* VER REELECCIÓN INDEFINIDA. Por Diego Borja Cornejo
09 junio 2014
1. Lo notable es la ausencia de pudor, desde el gobierno y los teóricos de la revolución ciudadana, para afirmar cosas como ésta: a) Que, como los 100 asambleístas de AP representan al pueblo ecuatoriano, es innecesaria la consulta al pueblo sobre la reelección indefinida. b) Que no se puede convocar a elecciones para tratar un tema de elecciones. Correa dixit. c) Que el cambio constitucional demanda una simple enmienda y no una reforma.
2.Decir que se derrumbaría el proyecto de “revolución ciudadana”, porque la derecha se reagrupa y contraataca, es reconocer que tal proyecto no ha calado hondo en el pueblo. Y la propuesta de reelección indefinida podría ser un boomerang para AP, porque alimentaría el desengaño de millones de ecuatorianos/as, que esperaban un verdadero proceso revolucionario.
3. La mejor forma de garantizar continuidad a un proceso truncado, frustrado -y dicho sin eufemismos- traicionado, es su radicalización: Reforma Agraria profunda; respeto a los pueblos originarios y a su entorno natural; renuncia al extractivismo desaforado y a la reprimarización de la economía; redistribución de la riqueza vía imposición tributaria creciente a las ganancias empresariales; socialización de las exportaciones. Lo hemos dicho: Entregar mil “clementinas” a los trabajadores. (Alvaro Noboa no es el único evasor. Los hay muchos grandes empresarios). Mejorar la legislación laboral en lugar de menguar los derechos de los trabajadores, como se perfila en el Código Laboral en marcha. Poner freno drástico a la corrupción desenfrenada en los espacios del Estado. Editorialistas de los medios llamados públicos lo han denunciado y aun el propio Presidente, pero la danza de la coima en los contratos con entes del Estado sigue su curso.
4. El economista Rafael Correa No Es Indispensable. Podría ser, más bien, en este momento, un freno a las posibilidades de avance y radicalización, que todavía son factibles. Lo es porque sus declaraciones, y sus acciones, impiden tal radicalización. Dice, palabras más palabras menos, que sus políticas económicas de distribución de la riqueza no van con contra los ricos, no los afectan. Dice que “no somos Antiimperialistas” y, si bien ha marcado distancias con el imperio del Norte, encadena la economía nacional al naciente imperialismo chino y va, hoy mismo en pos de firmar un TLC -con otro nombre- con la UE que, a no dudarlo, tendrá las misas características que los firmados por Colombia y Perú, cuyos estragos a la economía popular de esas naciones hermanas ya se están sintiendo. Y aun las distancias con el imperio norteamericano parecen revertirse cuando va en pos de créditos del FMI o del BM, cuya naturaleza leonina todos conocemos. El economista Correa no es indispensable. Deberían, al interior de AP, escoger la voz y la postura de un líder radical para candidatizarlo hacia el 2017. Escúchese la voz del Subcomandante Marcos, respecto de los liderazgos:
“Para luchar sólo se necesita un poco de vergüenza, un tanto de dignidad y mucha organización, lo demás o sirve al colectivo o no sirve”. Nada de líderes mesiánicos”.
Y una apostilla: A los intelectuales cooptados: Cesen de alabar al líder, cesen el culto a la personalidad. Asuman las justas críticas desde la oposicón de izquierda. Den ejemplo de autocrítica, no para tomar medidas cosméticas. Sino para dar un giro verdaderamente revolucionario, volviendo al espíritu primigenio de 2006, al espíritu de la Constitución de 2008
Reelección indefinida, extractivismo, entregas al FMI, BM, al gobierno chino, indicadores sociales deficientes, ya se viene la crisis del dólar y quién sabe que otras, cuanto problema en la democracia representativa ¿será porque la voluntad y capacidad social funciona a menos del 1%? Ojalá que el pueblo ecuatoriano, por primera vez se eligiera a si mismo para gobernarse, se decidiera por la experiencia de la democracia directa, esto es, con la capacidad social operativa al máximo, al 100%.