El informe a la nación más bobo de toda la historia republicana

Por Hugo El Búho

Más allá de las plataformas que usó por zapatos el niñato sin luces, y de querer llamar la atención por ese hecho, para que todos hablen de los tractores con suela y no del informe a la Nación. Más allá de analizar que el tipo tiene -a pesar de sus millones- un complejo de inferioridad, porque no es posible que el mundo se percate que su esposa sea 10 cm más alta (en el país hay algunos Carlos Vera que buscan estar un poco más arriba que sus interlocutores), lo importante del locro es lo que dijo en el informe, o, mejor dicho, lo que no dijo. O, esbozado de otra manera: todo lo que mintió el 24 de mayo.

Más que un informe a la Nación fue un acto de campaña adelantada: propaganda de él y su partido por doquier, cientos de cartones con su boba imagen en banda presidencial, gente con banderas de su movimiento.

Es sabido que sus permanentes tiktoks, tanto de él como los de su esposa, Lavinia, no están dirigidos a un público adulto o formado o informado. No. Están dirigidos a una población joven, despolitizada, que vive en redes sociales, y a la que hay que deslumbrar con videos divertidos, bobos, insulsos y de mal gusto. Y claro, a miles de fanáticos que se creen cada cuento que les disparan como vitamina diaria.

El informe duró 27 minutos. 14 minutos de videos y 13 de una lectura sosa, pobre y estúpida. Es sabido que el niñato no es capaz de elaborar una frase bien pronunciada sin telepronter. La nueva política la llaman. Quieren hacernos creer que ser idiota es lo de hoy, que no explicar un argumento es lo cool. Así son los millonarios: de pocas palabras. La buena retórica es para los vagos que no producen. Porque como los ricos ya son ricos no van a robar, para qué alargar el cuento.

Es obvio que -con todos sus millones- buscaron traer gente de algunos lugares para dar la apariencia de que un pueblo lo apoya: un aporte mínimo, unos sánduches y la posibilidad de visitar Quito de a gratis. Porque gente empobrecida, a la que le ofrecen una migaja, se ve en todos lados. Y un millonario que sabe cómo explotar a los trabajadores -su familia es experta- es pan comido. Más que un informe a la Nación fue un acto de campaña adelantada: propaganda de él y su partido por doquier, cientos de cartones con su boba imagen en banda presidencial, gente con banderas de su movimiento. Y así. ¿Dónde estará el chuchumeco del Consejo de Participación para que le ponga una denuncia? Rayos, no es correísta o similares.

Sus cinco mil caracteres frente al micrófono fueron para vendernos humo. Que el plan fénix funciona, que ahora tenemos paz, que él ha hecho lo que no pudieron los anteriores gobiernos, que hay más empleo, que el país se hace respetar asaltando Embajadas, que los asesinatos y sicariatos casi han desparecido, que la gente lo ama y que los policías y militares son los héroes. Es decir, vivimos en un país parecido al paraíso con unos cuantos sufridores que lo cuestionan.

Los medios tradicionales, en su gran mayoría, no llaman a las cosas por su nombre. Se llenan de eufemismos para disfrazar el informe como pragmatismo, política de los nuevos tiempos, sensatez para no aburrir, informe que rompió esquemas, etc., etc. Si existieran medios que valen la pena, los titulares serían demoledores: “Presidente mintió 11 de los 13 minutos que habló”. “Noboa vive en una burbuja como si Ecuador quedara en Miami”. “El presidente de la República es un soberano bobo protegido por los medios y la Embajada”. O algo así.

Mentiras, mentiras y más mentiras. Pero bueno, tiene -dicen las encuestadoras- un 60% de aprobación y es casi seguro que se va a reelegir, a no ser que prime la sensatez. Claro, primero quiere deshacerse de su vicepresidenta, y para ello recurrirá a todos los medios posibles e imposibles. Se inventarán leguleyadas y, seguro, ya tiene algunos jueces de su lado. Además quiere instalar a su pana en el Consejo de la Judicatura. Así funcionan los autoritarios y, si tienen poder, dios nos libre.

En resumen, no era necesario tanto despliegue para el informe a la Nación. Bastaba un tiktok. Punto final.

Así funcionan los autoritarios y, si tienen poder, dios nos libre.

Fotografías: La Línea de Fuego, web.