19-09-2017
Publicado por CDES – colaboración para Linea de Fuego.
En este momento en Ecuador se despliega una lucha de grandes intereses alrededor de uno de los grupos económicos más grandes del país. Una corte nacional ordenó prisión preventiva e incautación de bienes contra el empresario Juan Eljuri, principal representante de uno de los grupos económicos más ricos del país. El magnate está acusado de captar dinero ilegal, por un monto de $ 153,7 millones de dólares que habrían servido para el pago de coimas a funcionarios públicos. La translatina Odebrecht aparentemente entregó el dinero a Eljuri mediante una transacción realizada a través del South American Internacional Bank (Sai Bank), ubicado en un paraíso fiscal, Curazao, dependiente del Reino de los Países Bajos.
Parece que Juan Eljuri atravesará un trayecto judicial y mediático similar a los observados en los últimos escándalos de corrupción surgidos alrededor de los Panama Papers y Odebrecht. No obstante, este caso presenta una distinción fundamental, los principales implicados son agentes empresariales locales y no únicamente políticos sobre los que, en su momento, recayó una condena moral emanada de la opinión pública y dirigida por los medios de comunicación masivos, a los que parece no haberles causado interés informar sobre las instituciones y poderes que hacen posible la “corrupción”, publicitando la noticia como si se tratará de un nuevo escándalo que salpica ahora a un “reconocido empresario”, y sin que hagan una sola mención sobre los mecanismos estructurales que han abierto la corruptela sistemática. Peor aún, no se menciona nada sobre el rol de los paraísos fiscales en los procesos de consolidación y organización de los grupos económicos que suscitan tendencias monopólicas en la economía.
Los paraísos fiscales se encuentran orgánicamente articulados al sistema financiero internacional, son consustanciales a la globalización financiera y, como es bien sabido, permiten la acumulación secreta de riqueza proveniente de delitos. Esta trama financiera es empleada por los grupos económicos para dirigir su proceso de ampliación y concentración económica, al tiempo que incrementan su poder sobre las estructuras políticas del Estado. Aunque se ha discutido extensamente sobre el rol de los paraísos fiscales en los casos de corrupción, en cambio se dice muy poco sobre sus engranajes en las estructuras económicas que generan una distribución injusta de la riqueza. Un análisis rápido sobre la posición económica del grupo Eljuri, nos muestra que estos actos de corrupción dependen de un sistema de normas, instituciones y poderes que sirven principalmente para garantizar la concentración económica, utilizando mecanismos que normalmente no son ilegales, pero debido a la desigualdad social que crean, se puede acordar que son mecanismos injustos e ilegítimos.
Según Global Financial Integrity, en Ecuador la corrupción constituye el 17% de los flujos financieros ilícitos (FFI) que alimentan mayormente a los paraísos fiscales y países industrializados; en cambio, la falsa facturación propiciada por las compañías empresariales, explica el 83% de los FFI. El país se inscribe en la tendencia mundial (20% corrupción y 80% falsa facturación) donde los agentes ejecutivos que ayudan a evadir impuestos, propician para los Estados una mayor pérdida de sus recursos, que la pérdida generada por la corrupción, el lavado de dinero y la trata de personas. En las leyes nacionales la falsa facturación no siempre está tipificada como un delito, al contrario, suelen ser transacciones comerciales que utilizan los vacíos legales y la debilidad regulatoria que ofrece el actual sistema financiero. La falsa facturación prioriza el uso de paraísos fiscales para manipular los precios de transferencia y exportar a precios bajos desde un país en donde se cobra impuestos, incluso exportando por debajo del precio de producción o el valor de la mercancía, de manera que en ese país se reduce la base imponible y se traslada la ganancia a una empresaoffshore ubicada en un paraíso fiscal donde no se paga impuestos.
Regresando a Eljuri, veamos rápidamente algunos rasgos sobre el lugar que ocupa en la correlación de fuerzas de la economía para brindar pistas sobre el significado que tiene los últimos acontecimientos sobre el grupo. El Catastro de Grupos Económicos del año 2017, elaborado por la autoridad tributaria ecuatoriana (SRI)[ii], estima que el grupo económico Eljuri tiene bajo su propiedad por lo menos 428 empresas, juntas suman un patrimonio neto mayor a los $ 4 649 millones de dólares, 5% del PIB del Ecuador. De los grupos económicos del país, Eljuri es el que registra el mayor número de empresas que se encuentran domiciliados en paraísos fiscales, el 14% de todos sus integrantes son entidades offshore. Sólo en los registros de losPanama Papers se descubrieron 39 integrantes y empresas relacionadas al grupo[iii].
La vinculación de empresas con paraísos fiscales es suficiente para presumir que potencialmente se encuentra en una posición aventajada para evadir o eludir el pago de tributos. Los paraísos fiscales sirven para, tarde o temprano, no pagar impuestos o esconder riqueza. El SRI informa que Eljuri no reportó en todos los casos el último nivel de su composición societaria según lo exige la Ley, lo cual es fundamental para establecer el beneficiario efectivo de una transacción financiera y permitir a las autoridades conocer cual es la persona responsable.[iv]
La elusión fiscal permite reducir ilegítimamente la presión tributaria sobre los ingresos. La carga tributaria del grupo Eljuri apenas alcanzó 1.86%, mucho menor que el promedio estimado en 2.29%. El SRI consideraque una presión tributaria baja es ya una razón para incrementar los controles sobre una entidad empresarial o sobre su conglomerado, pero es incierta la efectividad de estas medidas frente a los múltiples mecanismos de planificación fiscal agresiva que utilizan las compañías para evadir impuestos, y cuyo uso es más peligroso cuanto más grande es la concentración monopólica de sus actividades de producción, circulación y comercialización. A pesar de que el grupo Eljuri ocupa el tercer puesto en el ranking de mayores grupos económicos del país, en cambio ocupa el lugar 108 en el puesto de mejor carga tributaria, es decir: es campeón en concentración económica aunque ocupa uno de los últimos lugares en la carga tributaria.
Eljuri desplegó su poder económico en base a las actividades comerciales importadoras. Pero en su proceso de diversificación, se ha convertido en un arquetipo de la burguesía trípode, soportada por tres piernas: capital comercial, bancario e industrial. Tan sólo el conocido Almacenes Juan Eljuri, vendió $ 93 millones durante el 2016, en cambio sus concesionarias de venta de vehículos, Asiauto y Kia Motors, le representaron al grupo ingresos anuales por $ 110 millones; la ensambladora de automotores Aymesa (Kia y Hyundai) $ 108 millones y el Banco del Austro $ 160 millones. Los dos últimos años las ventas del grupo superaron los $ 3 777 millones de dólares y propició una salida de divisas estimada en USD 856 millones de dólares por transferencia o traslado de dinero al exterior. Entre otras ramas de actividad económica, también tiene activos productivos en medios de comunicación, clínicas y hospitales, laboratorios, aseguradoras, constructoras y agroexportadoras.
El grupo Eljuri es relativamente de reciente constitución, se consolida como grupo económico en los años 70 y por lo tanto su integración a la élite económica tiene un carácter tardío que lo mantuvo a cierta distancia de los círculos políticos y culturales de las oligarquías tradicionales. De origen libanés, la familia Eljuri no pertenece a la élite azuaya, aquella descrita por Leslie Ann Brownrigg en su libro The Lords Of Cuenca, donde definió las características de unos “nobles” que formaban una institución “agrícola-empresarial-legal-educacional-política”. Al contrario, Eljuri acumuló riqueza en base a las actividades importadoras, mientras que la élite cuencana proviene del estrato socio económico de origen colonial, el cual desplegó su poder mucho antes, forjado en base a la propiedad terrateniente.[v]
Sin embargo, sostener que Eljuri representa una burguesía nacional “no oligárquica”, sería cometer un error ingenuo. En 1965 Almacenes Eljuri empieza a crecer en base a alianzas con el capital extranjero y con otras familias azuayas, principalmente las que estaban relacionadas a la banca, poco a poco se constituyó en el núcleo hegemónico regional, superando o absorbiendo las actividades económicas de familias como Malo, Cordero y Vásquez, que sobre una base terrateniente habían desarrollado actividades manufactureras y agroexportadoras: Embotelladora Azuaya, Metálica Ecuatoriana, Desarrollo Agropecuario.
Pero no fue la competencia industrial (tampoco agrícola) la que permitió al Eljuri escalar a los primeros lugares del ranking de las mayores empresas del Ecuador, su concentración de capital tuvo siempre como centro el sector importador y financiero. Eljuri es un modelo de sector rentista alrededor del cual se articula sólo secundariamente el sector productivo, y constituye una burguesía tardía que ganó hegemonía en base a su concentración sobre el capital importador, desplazando del control bancario azuayo, a otras familias cuya fuerza, hasta finales de los años setenta, estuvo soportada por las actividades agroexportadoras y manufactureras.
Actualmente, sobre su integración oligárquica hay que señalar las relaciones intergrupos que ligan a Eljuri con otros grandes grupos económicos como Danec, Holdingdine Corporación Industrial y Comercial, Hotel Colón y Pica Plásticos Industriales; todas ellas propietarias de cientos de otras empresas[vi]. Muy rápido la familia adquirió la actitud de los grupos oligárquicos: favorables a la desregularización de la economía, la presión a la baja sobre los salarios, la reducción de impuestos directos y la promoción de los instrumentos internacionales como los tratados de libre comercio; y ahora vemos también que comparte con todas las élites, la predilección por la extranjerización de la economía, haciendo uso de los paraísos fiscales.
Otro error sería considerar que el Eljuri representa un tipo de empresarios con posibilidades de promover un desarrollo industrial y el cambio de la matriz productiva. Esta relación suele provenir de analistas empeñados en encontrar el “aliado” de clase del proyecto de modernización capitalista impulsado en manos del neodesarrollismo del gobierno de Rafael Correa. Se ha popularizado la idea de que Eljuri pertenece al grupo de empresarios que se encuentran atrás del gobierno de Alianza País, pero hay que reconocer por lo menos dos factores que hacen compleja esta relación: debido al sustrato del gobierno de Rafael Correa, surgido de los acumulados sociales anti neoliberales, fue posible que su Gobierno mantenga cierto grado de autonomía frente a los grupos económicos; y, en segundo lugar pero más importante, Eljuri representa los intereses de un sector rentista, que propicia la salida de divisas y contribuye a la desnacionalización de la economía por medio de la extranjerización de sus activos productivos, lo que lo vuelve un contradictor de los planes de cambio de matriz productiva pretendido por la Revolución Ciudadana.
¿Entonces por qué Eljuri se encontraba dentro de los aliados del gobierno de Rafael Correa? Porque Eljuri jugaba un rol en el “financiamiento de la política” de Alianza País, mediante el apoyo de campañas y la facilitación de negocios en rondas internacionales. Es necesario profundizar en el análisis, pero nos arriesgamos a adelantar una tesis que podría resultar práctica: sostenemos que Eljuri tuvo una influencia mayor en el correismo gracias a su constitución reciente, que le permitió mantener un distanciamiento relativo de los partidos políticos tradicionales de derecha y, a su vez, esto abrió lugar a la posibilidad de una alianza de un gobierno progresista con un grupo económico no-progresista, lo que fue aprovechado por Rafael Correa para mejorar su posición en la negociación con las fuerzas del mercado interno. Otra evidencia de los límites del progresismo frente a su dependencia del movimiento global del capital. Y otra evidencia del equívoco rol de las élites locales en el capitalismo tardío latinoamericano.
Aun así, esta alianza no habría sido posible sin el crecimiento del mercado interno ecuatoriano que, en ausencia de una estrategia efectiva de sustitución de importaciones, fomentó la salida de divisas vía importación de bienes industriales de consumo y bienes de capital. Esta es la única relación estructural de Eljuri con el modelo económico realmente existente del neodesarrollismo dolarizado de Ecuador. Es decir, más allá del discurso desarrollista, el grupo Eljuri sacaba provecho, poniendo en evidencia las inconsistencias del discurso con la realidad: fomentando las importaciones, otras actividades rentistas y -según las denuncias de la fiscalía- beneficiándose del lavado dinero a través paraísos fiscales, los cuales conocemos que son utilizados en el aparataje de sus negocios legales. Hacia 1972, André Gunder Frank llamólumpemburguesía a esa clase alta latinoamericana fácilmente manipulable para favorecer el modo de acumulación de las élites, aún mediante el delito, y que contribuían negativamente a la economía local, actuando como intermediadoras en la entrega de recursos y bienes de las antiguas colonias, a los países más poderosos.
Eljuri, un grupo económico criollo ampliamente extranjerizado, involucra a sus paraísos fiscales, probablemente, no sólo para actividades de corrupción. Al parecer, sus empresas offshore son piezas claves en el engranaje de sus negocios, y sabemos que las guaridas fiscales son usadas para actos ilegales o ilegítimos, lo que las estadísticas no nos permiten conocer es si los flujos de dinero del grupo son utilizados para manipular precios de transferencia y engañar al fisco. Si Eljuri estuviera siguiendo la tendencia internacional –donde los FFI por falsa facturación son mayores a los de corrupción– entonces su actual condena por “captación ilegal de dinero”, seguramente se quedaría corta frente a su potencial de evasión fiscal.
En el debate público predomina un análisis que reduce los escándalos de los ricos y poderosos, a un problema de corrupción, sin embargo esa perspectiva despolitiza la interpretación de los hechos. Al contrario, creemos que la “concentración-extranjerización-corrupción-captura del Estado” representa una forma particular en la que se manifiestan las élites económicas latinoamericanas, y por lo tanto competen a un problema político que enfrenta a los más poderosos contra los intereses, principalmente, de los más pobres.
Tabla 1.
Empresas e integrantes del grupo económico el Eljuri relacionados a los Panama Papers según la investigación del Servicio de Rentas Internas ecuatoriano
Fuente: SRI
[i] Este artículo es parte del seguimiento de Justicia Fiscal que realiza CDES.
[ii] La normativa ecuatoriana obliga al Director General del Servicio de Rentas Internas (SRI) informar sobre la conformación de los principales grupos económicos del país y su comportamiento tributario; así lo dispone el Reglamento 5 para la aplicación de la Ley del Régimen Tributario Interno.
[iii] Lista completa al final del documento.
[iv] En todo el país existen 70 grupos económicos más que no reportaron sus beneficiarios efectivos o lo hicieron de manera parcial. Hay que advertir que estas son solamente algunas las relaciones descubiertas por el SRI, en realidad es difícil conocer qué otras relaciones con paraísos fiscales podría esconder los grupos económicos pues el secretismo es uno de los principios que caracteriza estas jurisdicciones territorialesoffshore.
[v] Sobre la historia de la conformación de las élites económicas, se puede consultar “Los Grupos económicos en el Ecuador” de Carlos Pastor Pazmiño (2017), Universidad Andina Simón Bolívar.
[vi] Entre las principales empresas de estos grupos están: DANEC (Moderna Alimentos, Palmeras del Ecuador, Palmeras de los Andes, Empaqplast, Murrin Corporation, Logisplast, Ecuapalma, Sumapaz); Holdingdine Corporación Industrial y Comercial (A.N.D.E.C., Inmosolución, Hotel Marriott, Emsaairport Services Cem, Explocen); Hotel Colón (Hotel Hilton Colón Quito, Leimagencorp, Hidrosigchos, Lanafit, Hotel Barceló Salinas, Coloncorp); Pica Plásticos Industriales (Pycca, Hotel Oro Verde, Inmopica – Inmuebles Pica, Unicentro Turístico Jabucam, Grupo Unicentro Unihot, Preconsa, Ilponto)
*Investigador sobre temas de Fiscalidad y grupos económicos.
Director Ejecutivo de CDES (Centro de Derechos Económicos y Sociales)