9.5 C
Quito
viernes, noviembre 22, 2024

LA CAIDA DEL PRIMO. por Felipe Burbano de Lara

25 de diciembre 2012 El Hoy <www.hoy.com.ec>

S i la caída del primo constituye un grave daño a la revolución –como señaló un apesadumbrado presidente de la República vía tuiter- se debe a que constituye una reivindicación de la prensa independiente y una señal muy clara de que el país debe ser mas cuidadoso con quienes han proclamado el discurso de las manos limpias. No se trata de tachar a este Gobierno sin más de corrupto, pero sí impugnar su poca predisposición e interés por aclarar denuncias fundamentadas. En el fondo, se trata de proteger al líder de las posibles corrupciones dada la extrema personalización del poder. Al comprobarse como verdadero lo que los medios independientes venían sosteniendo de Delgado, quien sale golpeado es Correa. Si invirtiéramos la lógica polarizante del mandatario, y lanzáramos en contra suyo todo lo que el dijo a propósito del caso Delgado –llegó a sostener que se trataba de un linchamiento mediático detrás del cual había billete- entonces Correa queda muy mal. Todas sus palabras se vuelven contra él mismo como dolorosos dardos. Por eso, efectivamente, es un día triste para la revolución. Delgado se volverá un punto donde la postura de quienes gobiernan encontrará un lugar de inflexión. Por ejemplo, será difícil que Alexis Mera defienda al Gobierno de las varias denuncias de corrupción o manipulación de la justicia teniendo casi como único estribillo el de la politización de cada uno de los casos, tal como lo sostuvo en una entrevista con Diego Oquendo.

Todo cambia de perspectiva tras la caída del primo. Por ejemplo, el canciller, muy suelto de huesos, sin mirarse siquiera al ombligo, declaró que la revolución no admitía     conductas como la de Pedro Delgado. Una pregunta para el impoluto Patiño: ¿desde hace cuánto tiempo sabía la revolución que el título académico de economista del primo era falso? ¿Cuánto tiempo sostuvieron a Delgado en el poder a pesar de que las universidades católicas de Quito y Guayaquil habían informado que nunca concedieron título académico alguno a Delgado? Patiño quiere hacer un juego imposible con este caso: mostrar que se trata de una prueba más donde la revolución muestra su transparencia. Su grandilocuencia sobra. Ya Simón Espinosa, en la columna Windows de este sábado, preguntaba entonces qué pasa con la narcovalija. ¿Qué conductas no tolera y cuáles sí? ¿Cuándo la revolucion se vuelve impoluta?

El caso Delgado reivindica a la prensa frente al Gobierno. En su profundo malestar, el presidente dijo el sábado que el primo había dado carroña a los buitres. Claro que da gusto solazarse con este caso dada la gigantesca, inconmensurable, prepotencia del presidente para desvirtuarlo. Día durísimo para la revolución porque muchos podrán pensar ahora que a la prensa independiente hay que tomarle en serio, que vuelve a ser un actor con credibilidad al mostrar que no todo en ella es corrupción y mentira. Al contrario, cuando se hacen tantos esfuerzos por proteger a un pariente, cuando se pone todo el capital político a favor de un funcionario cuya trayectoria empezaba a mostrar sospechas tan evidentes de incorrección, cuando todo la plana mayor de la revolución ciudadana lo homenajea en un acto de reivindicación pública, entonces hay razones para pensar en la urgencia de invertir las miradas.

lalineadefuego
lalineadefuego
PENSAMIENTO CRÍTICO
- Advertisement -spot_img

Más artículos

1 COMENTARIO

  1. No reivindica a la prensa. Porque si bien es verdad el análisis de Burbano, respecto de las inconsistencias del gobierno, si bien es cierto que la prensa llamada independiente denunción el hecho bochornosos, no por eso deja, esa prensa, no sé si toda, de ser lo que dice Correa: corrupta. Claro, pues, toda la información, los comentarios de opinión, etc., siempre alineados con los grandes poderes internacionales. Quién no sabe que son obsecuentes con las políticas de Washington y sus aliados, por sólo señalar una parte del panorama.

Deja un comentario

- Advertisement -spot_img

Lo más reciente