CHILE. UNA EXPRESIÓN POLÍTICA PROPIA PARA EL MOVIMIENTO SOCIAL
Leonardo Ogaz A.
El agudo enfrentamiento entre el movimiento estudiantil y el gobierno en tanto representante de una institucionalidad en crisis, parece haber llegado a un empate catastrófico, el gobierno no puede imponer su política, que se niega tozudamente a romper los esquemas neoliberales, y el movimiento estudiantil, a pesar de su poderosa movilización empuje y apoyo ciudadano no logra alcanzar sus objetivos, lo racional sería que el impase lo resolviera democráticamente la ciudadanía mediante un plebiscito, pero esta propuesta tampoco alcanza la fuerza necesaria como para representar una salida al conflicto.
El gobierno y la pesada institucionalidad que la Concertación negoció con la dictadura pinochetista están jugando el papel para la cual fue diseñada, los representantes del pinochetismo, la UDI, sus aliados de Renovación Nacional, más el papel cauteloso de la Democracia Cristiana y otros sectores de la alianza opositora están deteniendo el proceso social y político que busca romper la estructura política de dominio y ensanchar el cauce democrático.
Frente a esta situación algunos de los escenarios posibles serían: el primero una negociación que permitiera al gobierno hacer algunas concesiones sobre todo pecuniarias, pero mantener en lo esencial el modelo educacional pinochetista hoy vigente, en tal caso el gobierno estudiantil habría sido derrotado parcialmente.
Otro escenario posible podría ser que el movimiento estudiantil pueda sostener la movilización y una negociación prolongada hasta lograr sus objetivos principales, fin al lucro y gratuidad de la educación. Con lo cual le doblarían la mano dura a los pinochetistas hoy en el gobierno. Cuestión que hoy se ve como poco probable.
El otro escenario que se está manejando es el de una salida vía parlamento organismo altamente desprestigiado, de acuerdo a las mediciones de opinión, sin la participación de los estudiantes, con leyes que contendrían muchas de las reivindicaciones de los estudiantes, pero mantendría el modelo de educación vigente, esta salida intentaría dividir al movimiento estudiantil, generando el acuerdo de unos y el rechazo de otros.
Pero hay un cuarto escenario posible que sería prepararse para una larga resistencia, no negociar ningún acuerdo que dejara incólume el actual modelo y buscar una salida política electoral al conflicto. Es decir, buscar una derrota electoral aplastante para el gobierno ya sea en las elecciones municipales próximas o en las elecciones presidenciales siguientes o en ambas. En este caso habría que apelar a los millones de jóvenes que no están inscritos en los registros electorales a que lo hicieran en pos de lograr una verdadera democracia.
Para que este cuarto escenario pueda convertirse en una alternativa progresiva y democrática hay una condición indispensable: El movimiento social debe construir una alternativa POLÍTICA propia y lo pongo con mayúsculas ya que el problema tiende a desplazarse a la esfera política y en tanto tal debe ser afrontado. Esta alternativa política debe ser la expresión del actual movimiento social y por tanto debe ser independiente de todas las opciones existentes. Debe ser amplia y pluralista pueden participar representantes de los partidos de izquierda no comprometidos con la gestión del concertacionismo, más todas las expresiones del movimiento social incluidas las organizaciones del pueblo mapuche.
Sería una trampa mortal buscar representaciones tipo Meo-Pro, esa expresión postmoderna que diluye izquierda y derecha intentado reacomodarse en este nuevo escenario no es sino una especie de tabla de salvación renovada de lo viejo.
La ex presidenta Bachelet también ha sido desplazada de este nuevo escenario, tiene razón la señora Marta Lagos de Latínobarómetro en el sentido que sería fatal que ella volviera a la escena política nacional, ya que ella es la responsable de la gran maniobra que terminó por desviar el gran movimiento de los “Pingüinos”. Michel Bachelet fue la que sostuvo siempre al Ministro Velasco que negó sistemáticamente fondos a la educación chilena, ella la que sostuvo al ministro Pérez Yoma quien encabezó la represión más acentuada al pueblo mapuche y etc., etc. etc. ¿Cómo es posible que una presidenta tan progresista como ella gobernara tan bien acomodada con lo más granado de la derecha democristiana?
Dada esta situación debe ser el propio movimiento social los estudiantes, los ecologistas, las feministas, los trabajadores, el movimiento de las diversidades sexuales, las organizaciones mapuches y otras entidades quienes deben auto convocarse para la creación de una nueva coalición, un nuevo frente político que exprese la unidad del pueblo y que proponga la desarticulación total del régimen neoliberal dejado por Pinochet mediante la convocatoria a una Asamblea Constituyente Soberana. Este Frente Plural de la Diversidad expresaría socialmente a las clases medias, los trabajadores, las etnias oprimidas, las mujeres, a los pobres del campo y la ciudad, es decir, la mayoría de la nación, debe tener como referentes políticos una nueva democracia avanzada, el anti capitalismo que bulle hoy por todo el mundo y cuyo horizonte socio cultural sea el nuevo socialismo para el siglo XXI.
