por el Colectivo Luna Roja salió desde el parque El Arbolito hacia el centro histórico de Quito. Foto: Mayra Caiza.
Mujeres del Colectivo Luna Roja protestaron frente a la Asamblea Nacional. Un cordón policial custodiaba el Palacio. Foto: Mayra Caiza
En Ecuador 10 500 denuncias de desapariciones se registran desde el 2014. De ellas, el 67% corresponden a mujeres. Foto: Mayra Caiza
En los exteriores de la Fiscalía General del Estado se mostraron los rostros de las mujeres desaparecidas. Foto: Mayra Caiza
Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana Campoverde, con megáfono en mano exige justicia para Juliana, joven desaparecida desde el 2012. Foto: Mayra Caiza.
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