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martes, noviembre 5, 2024

EL CUENTO DEL «99% DEL YASUNÍ O EL YASUNÍ INTACTO» por Rosa María Torres

 

«Un insignificante 1 x 1000… nos dijo el líder»

«Hace ya más de seis años, con la mayor alegría, el mayor entusiasmo, y tal vez con no poca ingenuidad, presentamos al mundo la Iniciativa Yasuní-ITT proponiendo al planeta mantener indefinidamente inexplotadas las reservas petroleras del bloque Ishpingo-Tiputini-Tambococha, más conocido como ITT, reservas estimadas en alrededor de 920 millones de barriles, que corresponden al 20% de reservas comprobadas del país. Con ello se evitaría mandar a la atmósfera más de 400 millones de toneladas de CO2, colaborando así con la lucha contra el calentamiento global».

«El día de hoy he firmado el decreto ejecutivo para la liquidación de los fideicomisos Yasuní-ITT y con ello poner fin a la Iniciativa Yasuní-ITT. De igual manera, en el referido decreto ordeno la elaboración de informes técnicos, económicos y jurídicos, para de acuerdo con el artículo 407 de la Constitución solicitar a la Asamblea Nacional la declaratoria de interés nacional al aprovechamiento de petróleo en el Yasuní, utilización que afectará – escúchenme bien, pueblo ecuatoriano, y en especial jóvenes queridos – menos del 1% del Parque Yasuní, un parque que tiene más de 1 millón de hectáreas».

«La elección es: 100% el Yasuní y nada de recursos para combatir la miseria, o al menos 99% del Yasuní, un Yasuní intacto, y 18.000 millones de dólares para combatir la miseria, para dar a nuestra población los servicios que merece, que por tanto tiempo se le han negado. Creo que es demasiado clara la elección».

– Rafael Correa, Cadena nacional (video, 15 agosto 2013)


Mediante cadena nacional, Rafael Correa anunció el fin de la Iniciativa Yasuní-ITT y la decisión de recurrir al «Plan B», es decir, seguir adelante con la explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní, en la Amazonía ecuatoriana.

La Iniciativa Yasuní ITT, lanzada por el gobierno en 2008, proponía dejar bajo tierra el crudo en los bloques del ITT (Ishpingo, Tambococha y Tiputini) del Parque Nacional Yasuní, una de las zonas más biodiversas del planeta. A cambio, se esperaba que la comunidad internacional – en un gesto de co-responsabilidad en la lucha contra el cambio climático – contribuyera USD 3.600 millones, equivalentes al 50% de los recursos que percibiría el Estado por explotar el petróleo en esa zona. La recaudación efectiva, no obstante, fue mínima: USD 13.3 millones,  el 0.37% de lo esperado, según reveló Correa en la cadena nacional.

El Parque Nacional Yasuní, creado en 1979 y cuya extensión es de 982 mil hectáreas, fue declarado en 1989 Reserva Mundial de la Biósfera por la UNESCO.

La nueva Constitución (2008) reconoce derechos a la naturaleza y se preció de ser la primera en el mundo en hacerlo. El artículo 57 establece que en los territorios de los pueblos en aislamiento voluntario, como los que habitan en el Yasuní, «estara? vedada todo tipo de actividad extractiva». La Iniciativa Yasuní ITT concitó gran atención internacional y un altísimo respaldo nacional. «Si no se lograra recaudar el dinero suficiente que compensa al Ecuador por no explotar el petróleo del campo ITT, ¿estaría ud. de acuerdo con que se explote el ITT?» preguntó una encuesta de Perfiles de Opinión en julio 2013, un mes antes de la decisión presidencial de cerrar la Iniciativa. 66.3% de los encuestados (muestra en Quito y Guayaquil) dijo NO.

 
Correa justificó la decisión de abandonar la Iniciativa como indispensable para «superar la pobreza» y aseguró que la explotación se hará:

a) en una zona mínima («menos del 1% del Parque Yasuní», posteriomente cambiado a «1 x 1000», «99 % del Yasuní intacto») y
b) con tecnología de punta para minimizar los impactos ambientales.

El 1% que completa el 99% es el que, según establece el Decreto Ejecutivo 74 del 15 de agosto, será el área a explotar. Artículo 5: «En caso de que la Asamblea Nacional autorice la actividad extractiva, ésta no podrá desarrollarse en un área superior al 1% del Parque Nacional Yasuní».

 
Ambos argumentos – la «mínima huella» (el 99% intacto, el 1 x 1000) y el mínimo daño ambiental (la «explotación responsable» con «tecnología de punta«) – han sido cuestionados y rebatidos por expertos en el tema. Y ambos han sido tomados justamente como ejes de la propaganda gubernamental para convencer al pueblo ecuatoriano de la inevitabilidad de explotar el Yasuní ITT (pasar abruptamente del «Yasunízate» de la Iniciativa al Des-Yasunízate post 15 agosto 2013). 
 
El «99% del Yasuní intacto» no existe. Como indicó el mismo Presidente Correa en la cadena nacional, «actualmente operan cuatro explotaciones petroleras en el Parque Yasuní». Lo que no dijo es que esa actividad petrolera tiene ya tomada más de la mitad del Yasuní. En verdad, la Iniciativa Yasuní-ITT se refería únicamente a los campos ITT, los cuales ocupan una mínima parte del Yasuní. Ahí, la primera gran falacia, el primer gran engaño.

«Según las cifras, el 60% del Parque Nacional Yasuní está afectado por las actividades petroleras y son evidentes los impactos sociales y el aumento de la conflictividad, porque los cantones donde se realiza la explotación hidrocarburífera son los más pobres de Ecuador; las comunidades locales dependen de las compañías petroleras, y éstas, para tener su aceptación y paz social, proponen dinero»… «La explotación responsable no existe, aumenta la conflictividad social».
Matthieu Le Quang, asesor del gobierno de Correa, participó en la elaboración del Plan Nacional del Buen Vivir, entrevista en el diario gubernamental El Telégrafo, 15 julio 2013.

Así pues, la afirmación y la oferta presidenciales no tienen asidero. No obstante, sobre ese engaño se ha montado la propaganda gubernamental que consume la sociedad ecuatoriana. Incluso, ¡el 99% se ha inflado posteriormente a 99.9%!. 

 

#YasuníVive
«99.9% del Yasuní intacto.
El Yasuní Vive.
Millones de personas vivirán mejor».
Una mínima huella para que el todo viva.


Este es el encabezado de la nueva página oficial sobre el Yasuní que sustituyó a la de la Iniciativa Yasuní ITT. Y estos son los textos y consignas abundantemente utilizados en cadenas, enlaces ciudadanos, cuñas radiales, posters y spots televisivos de la Secretaría Nacional de Comunicación (SECOM). El video «La Huella», cuyo protagonista es un bebé, eleva la promesa al «99.9% del Yasuní intacto». Un spot reciente ofrece «99% intacto. 100% vida. Y más desarrollo para los ecuatorianos». «El Sueño Ecuatoriano», elaborado mientras estaba vigente la Iniciativa Yasuní-ITT, incluia «dejar el petróleo bajo tierra para mantener esto intacto» y viene siendo usado para promover la reelección presidencial en 2013, aunque esa parte del «sueño» ya la dan por borrada Correa y el movimiento gobernante.

 

Análisis, estudios, argumentos, debates, han podido poco frente a la fenomenal campaña gubernamental de propaganda. Mucha gente repite las consignas gubernamentales sin entender mucho ni el tema ni la danza de los números. De hecho, la batalla por el Yasuní ha contribuido a poner en evidencia la bajísima cultura matemática de los ecuatorianos, incluida la del Presidente de la República. Cada quien usa y entiende el número mágico como le parece. Como no podía ser de otro modo, la «mínima huella», el «99%», el «99.9%», el «1×100», el «0.01», el «0.05», etc. (de no se sabe bien qué), han nutrido el humor de los ecuatorianos y se han plasmado en numerosos chistes y caricaturas (abajo una muestra).

fuente: http://otra-educacion.blogspot.com/2014/03/el-cuento-del-99-del-yasuni-o-el-yasuni.html

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