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domingo, noviembre 24, 2024

Las nuevas derechas, una doctrina consensualista

Por Andrés Gómez*

Los progresismos en América Latina reivindicaron el rol del Estado en el aspecto de redistribución de la riqueza con programas de inclusión socioeconómico y política en los que se logró un avance en el acceso a vivienda, trabajo, salud, educación en todos los niveles de la sociedad; en especial de las más vulnerables.

Pero a inicios de la segunda década del 2000 se viven momentos en el que las “nuevas derechas” a nivel latinoamericano han evolucionado y tienen un ascenso no solo como fuerzas políticas, sino también de actores políticos que nacen de las últimas crisis de los gobiernos progresistas. Una de las causas de estas crisis en los progresismos es la capacidad de las “nuevas derechas” de insertarse en la escena pública, que contrario a épocas pasadas sus métodos de irrupción en la política eran los golpes de Estado y aunque cada país tiene su particularidad, es generalizado los discursos de esta con una carga profunda de neoliberalismo.

El concepto de “derechas” requiere un análisis, no solo desde la teoría, aunque este concepto involucra hechos históricos, conflictos reales, diversos y cambiantes. Es necesario mirar las relaciones de las doctrinas de “las nuevas derechas” en los movimientos sociales y políticos. No se lograría una verdadera comprensión de sus doctrinas, sino es desde su praxis y contraposiciones que se dan mientras estos se desarrollan y conviven con la sociedad.

En primer lugar, los discursos de las “nuevas derechas” contienen rasgos característicos de la vieja política, sobre todo en sus estructuras partidistas; patriarcales y conservadoras. Sus lineamientos están basados en mantener el statu quo. Lo nuevo está en que se han ido nutriendo de diferentes actores de la sociedad civil (empresarial) que aportaron con cuadros técnicos y dirigentes políticos. Es en este momento en el que evoluciona el discurso derechista, que empieza por incluir la modernización, la transparencia y la eficacia.

Y en segundo lugar son las estrategias, por ejemplo, el discurso de paz, una sociedad no conflictiva que asegure el orden, lo que deriva en discursos de seguridad nacional, propios en estigmatizar a algunos sectores como los migrantes, indígenas, etc. Se definen como democráticos porque sus líderes actuales no han sido parte de los gobiernos autoritarios. No nos vayamos muy lejos, los partidos de derecha más visibles en Ecuador son CREO y el Partido Social Cristiano (PSC), ambos destacan la importancia del acceso a la educación, salud y hasta consideran mantener algunas políticas sociales de la revolución ciudadana.

La evolución de su discurso radica en que se ven obligados a plantear políticas de inclusión social. Cabe recalcar que la dicotomía entre pueblo u oligarquía, gobiernos populistas versus los sectores de élites, conservadoras y liberales siempre ha existido y no han dejado de estar, pero esta división como ya lo vimos con anterioridad ya no cabe para entender las lógicas de la nueva configuración del eje político y sus conflictos actuales.

“El concepto de “derechas” requiere un análisis, no solo desde la teoría, aunque este concepto involucra hechos históricos, conflictos reales, diversos y cambiantes. Es necesario mirar las relaciones de las doctrinas de “las nuevas derechas” en los movimientos sociales y políticos. No se lograría una verdadera comprensión de sus doctrinas, sino es desde su praxis y contraposiciones que se dan mientras estos se desarrollan y conviven con la sociedad”.


* Estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad Central del Ecuador.


La Línea de FuegoFotografía: Cuenta personal de Twitter de Guillermo Lasso.  

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