En general lo que suele suceder en los eventos electorales es que la propaganda, el mercadeo de imágenes y ofertas, la manipulación mediática, los efectos que tienen sobre la conciencia son mostrar solo lo que quieren los candidatos, y eludir, encubrir, lo que no quieren enseñar, es decir los intereses en juego.
Hay que comenzar diciendo esto, para ser justos con nosotros mismos. Porque un evento electoral no solo es un hecho propagandístico. Es una confrontación para legitimar un dominio, una hegemonía. Es un lance cruzado de intereses. Es un juego de poder. Y siendo tal juego de poder, lo que está por ahí moviéndose no es precisamente lo que más asoma.
La propaganda tiene, precisamente, el objetivo de encubrir los intereses reales que se disputan en este tipo de eventos. De priorizar y destacar lo aparencial para eludir lo esencial. Es así como, si se observa lo que dicen los candidatos, en general se va a estar mediadamente de acuerdo con algunas cosas, con matices por supuesto, y no tanto con otras, etc. Algunas propuestas (por supuesto no todas) no son irrazonables, sino todo lo contrario, puede ser interesante discutirlas. Pero esto precisamente puede ser parte del show, es decir, de lo que aparece y se mercadea. Porque esta no es solo una confrontación de ideas o de propuestas, sino de intereses (muchas veces inconfesables). Entonces, para ir más allá con el análisis hay que abordar esos intereses que están en juego.
La derecha oligárquica tradicional
Comencemos fijando la atención en el candidato-banquero, Guillermo Lasso. Evidentemente, por su trayectoria y en parte por el programa que está reivindicando, es el representante de la derecha tradicional, renovada, creada, re-creada ex-profeso para estas elecciones. Plantea el típico programa neoliberal adaptado al momento actual del país (libre mercado, privatizaciones, tratados de comercio, etc.), junto con una visión reaccionaria en múltiples temas como seguidor de la doctrina social de la Iglesia , pues pertenece del Opus Dei (en paralelo a Rafael Correa). Logró consolidarse como representante de la derecha en alianza con las fracciones oligárquicas tradicionales, es decir, con el PSC, con los Madera de Guerrero, con sectores de la vieja “partidocracia” como la ID y otros. Reúne a importantes segmentos empresariales.
¿Qué interés representa? ¿Qué interés puede representar? Es un banquero, ex súper-ministro de Jamil Mahuad, su ex-gobernador del Guayas al momento de la quiebra bancaria. Si Mahuad siendo un recadero de los banqueros hizo lo que hizo (decretó el feriado y el salvataje bancarios, la estatización de las pérdidas mientras protegía a los banqueros que se enriquecían con la estafa social), un banquero en el poder político por supuesto que va a ser consistente con su propio interés, empezando por ahí. Por eso es que parte de sus propuestas van en el sentido de rebajar algunos impuestos, apuntan a favorecer la inversión, especialmente la inversión extranjera con miras a la entrega de la riqueza nacional, va en pos de la defensa de la empresa privada. Representa lo que él es.
El populismo de derecha
Luego está un abanico de opciones del populismo de derecha. Comencemos con Lucio Gutiérrez. Cuando Presidente (2003-2005) fue el fiel representante de la embajada norteamericana, de los capitales gringos. Como se conoce, a los tres días de posesionado firmó la Carta de Intención con el FMI que sometió al país a sus exigencias, y siendo todavía Presidente electo se fue a prosternar frente a George W. Bush, declarándose “el mejor amigo de los Estados Unidos”: a confesión de parte, relevo de prueba, señalarían los juristas.
Gutiérrez dice que quiere regresar a la Presidencia porque reconoce sus errores y ahora sí sabe cómo hacerlo. Es decir, debe haber aprendido del gobierno actual sobre cómo debía haber hecho para que el grupo familiar se posicione, acumule capital. Está claro que hoy sería más eficiente en manejar tales intereses, los del capital transnacional y los de su propio grupo familiar. Pero Lucio Gutiérrez también se caracteriza por asumir el interés de quien le paga. Antes fue la embajada norteamericana, ahora quién sabe. No hay que perder de vista que en el poder su hermano Gilmar intentó promocionar a los capitales chinos, si bien no logró consolidar esa relación. Además, la campaña que está llevando a cabo tiene un gran contingente de automóviles, movilización y gente, es una campaña en la que está gastando una importante cantidad de dinero. Algunos compromisos se están moviendo por ahí, seguramente los intereses de petroleras, por ejemplo, que antes estuvieron con él.
Veamos la propuesta de Álvaro Noboa. Es la quinta vez que se postula a la Presidencia. El hombre más rico del Ecuador por supuesto en primer lugar representa su propio interés. Se asume a sí mismo y a su grupo empresarial que comprende más de 110 firmas que abarcan un sinnúmero de actividades. Son esos intereses los que Noboa representa y que va a gestionar, que va a tratar de fortalecer. Si él llegase a la presidencia instauraría una especie de somozato. Como se sabe, en Nicaragua los 40 años de dictadura avalada por los EE.UU. pasó de Anastasio Somoza padre a su hermano Luis y luego a Anastasio II, hijo del primero. Prácticamente instauraron una monarquía. Ellos se apropiaron de las principales riquezas nacionales, las pusieron a su nombre; es decir, como que en el Ecuador alguien se apropie personalmente de los campos petroleros.
El proyecto de Noboa va para allá, esto es, a concentrar más el capital. Y tiene unos sesgos que agudizan la cosificación, la manipulación de las necesidades populares. Así, en esta última campaña se pasa cargando colchones, sacos de arroz, y demás, para ir regalándolos. Hace un par de campañas era aún más burdo, pues se paraba en la esquina de algún barrio popular y regalaba directamente dinero, pagando los votos, corrompiendo, comprando las conciencias. Hoy vuelve a hacer exactamente lo mismo. Es así como él entiende la política. Como un ejercicio de dominio.
La tercera opción dentro del populismo de derecha es el PRE. Su candidato presidencial es un pastor evangélico, pero más allá de eso, es un fundamentalista. Predica posiciones ultra-excluyentes respecto de determinados grupos de la sociedad (en especial homosexuales). Si llegara a la Presidencia sería un gobierno talibán, fundamentalista cristiano.
Pero, además, es la tapadera del PRE (Partido Roldosista Ecuatoriano), que de roldosista no tiene nada, sino que más bien es el partido del ex-Presidente Abdalá Bucaram. El líder populista instauró un gobierno de corrupción descarnada. No solo comía guatita con las manos, sino que además se llevó la plata en sacos. Intentó el asalto de las riquezas nacionales, que el pueblo logró impedir, por lo que terminó huyendo a Panamá. Pero lo intentó, eso hay que reconocer.
El PRE es la expresión de ciertos sectores informales de la burguesía. De aquellos que contrabandean con grandes contenedores para abastecer los mercados informales masivos, como la calle Ipiales en Quito y la Bahía en Guayaquil. Quienes manejan ese “comercio” (por decirlo de alguna manera), ese comercio informal de gran tamaño, son los que financian al PRE. Es decir, se trata de una burguesía informal, que tiene unos métodos complicados para resolver sus conflictos.
El recambio controlado es un juego de opacidad
Seguidamente, están las opciones de recambio dentro del sistema que, incorporando nuevas sensibilidades dentro de una visión laica y/o con un lenguaje de izquierda, presentan una faz joven, renovada, incluyente, para mejor garantizar la reproducción de la dominación. La aspiración óptima que reivindican como máximo alcanza la reforma del capitalismo, con mayor o menor intervención estatal, con matices. Apuestan a cambiar algo para que no cambie nada. Aquí se incluyen desde Alianza Pais (AP) hasta Ruptura de los 25 (R25) y otras formaciones menores. Como AP merece un capítulo aparte, se va a abordar más adelante.
La Ruptura es el reciclaje de una opción de centro (como la antigua Democracia Cristiana con elementos socialdemócratas). Algunos de sus cuadros principales fueron acunados en proyectos financiados por la USAID. Según diario Expreso del 20 de febrero del 2005, “EEUU entregó 38,9 millones de USD a varias ONGs”, entre ellas Participación Ciudadana y Esquel que, con el financiamiento de la agencia norteamericana, mantuvieron proyectos donde trabajaron María Paula Romo y Norman Wray, además de César Montúfar (Asambleísta y candidato) y contaron con el apoyo de Gustavo Jalk (ex-ministro, ex-secretario particular de Correa, actual presidente del Consejo de la Judicatura ). Las propuestas de Norman Wray están en consonancia con esa perspectiva político-ideológica: hay un discurso sobre la inclusión, la transparencia y la búsqueda de consensos (justo concordantes con los objetivos de aquellos proyectos USAID) pero también habla de promover la empresa privada, de apoyar la inversión extranjera, etc.
La otra opción de centro derecha es la de Mauricio Rodas, del movimiento SUMA. Esta representa a sectores de clase media y/o de medianos empresarios que están haciendo su estreno en esta elección, donde también pretenden obtener un buen resultado sacando alguna representación. Su programa no difiere en lo esencial de lo anteriormente mencionado respecto del apoyo a la libre empresa, al emprendimiento y al pragmatismo, va más o menos en el mismo sentido, adicionando la iniciativa por el capitalismo verde.
“Revolución Ciudadana” o Rafael Correa rex: Cambiar algo para que no cambie nada
Por otra parte tenemos al candidato-presidente, perdón el candidato a rey, Rafael Correa. A estas alturas es bastante claro que representa el interés del nuevo bloque en el poder que, bajo la hegemonía transnacional, junta a buena parte del capital monopólico interno y a una fracción emergente que hace su acumulación originaria de capital desde el poder político. Esta nueva composición también cambió la centralidad que ya no la ejercen los norteamericanos, hay un corrimiento hacia los intereses chinos, brasileños, quizá. Pero sigue siendo capital transnacional. Ese es el interés hegemónico que se representa en este gobierno.
Buena parte de las principales riquezas del Ecuador están en manos (directa o indirectamente) del capital transnacional. El petróleo, con contratos renegociados en favor de las empresas transnacionales, con su comercialización intermediada por ellas, y para remate, en prenda por los préstamos chinos. La minería, las telefónicas, concesionadas. Y por esa vía el futuro que se nos ofrece es más de lo mismo: ahondar la re-primarización a través de la gran minería.
Se debe juzgar a los actores políticos, a los sujetos sociales, a los agentes económicos, no por lo que dicen ser, sino por lo que hacen. Y este gobierno evidentemente ha favorecido el interés del capital transnacional. Pero no solo. También ha beneficiado el interés de su propio grupo. Aquella fracción en ascenso que está haciendo su acumulación primitiva. Además primitiva, con métodos como los que están usando, es decir, desde el poder del Estado, de ahí la corrupción, etc.
Véanse, sino, algunos ejemplos. Pedro Delgado, primo del Presidente, compró en Miami una casa en 380 mil dólares, cuando ganaba 5 mil. Pagó en efectivo, sin haber conseguido un préstamo en Florida. Además presuntamente contrató cajas de seguridad en Rusia, tiene cuentas en Suiza, supuestamente ha hecho depósitos millonarios en Bahamas (paraíso fiscal) con la ayuda de un abogado asociado al defensor de los Isaías…
Asimismo, el préstamo de 800 mil dólares entregado sin garantías, sin nada, sin cumplir los requisitos, a un argentino respaldado por empresas estatizadas, en cinco días, rapidísimo en un país como el nuestro. Si cualquier ecuatoriano solicita un mínimo préstamo le exigen un cerro de papeles previamente y se demoran. E incluso, hay que ver si le dan el crédito…
Pero al seguir el caso, se van ligando las cosas. A Gastón Duzak le facilitaron el préstamo porque, siendo “recomendado” por un ex-compañero de Correa, era cercano a Pedro Delgado y al cuñado de éste. Es decir, del grupo que está en el poder. Por supuesto, lo que estaba en juego no eran los 800 mil dólares. Eso solo era el inicio que serviría para adquirir la empresa para participar en la adjudicación de la “billetera móvil”, una plataforma para transacciones desde celulares, que tendrían asegurada por sus “contactos”.
Existen otros datos que demuestran los verdaderos intereses que representa el candidato Correa. Así, en 2008 el gobierno recuperó con mucha propaganda los bienes de los Isaías (banqueros beneficiarios del salvataje de 1999, que estafaron a los depositantes), entre ellos EQ2, el ex-Ingenio Aztra donde hubo una matanza de trabajadores en 1977. Pero los problemas comenzaron de inmediato. Así, mientras la ex-Superintendente de Bancos, Gloria Sabando, se atrevió a dar una valoración de lo que todavía debían los Isaías en 1.055 millones de dólares (Hoy, 17/10/2009), Correa salió a desmentirla, afirmando que solo debían ser 400 millones más intereses, por lo que incluso habría que darles vuelto de los bienes incautados (Hoy, 29/09/2009). Al final, Gloria Sabando fue destituida por Alianza Pais en el (casi) único juicio político instaurado en la Asamblea , para evitar el cobro final a los ex-accionistas (Vanguardia, 7 al 13 de febrero de 2011, p. 26-28).
En este gobierno, que dice trascender al neoliberalismo, se empeñaron en re-privatizar el grupo EQ2. Después de intentar la venta sin éxito con la valoración inicial de 238,9 millones de dólares, hicieron una segunda valoración con un 20% de descuento en 191,1 millones. Vendieron el 70% de las acciones en 133,8 millones de dólares, pero el pago exigió en efectivo solo el 10%, es decir 13,3 millones, mientras el 90% fue un préstamo de la CFN a 15 años plazo y al 5% de interés. Pero además, parte de lo transferido en EQ2 fue el dinero del mismo ingenio y por los 13,3 millones les reconocieron unos papeles de la CFN al 80% del valor nominal, o sea, se convirtieron mágicamente en 16,7 millones. Prácticamente, regalaron el ingenio, ¿pero a quién? Porque un negocio así obviamente no es santo. Aparece el grupo Gloria del Perú y además Miguel Peña Valle, ex socio de los Isaías. O sea como que el ingenio volvió a las mismas manos, con tapaderas, encubierto (El Comercio, 24/10/2012). Están pasando estas cosas. Esas y muchas más.
Nos hablan de meritocracia. Como es de conocimiento público, el mismo Pedro Delgado fue presidente del Banco Central sin tener título de economista, habiéndolo falsificado. El candidato vicepresidencial de AP, Jorge Glas (ex-ministro de sectores estratégicos), ha copiado la tesis de grado nada menos que del “Rincón del Vago”. Los dos hermanos Alvarado (Secretarios de la Administración y de Comunicación, respectivamente) junto a su padre y su madre, los cuatro en conjunto con la misma tesis, se doctoraron en comunicación en una Universidad que no otorga ese título. Así de surrealista está esto. El Ministro de Recursos Naturales No Renovables no ha sido economista ni ingeniero geólogo, ni en minas, ni lo uno ni lo otro. Y esa es la meritocracia real para el gobierno. Y después nos vienen a hablar de este mito ideológico que solo sirve para justificar el darwinismo social. Y ponen cupos impidiendo a los jóvenes su ingreso a la Universidad y exigen a los profesores universitarios el Ph.D. para seguir en la carrera docente. ¿De qué hablamos? En otras palabras nos están engañando.
Por supuesto, los intereses reales no se juegan en los bonos. Estos sirven para la reproducción política, para la sujeción política de los sectores más pauperizados. Son un mecanismo clientelar. De ahí que uno de los temas centrales de la campaña ha sido el monto del bono de la pobreza. Comenzó el candidato-banquero diciendo “vamos a subir el bono de 35 a 50 USD” cuando sea presidente. Rafael Correa, como sabe muy bien de qué está hablando, de un mecanismo clientelar, se le adelanta y dice ¡ah no! no vamos a esperar a mayo, de una vez ahorita, desde enero que suba a 50 dólares, y es más, que paguen los banqueros. Por supuesto, Lucio Gutiérrez no quiso quedarse atrás, ofreció 65 dólares. Y Álvaro Noboa elevó el monto prometido a 100 dólares. Dice mucho sobre la naturaleza de la campaña cuando el manejo del mecanismo clientelar, de sometimiento de los sectores pauperizados, haya sido uno de los temas centrales de la misma.
Correa dice que está en contra de los banqueros. Sin embargo, la banca ganó 393 millones de dólares el año 2011 (El Comercio, 26/01/2012), como nunca antes; y ganó 314 millones de dólares en el 2012 (El Comercio, 25/01/2013). Pero esto ha venido sucediendo desde hace algunos años. Es decir, a contramano de las declaraciones, con el gobierno actual la banca indudablemente ha mejorado mucho sus utilidades.
Es más no solo la banca ha ganado, también el resto de grandes grupos son más prósperos. Según el SRI, en el 2006 los 42 grupos económicos tuvieron ingresos de 12.600 millones de dólares, es decir el 30,2% del PIB. Para el 2010 ya eran 75 los grupos económicos con ingresos de 25.400 millones de dólares, el 43,7% del PIB.
Este gobierno habla de revolución. Una revolución es un proceso masivo, de empoderamiento masivo de la población sobre sus propios intereses. O sea, en el Ecuador no hay revolución por ningún lado. La constatación inmediata es solo ver lo que pasa en la calle. No existe tal revolución. El gobierno habla del socialismo del siglo XXI. ¿Esto es el socialismo del siglo XXI? El interés del capital transnacional, de los grandes capitales, de los grupos monopólicos internos y finalmente de la fracción que está en el poder, de esa fracción en ascenso que está acumulando mediante todos esos métodos corruptos, todos repartiéndose la riqueza nacional. ¿Eso es el socialismo?
Es más estamos yendo hacia una concentración de poder fenomenal. Correa quiere, si es posible, dominar aún más. Manda en el Ejecutivo, en el poder Judicial, en el de participación, en la Contraloría , ya tiene un alto control sobre la Asamblea Nacional. Sin embargo quiere tener más diputados, es decir, concentrar más poder. ¿Por qué tanta obsesión por él? Solo puede ser para un ejercicio autoritario del poder. Busca ahondar el carácter bonapartista de su gobierno no solo por sus características personales. Lo que está en juego es el interés económico; lo fundamental, el potencial minero del país que asciende a 185 mil millones de dólares (El Comercio, 5/03/2012). Eso es lo que está en juego. El reparto de la riqueza minera, quién la reparte. Por esto es la lucha a muerte que hace Correa, por eso concentra y trata de fortalecerse en el poder. Porque sabe que la opción de la minería a gran escala va a generar fuerte resistencia social. Entonces, quiere controlar más poder para reprimir. Busca consolidar el régimen político que requiere la gran minería: el autoritarismo y la criminalización de la protesta social.
El código penal integral que está en espera es una muestra fehaciente de eso. En dicho cuerpo legal el gobierno propone ampliar el universo de delitos creando muchos nuevos tipos penales. Es decir, se inventan nuevos delitos para reprimir.
Izquierda
Finalmente, está Alberto Acosta que representa a sectores de la izquierda. ¿Qué intereses están detrás? Le apoyan los grupos sociales, los movimientos sociales que por años han resistido la ofensiva del capital. Están los indígenas, los maestros, los trabajadores, los intelectuales, etc. De alguna manera Acosta representa ese arco de movimientos sociales que lucharon contra el neoliberalismo y que hoy son combatidos y perseguidos por Rafael Correa. Pese a tener propuestas interesantes, el programa que les une aún se ha quedado en la reforma, incluso limitada, pues no se reivindica con fuerza la recuperación de las riquezas nacionales, o la necesaria reforma constitucional (para limitar el hiper-presidencialismo por ejemplo), entre otros aspectos.
Como que ha faltado hacer una campaña de más profundidad, denunciando los intereses en pugna, por ejemplo. Una campaña debe servir para situarse política e ideológicamente, para posicionar un programa; y en gran parte esta campaña se ha sesgado por la fuerza que tiene el candidato-presidente y también por la propaganda. Por la falta de meterle un poco más de polémica al asunto, desde un punto de vista político – ideológico. Eso es lo que quizás ha faltado.
Voto nulo y/o voto en blanco
Finalmente, hay quienes dicen que se debe votar nulo o blanco. Las reglas están hechas para que eso le sirva al que alcance la mayor cantidad de votos. El artículo 143 de la Constitución establece que “no será necesaria la segunda votación si el binomio que consiguió el primer lugar obtiene al menos el cuarenta por ciento de los votos válidos y una diferencia mayor de diez puntos porcentuales sobre la votación lograda por el binomio ubicado en el segundo lugar”. Es decir, si del 100% de votos, el 10% fueran nulos y blancos, quedarían el 90% de votos válidos. Con eso Rafael Correa necesitaría obtener solo el 36% de los votos para ganar en la primera vuelta. Es decir, los votos nulos y blancos le sirven al que obtenga el primer lugar. Estas son las reglas puestas por la Constitución de Montecristi.
Entonces, los intereses en juego no son los que aparecen en los medios de comunicación. No son los que posicionan los candidatos. Peor aún, no son los que promociona la propaganda. Tienen que ver con las perspectivas de manejo de la riqueza y del poder. Buscan construir legitimidad para un ejercicio de hegemonía determinado.
Quito, febrero de 2013
* Economista. Profesor de la Escuela Politécnica Nacional, Quito.
q payasada de analisis con todo respeto, siquisiera algo tan simple prendo la tv y listo, se supone que aquise publucan articulos serios
Al fin un comentario sesudo con información veraz!
los pocos dueños de tierras, no esperaremos más que el gobierno actual siga comprando votos con bonos de “pobreza” de cincunta centavos. Los inútiles de mandos medios ex socialcristianos, social demócratas, etc…ahora son revolucionarios reciben bonos especiales de cinco mil para arriba. Es cierto? la patria lo haremos sumando todos los racionales; así que… muy pronto no engañarán mas a los pobres porque estarán bien informados y no ingresarán los de la izquiera amargada ni los de la derecha asfixiante.