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sábado, noviembre 16, 2024

LAS MOVILIZACIONES POLÍTICAS Werner Vásquez

LAS MOVILIZACIONES POLÍTICAS
Werner Vásquez Von Schoettler. El Telegrafo <www.telegrafo.com.ec>

Para marzo se anuncian varias movilizaciones exigiendo una serie de cambios al régimen. Llama la atención que tanto las derechas como algunas de las izquierdas se convocan, por coincidencia o no, en un mismo tiempo político, el de las próximas elecciones, y esto no tiene nada de criticable, si los motivos son explícitos y no se esconden en supuestas morales superiores.

Por el lado de las derechas están impulsando una campaña por la denominada libertad de expresión que se reduce a mantener ciertos privilegios comunicacionales que la mayoría de los ecuatorianos jamás podríamos imaginarnos tener a la mano. Ya circulan correos electrónicos llamando a la movilización para el 8 de marzo, que de fondo buscan más sensibilizar a las fuerzas del orden que a la sociedad civil.

Y esta sensibilización, soterrada, esconde de fondo un solo pedido y anhelo, el que las Fuerzas Armadas intervengan en defensa de su versión de democracia; una democracia tutelada, ultrarrepresentativa y marginal para la mayoría de la población, sin querer decir que actualmente hayamos alcanzado una democracia directa, participativa; es claro que aún falta mucho, sobre todo en el desarrollo de las organizaciones populares y campesinas.

Por otro lado, la Conaie y la Ecuarunari convocan, para esa misma fecha, una serie de movilizaciones que claramente son políticas y deben ser de carácter político, porque ese es el fin de las organizaciones sociales.

Ahora, la asociación de las organizaciones indígenas con partidos políticos como el MPD poco le contribuyen a clarificar su horizonte político e ideológico. Ese tipo de partidos estalinistas poco nutren al debate ideológico por una democracia radical en el país.

Sus discursos partidistas insisten en el anti-todo, en un círculo vicioso y dogmático, con el cual las organizaciones indígenas corren riesgo de alto contagio.

Nadie puede negar que el movimiento indígena siga en crisis, pero, quizás, lo peor es culpar de sus males a los regímenes de turno, esa es una salida facilista que denota las debilidades en los mecanismos de autocrítica de la dirigencia y el abandono en sectores de las organizaciones de base.

Basta recorrer la provincia de Chimborazo para constatar el alejamiento entre las dirigencias y las organizaciones de base.
Las organizaciones indígenas requieren un fuerte pragmatismo en su ideario de lucha y contener visiones culturalistas e identitarias que ya se materializaron en reivindicaciones de derechos de primera, segunda y tercera generación.

Es digno que exijan la aprobación de una Ley de Aguas, como exigir una reforma agraria profunda, pero es evidente que todavía dudan el camino a seguir y peligrosos asesoramientos no hacen más que poner en riesgo  la lucha social por el reconocimiento de las organizaciones populares.

Hay que tener mucho cuidado con asumir una agenda externa y extraña a su naturaleza política.

lalineadefuego
lalineadefuego
PENSAMIENTO CRÍTICO
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1 COMENTARIO

  1. Para responder a la inquietud que aqueja a Werner Vásquez Von Schoettler, quizá sea necesario recordar algo que muchos tenemos siempre presente, que toda acción es en el fondo política, aunque no sea necesariamente de la tendencia que quisiéramos (la nuestra o la de los jefes), igualmente, que lo que para unos es “bueno”, para otros puede ser “malo” o, peor, “indiferente”. Lo que es un hecho es que siempres son la reacción de los sectores populares, a veces, a través de sus organismos de dirección o de representación, según sea el caso, como en los que menciona, otras por propia iniciativa, rebasan la inercia de esas direcciones.
    ¡Que problema que estemos en una época electoral! ¿Podemos creer que por eso, esas masas, con o sin directivos, deban desmovilizarse y esperar? creo que es demasiado pedir a la necesidad.

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