Henos aquí para decirle a la ciudadanía que sí o sí vamos a cobrar esos intereses de las tarjetas de crédito de diciembre y enero. Que el gobierno haya hecho su circo es una cosa pero que nosotros nos hagamos los sensibles es otra. Esa no es nuestra misión. Somos banqueros, fuimos banqueros y siempre seremos banqueros. La Asobanka no se amedrentará ante los gritos, insultos y demás epítetos de los amargados de siempre que vuelcan sus bajos instintos en las redes sociales. Envidiosos porque no son banqueros.
Queremos que entiendan que gracias a nosotros el país funciona. Gracias a los bancos la dolarización no se cae. Gracias a nuestra ardua labor financiera ustedes tienen dinero en sus cuentas. ¿Por qué tienen tarjetas de crédito? ¿Quién les hizo el favor de que sean alguien en la vida? Usted que nos critica, cuando abre su billetera o su cartera y mira de reojo esa tarjeta de crédito que le da estatus, que le permite comprar y consumir y comprar y consumir, ¿no se siente mejor? ¿Su autoestima no se acrecienta cuando el de alado se da cuenta que usted maneja dos, tres tarjetas de crédito? Si necesitan plata, ahí están los cajeros automáticos, a la manito. Si quieren un préstamo con apenas el 18% de interés, ahí está. Si sueñan con una VISA, tóme; si añoran una Master Card, lleve.
Y todavía nos cuestionan, nos insultan, nos gritan por doquier: ¡banqueros hijueputas! Hablan por hablar sin entender nuestro complejo papel en el mundo de las finanzas, sin conocer lo sacrificado que es ser banquero en un país de puro cholo, y no es por insultarles, pero ya lo dijo nuestro gurú de la banca, Don Fidel Egas: “los ecuatorianos son mediocres mismo, debe ser el clima lo enano del país o tanta diversidad”. En el ojo les dio. Esa mediocridad no les permite ver que lo único que nosotros hacemos es cuidar su dinero y obligarles -aunque sea a la fuerza- a ser ordenados y cumplidos y puntuales. Un Fidel Egas de Presidente y este país sería una Suiza, por lo menos.
Luego no se quejen usuarios de la banca, luego no vayan a decir que por culpa de estos banqueros estamos como estamos. Y si de última, no les gusta nuestro proceder por el bien del país, anulen las tarjetas de crédito, ¡uy, qué miedo! Vayan a sus bancos preferidos y díganles no quiero esa basura de tarjeta porque nos roban a mano armada. Vayan, ni falta que nos hacen. Por eso están como están: mediocres. Si pensaran un poquito más de lo normal fueran hasta banqueros, pero como se conforman solo con criticar y criticar, no han de llegar a nada, ni a banqueros del barrio. Ni que nos hicieran un favor con sus tarjetitas. Al contrario, deberían agradecernos por velar por sus intereses, como siempre ha velado otro de nuestros gurús, Don Guillermo Lasso. Con él de Presidente y este país sería una Suecia, mínimo.
La Asobanka es tan comprensible con los altos intereses del país, que incluso estamos devolviendo los cobros indebidos que se han efectuado desde hace algunos años, y de lo que tanto se han quejado, y con intereses. Más buenos que eso, imposible.
Que se nos escuche bien: si mismo toca devolver esas ridículas cantidades de lo cobrado por tarjetas, lo haremos bajo protesta. Pero será la última vez que devolvamos algo, aunque sea mal habido. ¿Dónde se ha visto que lagarto que trague, vomite? Necesitamos un Presidente banquero, pero urgente. Ya vendrá, dejen nomás.
Con el cariño y el respeto a la ciudadanía de siempre.
Asobanka