Por Jaime Chuchuca Serrano*
Al Che Guevara se le atribuye la frase: “pensamos que tomamos La Cabaña, pero La Cabaña nos tomó”, en referencia a que en la Revolución Cubana habían tomado una cárcel de la dictadura de Batista, sin embargo, su estructura disciplinar e incluso la ideología de la cabaña se coló en las fuerzas de la guerrilla.
Se ha extrapolado esa frase para meditar sobre las fuerzas políticas que al llegar al gobierno o al poder del Estado creen que lo van a cambiar todo y terminan formando parte del orden social. En filosofía política se conoce a este proceso como la fetichización del poder: se piensa que las personas nada más manejan el poder, cuando el poder los maneja a ellos.
Daniel Ortega se unió tempranamente al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y luchó contra la dictadura de Anastasio Somoza. Estuvo siete años preso por actividades subversivas y fue liberado en un cambio de rehenes con funcionarios de Somoza. En 1979, Somoza deja Nicaragua ante el avance sandinista y se constituye el Gobierno de Reconstrucción Nacional del cual Ortega formó parte. En 1984, Ortega ganó la presidencia (1985-1990) con el 63% de la votación. La revolución sandinista pasó de la fuerza de las armas a la legitimación electoral. Mientras tanto EE.UU. financió la contrarrevolución, La Contra, en el país. El videojuego de Nintendo Contra es parte del ardid de la industria cultural dirigida a los niños en esos años.
En 1990, Ortega perdió las elecciones y pasó a la oposición. En 2006 regresaría a la presidencia (2007-2012) tras su quinta postulación con el 37,9% de la votación. En este período fueron reconocidas sus acciones por la gratuidad de la educación y la salud, pero así también las movilizaciones de trabajadores y empleados por reducciones salariales. En 2011 obtuvo el 62% de la votación y empezó su tercer mandato (2012-2017). En 2016 llegó a tener la votación más elevada 72,9% para su cuarto mandato (2017-2022).
Ortega ha sido criticado por su violación de los derechos de expresión y la persecución de los adversarios políticos y de líderes de las movilizaciones. En estos días ha apresado hasta 19 opositores, entre ellos, a cinco candidatos presidenciales y trece dirigentes, incluyendo ex sandinistas: Víctor Tinoco, Dora María Téllez y Hugo Torres. Nicaragua está 5 meses de las elecciones presidenciales.
Todas estas acciones se avecinan ante las elecciones presidenciales de noviembre de 2021, a las que Ortega quiere llegar a un quinto mandato. Los estudiantes universitarios han dicho sarcásticamente que Ortega pasó de ser un combatiente sandinista contra Somoza a superar a Somoza quien estuvo 16 años al mando del gobierno. Ortega creyó tomar La Cabaña, pero parece que fue La Cabaña fue quien lo tomó.
“Ortega ha apresado a cinco candidatos presidenciales y trece dirigentes, incluyendo ex sandinistas”.
*Jaime Chuchuca Serrano es abogado, licenciado en Ciencias Políticas y Sociales, licenciado en Ciencias de la Educación, en Filosofía, Sociología y Economía. Magíster en Sociología. Doctorando en Ciencias de la Educación.
Ortega es el Somoza del Siglo XXI