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martes, noviembre 5, 2024

La Ruta de la Exigencia, una demanda ciudadana por los desaparecidos

Por Rommel Aquieta Núñez*

El pasado 19 de diciembre en Ecuador, se cumplieron dos años de haberse aprobado la Ley Orgánica de Actuación en casos de Personas Desaparecidas y Extraviadas, pero la misma no se ha podido implementar como tal en el país. Ante la falta de respuesta del Estado, la presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador, Lidia Rueda, anunció que este lunes 20 de diciembre inician la Ruta de la Exigencia.

La Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec) y la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh), señalaron que la Ruta de la Exigencia tendrá la duración de un día y recorrerá siete instituciones del Estado con el objetivo claro de exigir la implementación de una ley que se convirtió en letra muerta.

“Buscamos que el Estado responda por las desapariciones e implemente la ley de las personas desaparecidas que lleva dos años sin ejecutarse, ya que esta permitirá que se realice de mejor manera las investigaciones y que nuestros seres queridos sean encontrados. Los queremos de vuelta, los queremos de nuevo con nosotros a nuestro lado”, explica Rueda.

La Ruta de la Exigencia es un recorrido por las siguientes instituciones públicas: Ministerio de Salud y Ministerio de Inclusión Económica y Social, Ministerio de Gobierno, Fiscalía General del Estado, Secretaría de Derechos Humanos, Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses y la Dirección Nacional de Investigación de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Secuestro y Extorsión,

En Ecuador, las estadísticas sobre los desaparecidos son inciertas. Las instituciones que forman parte del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, Extraviadas y Respuesta a las Víctimas Indirectas, no han podido consolidar un trabajo conjunto y articulado. “No se ha logrado una cooperación interinstitucional, cada institución maneja estadísticas distintas”, comenta Dayuma Amores, asesora jurídica de Inredh. Es precisamente a este conjunto de instituciones que la Ruta de la Exigencia busca reclamar el cumplimiento de las obligaciones que la ley les atribuye, para que desde allí se generen acciones necesarias y urgentes en pro de los derechos de las personas desaparecidas.

Según datos expuestos por Asfadec, se han registrado 1392 desapariciones hasta 2019 en el país. A estos se sumaron 227 casos más entre 2020 y 2021 (con corte a octubre). El total de denuncias de personas desaparecidas, según datos del Ministerio de Gobierno, asciende 6456 casos. El 52% son desapariciones de niñas, niños y adolescentes, el 41% de personas adultas y el 6% de personas de tercera edad. Las provincias con mayor índice de desaparecidos en Ecuador son Pichincha y Guayas. “Hay que entender que más que números, estas son personas, rostros, historias, familias y amigos que no descansarán hasta encontrarlos. La desaparición en el país continua y el Estado no tiene una respuesta eficiente”, mencionó Amores.

Cada día desaparecen más personas en Ecuador y Asfadec e Inredh, han asumido un objetivo claro respecto a esta realidad tan cotidiana: denunciar, sensibilizar y exigir una respuesta ante esta problemática social a la cual el Estado no le ha brindado atención oportuna. La ruta arrancará este día en la plataforma gubernamental sur, sede del Ministerio de Salud y el Ministerio de Inclusión Económica y Social y termina en la Dinased, a las 17h00, espacios donde esperan contar con la participación solidaria de la la sociedad. Rueda reconoce que es precisamente hacia allá donde apunta Asfadec, “a la solidaridad del pueblo, a la solidaridad de todos. Porque ahora somos nosotros, pero mañana puede ser cualquiera”.

Ruta de la exigencia que llevarán adelante, hoy, las y los familiares de las personas desaparecidas en el Ecuador. GRÁFICO: Inredh

Para ella y muchos familiares de desaparecidos la asociación y su lucha incansable se convirtió en una familia. Una familia a la que ni siquiera una pandemia pudo detener. En 2020, ni el covid-19 menguó los esfuerzos de este grupo de personas dispuestas a todo por encontrar a sus familiares. “Salimos y expusimos nuestras vidas, por teletrabajo nunca iban a encontrarlos”, cuenta Rueda. En marzo de 2021, Asfadec e Inredh comenzaron la primera Caravana por las personas desaparecidas y encontradas sin vida en Ecuador, que tuvo como objetivo central exigir a la Fiscalía General del Estado y a sus delegaciones provinciales, eficiencia en los procesos de investigación. Además, la caravana compartió con toda la sociedad a nivel nacional un proceso de sensibilización acerca de la problemática sobre los desaparecidos. “No hemos parado. Esperamos que la ley deje de ser letra muerta, que exista un verdadero trabajo integrado entre instituciones primarias y secundarias. Lo que más esperamos es encontrar la verdad y encontrar a nuestros seres queridos”.

Tener un familiar desaparecido sin duda alguna vuelve vulnerable a cualquier ser humano. Su salud mental y física se ve severamente afectada. “Estamos en una agonía lenta, en una agonía que no termina, no sabemos si dormimos o no. A veces pensamos que simplemente fue una pesadilla. Pero llega la luz del día y lo que vivimos es una realidad, una que nos está matando, por eso tenemos que volver a insistir”, comenta Rueda.

Maribel Angulo, madre de Álvaro Nazareno -desaparecido el 14 de marzo de 2011, dentro del área de emergencia del Hospital Eugenio Espejo- y parte del grupo de voceros de la Ruta de la Exigencia, comenta con indignación y dolor, que tener un familiar desaparecido no es nada fácil. “Duele el alma, pero más duele que al gobierno le importe muy poco el dolor de nosotros como familiares. Nos ha dado la espalda y nos sigue dando la espalda, nos cierran las plazas para que no hagamos plantones. Eso es lo que duele, esa indolencia del gobierno y claro no son sus familiares, no son sus hijos”.

Para esta mujer que lleva buscando a su hijo por más de 10 años, duele también la poca experiencia de los agentes para investigar los casos. Ella al igual que Lidia Rueda, exigen que los funcionarios públicos se preparen de mejor manera. Ambas comentan que los profesionales dentro del campo de las investigaciones sobre desaparecidos deben capacitarse mejor, especialmente los fiscales y agentes de investigación. Insisten además en que hay una nula respuesta por parte del Estado, ya que los fiscales y agentes se cambian constantemente y de esa manera es muy complicado que puedan recibir una atención pronta y eficiente como la que sus casos ameritan.

Maribel reclama de los funcionarios una mayor voluntad. Para ella es importante que todos los actores que intervienen en estos casos asuman que puede ser un familiar suyo y que no quieren que eso les pase. “Son indolentes, van y hacen su trabajo y a veces no tienen ni idea por dónde empezar a investigar. A mí me han preguntado, ¿señora y qué más podemos hacer? Esto no puede ser así”. La Ley Orgánica de Actuación en casos de Personas Desaparecidas y Extraviadas, señala en su artículo 8, con respecto a la coordinación estatal, que esta tiene dentro de sus objetivos, capacitar de forma continua, especializada y actualizada a los servidores públicos en procedimientos de investigación, búsqueda y localización. Además de coordinar acciones entre todas las instituciones que formen parte del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, Extraviadas y Respuesta a las Víctimas Indirectas, lo cual desde las experiencias de los familiares de personas desaparecidas -como en el caso de Maribel- poco o nada ha sido efectivo y real.

El Reglamento general de aplicación a la Ley Orgánica de Actuación en casos de Personas Desaparecidas y Extraviadas, en su artículo 8, señala que el Ministerio de Salud será el encargado de brindar atención médica y psicológica tanto a las personas localizadas como a las víctimas indirectas (familiares), a través de atención terapéutica y acompañamiento de personal especializado. La Ruta de la Exigencia arranca precisamente en el Ministerio de Salud Pública para exigir estos derechos. “Nosotros vamos enfermando, nuestra vida se va a acabando. Necesitamos que se nos atiendan, tanto en nuestra salud física y mental. Queremos estar sanos para poder seguir buscándolos, queremos estar sanos para no olvidarlos”, pide Rueda.

“Pido encarecidamente a las personas que se solidaricen con nosotros para en esta Ruta de la Exigencia, recordarle al gobierno que estamos aquí, que somos familiares que llevan este dolor, que la herida está abierta y que no pueden mirar para otro lado”.

La Ruta de la Exigencia es un recordatorio para el gobierno y sus instituciones, un llamado de atención urgente para que tenga claro que los familiares de las personas desaparecidas siguen de pie y seguirán luchando hasta encontrar a sus seres queridos, porque como dice una de sus consignas, “por ellos nadie se cansa”.

 

“Pido encarecidamente a las personas que se solidaricen con nosotros para en esta Ruta de la Exigencia, recordarle al gobierno que estamos aquí, que somos familiares que llevan este dolor, que la herida está abierta y que no pueden mirar para otro lado”.

–Lidia Rueda


*Rommel Aquieta Núñez, papá y lector de tiempo completo. Comunicador social, periodista e investigador independiente en temas de memoria política. Magíster en comunicación mención en visualidad y diversidades.

GRÁFICOS: Inredh


 

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