Por Julio Oleas-Montalvo*
Viste, el negocio es ser asambleísta… ese man ha ‘comido’ hasta ahora, entre los tres hospitales, como $2 millones,” comienza la crónica periodística de Mario Alexis González sobre la “sofisticada organización criminal” comandada por el asambleísta de marras, según la pesquisa de la Fiscalía General. Lo que parece el diálogo de un thriller macabro, acotado entre el terremoto de abril de 2016 y la pandemia de covid-19 de 2020, es la cruda realidad de un país acorralado por la corrupción y en la que esa sofisticada organización ha medrado con el dolor y la desgracia de una provincia entera.