Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto -según cuenta el Éxodo- lo hizo con fiesta y con danza, mirando como siglos de esclavitud quedaban atrás, al otro lado de la orilla del Mar Rojo.
Tras el regocijo empezó el recorrido hacia la tierra de Canaán, donde Jehová les prometió que poseerán la tierra, una de donde fluye la leche y la miel. La tierra prometida estaba apenas a 400 kilómetros de distancia, lo que equivale a ir más o menos de Quito a Guayaquil.
Al poco tiempo de la travesía por el desierto se desviaron del camino ético y espiritual trazado por Dios y su portavoz, Moisés. Hicieron actos terribles, desde dudar del poder divino que los sacó del país faraónico hasta construir becerros de oro y adorarlos, no sin antes entregarse en cuerpo y alma al pecado. Cuando recuperaron la conciencia de sus faltas, ya era tarde. La sentencia celestial fue dictada: vagarán por cuarenta años en el desierto y solo sus hijos y nietos llegarán al destino trazado originalmente. Solo ellos llegaron.
Me es imposible dejar de citar esta historia bíblica sin caer en la tentación de abusar de esta memoria del pueblo judío y ponerla como un símil de lo que ha pasado en el Ecuador que por estos días recuerda sus 40 años desde el retorno a la democracia representativa, desde el 10 de Agosto de 1979.
En la esfera de la política, estos 40 años tienen mucho que contar: corrupción institucionalizada (Flores y Miel, gastos reservados, etc.), pugnas entre poderes del Estado (“me da la regalada gana”, “ven para mearte”, bronca Asaad Bucaram – Jaime Roldós, cenicerazos), manejo de la justicia por grupos de poder (El Cortijo, tanquetas en la vía, Pichicorte, etc.), represión permanente en contra de movimientos sociales y populares (Ran Gazit, 30-S de 2009 y 30-S de 2010, etc.), criminalización de la protesta social y popular, proscripción de partidos (RC) y de organizaciones sociales (UNE), traiciones políticas (Revolución Ciudadana traicionando sus postulados originales y Lenín Moreno traicionando a RC)… la historia es larga y es justo hacer un ejercicio de memoria. En lo cultural y social, la lista tiene una extensión enorme también.
Pero en esta ocasión, y de manera breve, deseo concentrarme en el ámbito de la economía. No lo hago solo porque permite echar un cable a tierra para valorar de manera más profunda los resultados de cómo se ha manejado este país de las cuatro décadas, sino porque posibilita obtener una idea más precisa de cómo estamos y qué debemos hacer. Las cifras y comentarios colocados en el cuadro permitirán que la visión sea más integral. La primera gran conclusión es que tras 40 años somos un país muy distinto, pero que sigue caminando en círculos, igual que el pueblo de Israel en el desierto. Si fuera extremadamente pesimista diría que esta democracia es nuestro desierto y deberíamos salir de ella para llegar a nuestra tierra prometida. Aquí un pequeño desvío: no propongo un modelo dictatorial que nos aleje de la democracia, sino que más bien propongo avanzar hacia una verdadera democracia, hacia una que nos aleje de la simulación y la farsa en la que hemos vivido.
Regreso a la economía. Leyendo las cifras expuestas, en 2019, luego de 20 años de democracia representativa, el Ecuador: exporta menos, importa más, recibe inversión extranjera que no aporta, sube su deuda pública y privada, la economía está estancada e incluso retrocede, queremos consumir como locos pero estamos sin plata, los grupos de poder siguen ganando pues, igual que antes, encontraron que la crisis es también un negocio, la pobreza aumenta… Estas son las cifras de los 40 años, juzgue usted mismo:
Dato | 1979 | 2018 (*) | Comentario | |
Población | 7.773.000 habitantes | 17.023.408 | Creció 2,23 veces. | |
PIB |
3,7% | 1,4% (dato preliminar) | El Banco Central del Ecuador dice que en 2019 el crecimiento del PIB será de 0,2% mientras que el FMI cree que será de -0,5%. | |
La mayor tasa de crecimiento se produjo en 2004, cuando fue de 8,2%. Este valor fue coyuntural, pues se debió a la inversión realizada en la construcción del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), más no como resultado de la política económica. La prueba: en 2003, el PIB creció en 2,7% y en 2005 bajó a 5,3%.
Conclusión: Ecuador no crece por estructura sino por asuntos coyunturales. |
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Mayores caídas del PIB en 40 años: 1983 (-0,3%), 1987 (-0,3%), 1999 (-4,7%), 2016 (-1,2%).
Según el FMI, 2019 será el peor tercer año en cuatro décadas, desde el punto de vista de la caída del PIB. Vale la pena recordar que las caídas de 1983, 1987 y 2016 se debieron a desastres naturales (Fenómeno de El Niño, terremoto en la Amazonia y terremoto en Manabí y Esmeraldas, respectivamente). La caída de 1999 fue la única ocasionada por un manejo desastroso de la economía. |
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Exportaciones |
USD 2.172,7 millones | 21.606,1 millones | Se multiplicaron 9,94 veces.
¿Quién se benefició de este dinero resultado de más ventas al exterior? |
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Importaciones |
USD 1985,59 millones | 22.120,6 millones | Crecieron 11,14 veces. 40 años después, ¿pasamos de ser país exportador a país importador? | |
Balanza comercial |
Balanza comercial es positiva (exportaciones mayores a importaciones) o negativa (importaciones mayores a exportaciones).
En 40 años, Ecuador tuvo balanzas comerciales negativas en solo 11 años: 1998, 2001, 2002, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015 y 2018. ¿Ecuador camina a ser un país que produce menos y consume más? |
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Paradoja: el año con la mejor balanza comercial en las cuatro décadas de democracia representativa fue 1999, el año de mayor crisis del país, en pleno saqueo bancario e inicio del exilio económico de miles de ecuatorianos. | ||||
Export. 1998: USD 4.203,0 millones | Export. 1999: USD 4.907,0 millones | |||
Import. 1998: USD 5.109,9 millones | Import. 1999: USD 2.736,9 millones | |||
Producir es una ficción y la preferencia por lo importado está en el ADN de las y los ecuatorianos. | ||||
Inversión Extranjera Directa | USD 63 millones | USD 1.407,7 millones | ¿Ha servido para algo? | |
Deuda externa pública | USD 363 millones | USD 35.730,1 millones | ¿Alguien duda por qué Alberto Acosta Espinosa calificó a este asunto como la deuda eterna? | |
Deuda externa privada |
USD 210 millones | USD 8.629,4 millones | Podría ser mayor si no hubiera sido porque en varios momentos el Estado acudió en su ayuda. | |
La sucretización de O. Hurtado, prorrogada por el socialcristiano León Febres Cordero permitió al Estado asumir en sucres el endeudamiento de las empresas privadas que se hizo en dólares. De allí que el endeudamiento privado fue negativo en 1983 (USD -491 millones), 1984 (USD -911 millones), 1985 (USD -72 millones), 1986 (USD -70 millones) y 1987 (USD 0). | ||||
Índice de Precios al Consumidor | 10,11 | -0,22 | El país atraviesa el problema opuesto a la inflación: la deflación. | |
Salario mínimo vital |
72 dólares (2.000 sucres) | 394 dólares | Posteriormente se lo conoce como Salario Básico Unificado (SBU). En 40 años ha crecido apenas en 5,47 veces. | |
Reserva Monetaria Internacional |
USD 636 millones | 2.676,5 millones (cierre a diciembre) | ||
Fuentes: Banco Central del Ecuador e Instituto Nacional de Estadística y Censos.
(*) Los datos de 2018 son los últimos disponibles en forma analizada, lo que es estadísticamente comparable con los años anteriores.
Conclusión. Mirando estas cifras tenemos toda la razón si queremos ser pesimistas, porque además en medio de todo esto seguimos pensando que el país de 2019 se divide entre correístas y anticorreístas. No hemos aprendido de la historia y por eso estamos condenados a vagar en este desierto. Cito una canción de Carlos Portela: “Vendrán los que se habían ido y se irán los que han estado, los que han especulado, los que sembraron discordia, los que ahogaron la historia en un caldo de gallina y a la vuelta de la esquina extraviaron la memoria”. (*)
Que estos 40 años nos sirvan para reflexionar en lo que hemos hecho mal, lo que hemos dejado de hacer y hacia dónde debemos ir. Es triste que, tras cuatro décadas, nos hayamos demorado en aprender mucho y en desenterrar la memoria para ser más nosotros. Tenemos tantos años de no avanzar que es hora de empezar a caminar, nuestra tierra de la que fluye leche y miel aún nos espera.
*Es comunicador social. Ha desempeñado la docencia universitaria, el periodismo en medios de comunicación privados y públicos, trabajos de consultoría y ejercicio profesional en el sector público.