DE LA PALMA ACEITERA Y LA MINERÍA: UN BREVE ANÁLISIS DEL SISTEMA EXTRACTIVISTA LEGAL E ILEGAL EN EL NORTE DE ESMERALDAS
Por: Iván Roa[1]
En los últimos cinco años hay tres problemáticas que convergen en el norte de Esmeraldas. Primero, tenemos una tasa de homicidios y una violencia constante que por ratos aumenta. Segundo, un crecimiento en el cultivo de palma aceitera en la región. Tercero, un problema de pobreza estructural, y sumado a ello hay un contexto de economías ilegales que en parte se debe a la presencia de grupos ilegales colombianos en la región. No se puede afirmar que estos factores estén íntimamente relacionados, eso sería una falta de criterio analítico, por el contrario, estamos hablando de temas muy diferentes, pero que se relacionan en un espacio social que tiene características poco favorables frente a estas tres problemáticas.
Para ver el panorama social que se está desarrollando en el norte de Esmeraldas, a partir de la implementación de la palma aceitera en la región, es necesario ver que ha acompañado este proceso, que tanto como otras promesas extractivistas está vulnerando a la población en diferentes niveles. El norte de Esmeraldas ha vivido de las prosperidades económicas que han traído el plátano, el cacao, la madera y ahora la palma aceitera. Se esperaría que la región tuviese un desarrollo considerable, puesto que la provincia de Esmeraldas explota en más del 60 % del territorio la palma aceitera[2]. El norte de Esmeraldas cuenta con el 25 % del territorio sembrado y esto representa un considerable ingreso al Ecuador en cuanto a las exportaciones que tiene el país de aceite de palma. Estas cifras ubican al Ecuador como el 5 país exportador de aceite de palma a nivel mundial, estamos hablando de considerables réditos monetarios que trae dicha exportación, pero al parecer estos réditos benefician en mayor cuantía al sector privado y en menor al Estado y a las regiones cultivadoras de palma aceitera.
El cultivo de palma en la región norte de Esmeraldas, en Esmeraldas y en general en el Ecuador ha tenido un pronunciado crecimiento, tal y como lo muestra ANCUPA en los siguientes gráficos:
Fuente: ANCUPA
La provincia de Esmeraldas muestra las siguientes cifras de superficie de palma aceitera hacia el año 2010, teniendo en cuenta que este crecimiento viene desde 2006:
Fuente: ANCUPA
La provincia de Esmeraldas ha sido uno de los puntos claves para la expansión del cultivo de aceite de palma. Ello tiene que ver con que Colombia es uno de los principales compradores del aceite de palma producido en Ecuador:
Colombia se abastece de aceite de palma africana principalmente de Ecuador. En el 2008, Colombia importó un valor CIF de USD 23.836.069 de aceite refinado de palma africana proveniente de Ecuador, correspondiente a 23 toneladas y aproximadamente el 99% de las importaciones totales de este producto que tuvieron como destino final el área de influencia de Colombia. (…)Del total de aceite refinado de palma africana que entró al AI de Colombia, el 77% tiene como destino el Departamento de Nariño seguido por el Valle de Cauca con el 23%. El 100% de las importaciones provenientes de Ecuador se realiza vía terrestre a través del paso fronterizo de Rumichaca en la ciudad de Ipiales.[3]
Por lo tanto, la provincia de Esmeraldas es la que más produce exportaciones de aceite de palma hacia su vecino departamento Nariño, en Colombia. Por esto, la importancia que existe en el IIRSA de habilitar el paso de Mataje, puesto que con la apertura del puente de Mataje de cuatro carriles se abre el paso a la exportación de aceite de palma directamente por Esmeraldas y ya no necesariamente por Tulcán-Ipiales. De ahí, se entiende el constante crecimiento de la palma aceitera en Esmeraldas y, sobre todo, en el norte de Esmeraldas donde en un plazo de cinco años el cultivo de palma pasó de un poco más de 3128 hectáreas en 2000 a 18 266 en 2005 y en el 2012, hasta la fecha, podemos hablar de cerca de 40 000 hectáreas en la región.
Entonces, ¿Es mal visto este aumento de la producción de palma aceitera en el Ecuador y en el norte de esmeraldas? Cuando la palma llegó a la región del norte de Esmeraldas lo hizo como una promesa de empleo para los habitantes y como una búsqueda de mayor desarrollo para la región, pero si contrastamos esa idea de crecimiento del cultivo y beneficio en términos estructurales para la superación de la pobreza, vemos que dicha promesa no se ha cumplido. No se puede decir que la culpa es de tal o cual, sencillamente las condiciones estructurales en el norte de Esmeraldas no mejoran y, por el contrario, han empeoraron en términos ambientales.
Así, para ver de manera más compleja la situacion del norte de Esmeraldas es necesario tener en cuenta la pobreza estructural que hay en la region.
En el mapa realizado por la Universidad Andina Simón Bolívar podemos ubicar el norte de Esmeraldas y ver que hay una pobreza del 60 al 93% en las diferentes parroquias de la región. Estos datos muestran los años desde 2001 a 2006, los mismos años en los que se dio el gran crecimiento de la palma, falta establecer si al día de hoy ese crecimiento ha dejado ver sus frutos en la región. Cabe mencionar que, a pesar de la promesa laboral, las condiciones de la vivienda en la región no han variado al día de hoy, por ejemplo, en el cantón San Lorenzo tan solo el 64 % de las viviendas cuentan con un suministro de agua por red pública y en Eloy Alfaro tan solo el 31 % de las viviendas cuentan con este servicio de agua. Aquí, es importante tener en cuenta que la geografía de la región no contribuye a que se establezca una estructura de servicios públicos que satisfaga al conjunto de la población.
A pesar de las condiciones geográficas de la región, la palma aceitera sigue su crecimiento aún por encima de territorios ancestrales. De las hectáreas de crecimiento que corresponden a los últimos años, por lo menos unas 5 000 se encuentran al interior de la comuna río Santiago-cayapas[4], al parecer el crecimiento se está dando a costa de compra de tierras de comuneros. Pero ¿qué hacer si el dinero por la venta de tierra es uno de los recursos visibles en la región? En este punto, no justifico el crecimiento de la palma, sólo coloco a consideración la idea de que la palma aparece como la única forma de solución económica a las condiciones sociales que viven los habitantes de la región que ven en la tierra la forma de acceder a productos y servicios o la forma de buscar una rentabilidad más próxima. Así, se puede entender dicho crecimiento del cultivo, puesto que no hay garantías económicas en la región, por lo tanto, la palma aparece como la única forma de sustento a diferentes niveles, ya sea trabajando en la plantación o vendiendo la tierra para que dicho cultivo crezca. Las condiciones de pobreza estructural en la región no sólo están llevando a vender las tierras, también ocasiona que los habitantes entren al mundo de la economía ilegal a través de la minería, los préstamos gota a gota, el sicariato, contrabando de combustibles, trata de personas y lavado de dinero.
La violencia en la región norte de Esmeraldas se ha incrementado en los últimos años, a partir de 2007 se puede decir que la violencia se comenzó a volver más sistemática en la región y ello se puede ver por dos razones: una es el establecimiento en la región del grupo Águilas Negras, y, el otro, el aumento de homicidios que se ha dado en los últimos años por parte de la peligrosa fusión que se dio entre paramilitares colombianos y sicarios ecuatorianos, la cual se venía forjando desde principios de este siglo. No está de más decir que esta fusión buscó fortalecer las redes de narcotráfico en el Ecuador y consolidar así las rutas del pacífico.
Pero y ¿qué tiene que ver esto con la palma? Directamente no tiene que ver, pero si hay evidencia de que el hecho de que los habitantes de la región recurran al préstamo gota a gota, algunos integren esas redes de narcotráfico, ya sea con el lavado de dinero, a través de la minería aurífera ilegal, deja entre ver que la economía legal e ilegal comparten la región y ello deja como resultado el miedo en los pobladores y una problemática ambiental. En el año 2011, un estudio del SENAGUA y la PUCESE[5] de Esmeraldas evidenció tumores en los camarones y en alguno crustáceos que hacían parte del manglar que reina en la parte baja de la región norte de Esmeraldas y es, precisamente, allí en la parte baja donde desemboca el aluminio, el mercurio y los agroquímicos que se usan tanto en la minería como en las plantaciones de palma.
En algunos ríos es alarmante la concentración de aluminio:
Al analizar el contenido de aluminio en peces llega a valores muy elevados como en el sector Valle de la Virgen (2895 mg/Kg) y San Javier de Cachaví (2095 mg/Kg) ambos en Guañas, sin existir normativa para aluminio en Peces por el momento, pero si consideramos que consumir alimentos es similar al agua para consumo humano, la norma de 0.2 mg/Kg se supera más de 10.000 veces en ambos lugares, situación sumamente preocupante pues las guañas son consumidas regularmente.[6]
Este estudio estableció que el agua de algunos esteros ya es imbebible, por la alta presencia de aluminio y de mercurio que son nocivos para la salud. Ante esta situación algunos pobladores deciden hacer frente a la minería ilegal y se toman las principales vías del cantón con el argumento de que las aguas de la región se encuentran altamente contaminadas. Esto se convierte un importante problema cuando vemos que hoy día (según el último censo) el agua que procede del río nutre en el cantón Eloy Alfaro al 38.91% de las viviendas, mientras que en San Lorenzo el 15.42% de las viviendas dependen de los ríos para la obtención de agua. Y el problema se agudiza si tenemos en cuenta que los peces de esos ríos son la fuente principal de alimentos de muchos hogares de la región.
En este punto ya se puede hablar, entonces, de la fusión entre el daño ambiental y la violencia, puesto que para nadie es una mentira que los promotores de la defensa del agua y algunos presidentes parroquiales que se declararon como defensores de la misma se encuentran amenazados por los sicarios locales, bandas sicariales que hoy día se encuentran organizadas de manera mixta con sicarios y/o paramilitares colombianos, lo que ha traído como consecuencias que la tasa de homicidio en la provincia de Esmeraldas a 2010 equivalga al 11% de los homicidios a nivel nacional. La tasa de homicidios en 2010 por 100 000 habitantes fue de 61.6, tasa que ha venido en aumento desde 2005 como se observa en el siguiente gráfico.
Tasa de homicidios frontera norte[7]
El Estado ecuatoriano en el año 2011 intentó hacer frente a la minería ilegal y a la economía ilegal que circula en la región a manos de los sicarios, con una acción militar conjunta donde destruyó casi 200 retroexcavadoras que se encontraban en los frentes mineros ilegales, pero ello no detuvo la extracción minera, sólo cambió los horarios de extracción puesto que se comenzó a realizar de noche. El problema, en sí mismo, no es acabar con la minería ilegal, acabar con el narcotráfico o con el sicariato, sencillamente la población del norte de Esmeraldas no cuenta con las condiciones estructurales propicias que le hagan frente a la pobreza y, por el contrario, se ven abocados a vivir de la minería, trabajar para el narcotráfico, vender sus tierras y rebuscarse la manera de poder vivir.
Por lo tanto, la violencia estructural en la región se presta para que el capital extractivo y el sistema de acumulación se reproduzca de diferentes maneras. La minería aparece como un sistema de acumulación extractivista, pero si vemos la violencia como un sistema estructural que permea las formas económicas de la región permitirá entender que el sistema de acumulación del capital extractivista de la palma de alguna manera está cómodo dentro de la violencia estructural y la pobreza de la región. De ahí, entendemos por qué se puede hablar en la región de una acumulación desposesiva que se refleja en la compra de tierras y de territorios comunitarios sin que nadie diga nada y que el silencio reine en la región. Así mismo, la implementación de la minería “legal” en la región aparece como resultado de ese sistema acumulativo desposesivo que tiene la minería ilegal, por lo cual ésta minería “legal” deviene del mismo patrón de acumulación y, por lo tanto, reproducirá las mismas consecuencias en términos ambientales y sociales. Por esta razón, la promesa del “desarrollo” y del “progreso” para la región se seguirá postergando y en años próximos veremos como el sistema de acumulación ofrecerá una nueva promesa que devendrá en la explotación petrolera en la región.
[1] Licenciado en Ciencias Sociales, investigador y candidato magister en integración por la UASB Ecuador, y en sociología de la FLACSO Ecuador.
[2] Fuente del ESPAC
[3] IIRSA, Análisis del Potencial de Integración Productiva y Desarrollo de Servicios Logísticos de Valor Agregado de Proyectos IIRSA (IPrLg), Marzo de 2010, pag. 96
[4] La comuna rio Santiago-Cayapas es un territorio comunal afro—ancestral el cual se encuentra ubicado en los cantones Eloy Alfaro y san Lorenzo y cuenta con una extensión de 40.000 hectáreas.
[5] PUCESE, Análisis de los impactos y conflictos provenientes de la actividad aurífera en la zona norte de la provincia de Esmeraldas para la construcción de paz en las comunidades afectadas. Provincia de Esmeraldas, Ecuador, 2011
[6] Ibid, pág. 138
[7] Victor Llugsha, Gobernanza de la seguridad ciudadana en la frontera norte del Ecuador. En: Carrion y Espín. Relaciones fronterizas: encuentros y conflictos, Ecuador, FLACSO, 2011, pág. 147
Excelente artículo. Desnuda lo profundo, lo real, lo que nadie quiere ver y corrobora mi artículo http://jrodrigueztorres.blogspot.com/2011_05_01_archive.html