CORREA BANALIZA LA LUCHA HISTÓRICA DE CIENTOS DE MUJERES EN EL MUNDO. por Elizabeth Rivera

CORREA BANALIZA LA LUCHA HISTÓRICA DE CIENTOS DE MUJERES EN EL MUNDO: LA LUCHA POR LA EQUIDAD LIGADA A LA PROFUNDIZACIÓN DE LA DEMOCRACIA.

Por. Elizabeth Rivera

Con las declaraciones de Correa en la cadena sabatina del 31 de diciembre del 2011, se evidencia más que en el Ecuador se vive un proceso de reducción permanente de la democracia y, en contra partida, se hace más evidente la necesidad de plantearnos como eje de lucha la construcción de una democracia directa que fortalezca las organizaciones como base fundamental del  ejercicio de los derechos humanos reconocidos a través de luchas históricas de cientos de mujeres, pueblos indígenas, jóvenes, trabajadores/as, pobladores, etc., analizaremos en dos bloques un extracto de lo dicho por el presidente en ese informe semanal,

“Invite a una cena al gabinete, a las autoridades de control, como jefe de Estado duélale a quien le duela, al señor presidente de la Corte Nacional, al señor Contralor que no pudo ir porque no estaba en el país, al los miembros del Consejo de la judicatura, a la presidenta del Consejo de participación ciudadana que tampoco fue porque estaba en Guayaquil, al señor defensor del pueblo, y al bloque de asambleístas de Alianza País, además me permití invitar a un par de asambleístas amigos porque yo les dijo una cosa son los aliados y otros los amigos eso se demostró cuando este señor Galo Lara me dijo corrupto y para poder defenderme pedí que le levantaran la inmunidad parlamentaria, allí vemos claramente quienes son aliados y quienes amigos, entonces invite también un par de asambleístas amigos básicamente Roció Valarezo y Guillermina Cruz y se armó tremenda fiesta,

Aseveraciones como las manifestadas por el presidente crean pésimos precedentes para solucionar problemáticas sobre conflictos de derechos, y no deben ser reconocidas como formas “normales” de ejercicio de justicia, caso contrario se estaría retrocediendo en la historia de la humanidad en donde la ley del más fuerte se imponía como forma de solventar conflictos, dejando de lado el ejercicio de la justicia basada en procedimientos enmarcados en los derechos humanos.

¿Cuáles serían las posibles explicaciones para que ocurran estos hechos de abuso de poder sin una reacción de rechazo claro? Muchos factores se conjugan pero sobre todo el tipo de régimen democrático que se está construyendo donde el presidencialismo ratificado en la Constitución del 2008 tiene mucho que ver, por ser un régimen que concentra excesivamente los poderes en un solo funcionario: el presidente. Esto impide la construcción de instituciones con capacidad de deliberación autónoma, desarticula mecanismos de ejercicio de derechos, destruye la legitimidad social para activar la reacción de las personas, permite la imposición de intereses individuales por sobre los colectivos, promueve conflictos contradictorios con procesos democráticos reales en los que deben promoverse los procedimientos ligados a derechos y garantías, en conclusión: la concentración del poder en una sola persona (el presidente), promueve la impunidad y el abuso del poder.

En otro segmento del informe semanal del 31 de diciembre del 2011, el presidente sostiene

“…yo no sé si la equidad de género mejora la democracia pero sí es seguro que ha mejorado la farra impresionantemente, ha mejorado el buen vivir porque se arman unas farras, y la verdad es que se armo una farra y nos quedamos hasta las cuatro de la mañana.  ¡Qué asambleístas que tenemos, guapísimas! Corcho, hay que aumentarles el sueldo porque no tuvieron suficiente plata para comprar suficiente tela, y todas con unas minifaldas. ¡Dios mío unas piernas, unas minifaldas! Impresionantes, guapísimas las asambleístas…”[i]

Desde inicios del gobierno, año 2007, Rafael Correa ha promovido una forma de ver a las mujeres desde la subordinación y la cosificación, porque la incorporación de mujeres al gabinete ministerial o con representación en la Asamblea Nacional no ha significado cualitativamente un avance en la equidad de género, referida esta, a la capacidad de decisión sobre las políticas públicas, propuestas que hayan impactado en el mejoramiento de la vida de las mujeres, en la disminución de la violencia de género, en el acceso a los recursos desde sus propuestas, un ejemplo de ello es la creación y aprobación de la ley de economía social y solidaria donde no se incorporaron los planteamientos promovidos por diversas organizaciones de mujeres, e incluso se retrocedió frente a los mandatos constitucionales.

En continuidad con esa visión machista y mesiánica de incorporación desde una participación pasiva a las mujeres como objeto de políticas y no como sujetas proponentes se ha promovido el bono de 35 dólares, limitados créditos para pequeños emprendimientos, campañas de sensibilización “moralistas” sobre “lo malo del machismo” para el Ecuador, etc. Esta posición política ha sido recurrente en diferentes momentos de estos cinco años de “revolución ciudadana”, pocas políticas y muchos “consejos”.

A la par se han generado hechos de violencia verbal contra mujeres en diferentes circunstancias con calificativos y palabras deslegitimadoras y, hoy a través de los que para ciertos sectores podría pasar como “piropos inocentes” se desconoce la lucha de las mujeres en los cientos de años que ha significado la búsqueda de la equidad, la justicia, y los proyectos de liberación social.  Esta “actitud presidencial” es una clara política que busca deslegitimar las luchas históricas por las cuales muchas mujeres han dado su vida. La impunidad en la actuación presidencial sobre este hecho genera parámetros de acción que promueven la violencia de género, por lo tanto no puede ser reducido a broma, ni puede ser tomada como una actitud “popular” del presidente, más grave aún porque lo que está en juego es el carácter de la democracia que se construye en el país.

Otros momentos en los cuales han existido profundas discrepancias con el presidente en relación a propuestas sobre como solventar las problemáticas de las mujeres, y en donde se han impuesto su autoritarismo en lugar de los debates políticos han sido justo en el tratamiento de las demandas democráticas de las mujeres; y, muchos más discrepancias existen con las demandas socialistas planteadas por procesos de mujeres, dado el carácter capitalista del régimen que impulsa Correa.

Entre esas propuestas hechas por procesos de mujeres, que no han sido incorporadas y son ejes fundamentales de luchas del movimiento de mujeres están demandas como el pleno empleo –menos años para la jubilación en el caso de las mujeres, sueldos proporcionales a la canasta básica–; el acceso equitativo a los recursos –el problema del acceso al agua, a la tenencia de la tierra, a la herencia, a un ambiente sano sin contaminación, etc.– entre otros temas significativos de construcción de  la democracia y del cambio de modelo económico en donde la división del trabajo productivo y reproductivo y la incorporación al mercado sea anulado como factores de empobrecimiento de la vida de las mujeres.

El establecimiento de políticas que promuevan el tiempo libre de las mujeres para dedicarse a las acciones organizativas porque con ello se juega la posibilidad de decidir como transformar las inequidades con las que hemos tenido que sobrevivir las mujeres debe ser un compromiso de todas y todos.

Mucho más polémicos han resultado los temas como la despenalización del aborto, recordemos que en los debates constituyentes la declaración del presidente fue contundente, él votaría NO por la constitución del 2008 si se incorporaba la demanda de despenalización del aborto.

El problema presente no se reduce a un tema de machismo individual, sino de visión de construcción de qué tipo de democracia necesitamos para resolver los grandes problemas de inequidad en la que vivimos las mujeres. Rafael Correa, presidente del Ecuador, no construye un proceso democrático y esta es una de las grandes debilidades que existe actualmente en nuestro país y que es una de las grandes deudas históricas de la sociedad, que no se resuelve con un pedido de rectificación sino con un proceso de organización de mujeres y hombres que paren los abusos del poder y la política ciega a la elaboración de políticas públicas con equidad, justicia, y que busquen la reparación histórica de las desigualdades endosadas a las mujeres.

¡Porque las luchas de las mujeres no se posterguen más!

Pleno empleo, coeducación, políticas públicas con equidad de género ya.