EL CAOS EN EL BANANO*
Por Jorge Toapanta Vera
Ha transcurrido bastante tiempo desde la firma en Ginebra del Acuerdo que puso fin a las disputas comerciales que 11 países productores de banano de América Latina mantenían en la OMC, sobre el régimen de importaciones de dicha musácea al mercado de la Unión Europea y la situación económica de los productores ecuatorianos en vez de mejorar empeora cada día y lo que es peor, nada asegura a los productores, trabajadores ni a las exportadoras nacionales el viaje que realizará el próximo 2 de mayo a la Unión Europea, Mentor Villagomez, Jefe Negociador del Ecuador, por la posición que mantiene ante esa comunidad de naciones y por haber demostrado durante toda su carrera en la Cancillería total parcialización hacia las multinacionales.
En contrario, Colombia, Perú, y países Centro-americanos formalizaron el Acuerdo de Ginebra para aprovechar la reducción inmediata de la tarifa arancelaria de 176 euros/TM, impuesta por la traición de quienes condenaron el sistema cupo-país con tarifa de 75 euros/TM y defendieron la propuesta de multinacionales como Chiquita Brand, expresada en el sistema tariff only (tarifa única) o arancelización con una tarifa confiscatoria (arancel) de 176 euros/TM (más de $ 4 por caja).
RESULTADOS: Por haber llegado a acuerdos con la Unión Europea, cada tonelada de banano de los competidores está gravada solo con 136 euros, mientras similares cajas del Ecuador pagan 176 euros/TM, más el alto costo de la tasa por travesía del Canal de Panamá (ida y vuelta).
Por haber desafiado a la Unión Europea con jactancia torpe y absurda, presentando paneles y más reclamaciones ante la OMC, el Ecuador mantiene en el mercado comunitario condiciones muy desventajosas y discriminatorias en sus ventas, que lo obligan a bajar el precio de la caja.
En el gobierno de la Revolución Ciudadana cuatro Ministros han pasado por el Ministerio Agricultura. Ahora ocupará dicha cartera de Estado, otro que sin ser especialista tendrá que enfrentarse una vez más a la incomprensible negligencia de cuatro años en que no se aprovechó las ventajas arancelarias obtenidas por los países que son nuestros competidores.
Muchos agricultores bananeros que han sufrido en carne propia la política bananera desacertada que se viene aplicando, hubieran afrontado en mejores condiciones los problemas externos del sector, si les hubieran permitido intervenir con el conocimiento que ostentan en la comercialización internacional del banano.
En el Ecuador más de un millón y medio de puestos de trabajo genera esta actividad en labores de cultivo, fertilización, riego, transporte, actividades conexas, portuarias, etc.
En el último quinquenio sus resultados adversos, se resumen así:
a) Pérdida del poder adquisitivo de la compra del banano, ya que en el 2005 bastaban 98 TM de banano para adquirir un tractor mediano, mientras en el 2011 fueron necesarias 125 TM para obtener el mismo bien: La capacidad de compra de la fruta sufrió un menoscabo del 30%, un millón y medio de hogares que dependen de esta actividad, se empobrecieron en ésta proporción;
b) La ingenua política de la Cancillería ecuatoriana favorece a tres trasnacionales extranjeras que concentran el 80% del comercio mundial;
c) A pesar del doble efecto positivo, somos víctima de la indiferencia y oposición de la Cancillería a negociar acuerdos de comercio que favorezcan a los agricultores, trabajadores, campesinos y al país; y,
d) Existe total ausencia de estrategias, prioridades y metas para mejorar las relaciones internacionales.
Fácilmente se advierte que el Ministerio de Relaciones Exteriores que ha sido visiblemente estropeado, no está en capacidad para afrontar problemas de Comercio Exterior; porque, además, afronta un desfase por más de cuatro décadas, porque sorpresivamente éste Gobierno que proclama la patria altiva y soberana, sin fundamento alguno, eliminó al Ministerio de Comercio Exterior, entidad que durante 44 años generó significativos aumentos y efectos positivos en el ingreso nacional.
El Ecuador es el único país en el concierto mundial de las naciones que no dispone de un Ministerio de Comercio Exterior, porque inexplicablemente sus tareas y responsabilidades fueron transferidas a la Cancillería, cuyos personal ostenta una preparación académica distinta para afrontar negociaciones: Se privilegiaron relaciones políticas con países de producción competitiva y escasa capacidad de demanda. Por compromisos con el capital multinacional y el gran empresariado nacional se oponen a mejorar relaciones comerciales con la U.E. que favorezcan al pueblo, cuando además del aspecto positivo que genera este mercado con el incremento de ventas, se debe tener en cuenta las negociaciones otorgadas por la U.E. a 50 países ACP de África y de otras áreas geográficas.
No podemos perder de vista que en la lista de productos incluidos por la U.E a favor de los países ACP (África, Caribe y Pacífico) con exención de derechos de aduana y de exacciones de efecto equivalente, obtenidas desde el Acuerdo de Lome, más un paquete de 200 millones destinados para mejorar su competitividad, (tiene implicaciones en la Ronda de Doha), también constan productos similares al que ofrece el Ecuador pertenecientes a sectores más dinámicos de la pesca, la industrialización de frutas, café, cacao elaborado, etc.; hecho que ha anulado las concesiones otorgadas al país en el SGP (Sistema Generalizado de Preferencias) de la Unión Europea.
* El presente comentario ha sido publicado en la página No. 17 de la edición de Diario El Nacional de Machala, de hoy lunes 30 de abril.
