Si los contenidos son marginales al discurso, la grandilocuente “revolución” no gana cohesión ni perspectiva, genera contradicciones de forma y contenido, la concepción se ausenta y aparecen conflictos entre propósitos y realidad. En esta situación electoral, en todos los frentes se replican las formas burguesas de hacer política, se observan los mismos esquemas de gobernabilidad vieja, recreados, sustanciados, verticalizados desde una concepción de clase y de poder. La creación colectiva social por ejemplo no existe, vuelve al canto el “rol” mágico del líder encantador que hace bailar serpientes, con toque de modernidad en el artificio del tecnócrata diseñador que produce encuestas, estrategias de marketing o polvorines para mejorar la imagen de ensueño.
Evaluemos, en nuestro país, un mismo actor martilla y martiriza audiencias, emite frases que no educan, lexemas que no organizan y monta escenarios de monologo cansino. Siete años, ya son más que suficientes, la efectividad del target político con tal magnitud ya se resiste y sus triunfos electorales, son solo premios extendidos a la paciencia de los convidados a la cosa democrática. Los “ideólogos” del gobierno no pudiendo patentar su estrategia atónitos y sorprendidos miran como en la vereda de al frente asoma una versión copiada, pero corregida y aumentada con mayor definición conceptual e ideológica, (derecha que no se niega es coherencia que se expresa). Rodas, con las mismas herramientas en el juego del poder: procesamiento de encuestas como impulsor de decisiones (sicología burguesa) uso calibrado del marketing y presencia de académico bien peinado, le da al régimen con su misma medicina.
Pero el triunfo es producto de lo fácilmente advertible, de lo corregible y es discurso con pausa, interlocución que desplaza al monologo, respeto formal (muy liberal) al pensamiento diferente (formalidad elegante que se romperá cuando sea menester) y sobre todo corrigiendo la manía de hablar del pasado , con la neurótica actitud de siempre buscar culpables . Técnicamente Rodas proyecta asertividad, pero su impetuoso primer triunfo electoral, nace con los mismos imaginarios que popularizaron al entonces juvenil y con más pelo presidente Correa.
Rodas liberal confeso sabe además que lo nuevo no debe negar lo viejo y reconoce que incluso la vieja derecha (PSC) se ha modernizado (Guayaquil, Machala) y entonces la juventud suma en su apuesta inspirada en Descartes y Montesquieu para ir a la reconstitución de la derecha vieja que será la nueva porque la derecha nueva (RC) envejeció. La derecha clásica calcula; Rodas, llegará limpio, del trabajo sucio se encargaron ya sus predecesores, no necesitará mas instrumentos legales represivos, la llamada revolución ciudadana le ha diseñado un estado moderno y disciplinado, sin huelgas ni anarquía. El gobierno le hizo la tarea a la derecha liberal, barrió el ambiente sindical, prohibió las insurrecciones, los paros cantonales, el cierre de carreteras, ofertó a diestra y siniestra la cárcel, condeno a la juventud rebelde, agredió a la naturaleza y a la naturaleza de la mujer…entonces la derecha vieja pide su espacio en la democracia que le pertenece porque el estado burgués continua intacto y dice….ahora nos toca…empieza
Podría ser que por los resultados, lo ocurrido sea también un castigo a la derechización del gobierno, en fin de cuentas el pueblo identifica autenticidad y le es más confiable la derecha sincera a la farsa, la confrontación fratricida y abusiva contra la izquierda y los movimientos sociales, rompió lo que hubiese significado una alianza , Pero el gobierno pretendiendo la usurpación total y monopólica , expulso a la izquierda de todo espacio de diálogo y concertación “que se vayan…que les vaya bonito” Cuando Lenin Moreno en la Asamblea llamo a reconstituir la unidad de la izquierda el presidente le dijo no Lenin…ellos están fuera. El primero de mayo en Quito 2013 Correa dijo, el problema no es la derecha ni la partidocracia ya lo hemos derrotado el problema son la izquierda boba los izquierdistas ecologistas infantiles y el palo continuo.
El código penal integral, pretendiendo ser un tranquilizante para lo más rancio del pensamiento conservador resultó estar a la medida de los sueños de la derecha y la jerarquía eclesiástica algo se complació con el tema de la prohibición del aborto en mujeres violadas. El asunto Yasuní, minero y la ronda petrolera en la plataforma desarrollista, más que provocar la aceptación de la burguesía al acto generoso, despertó la ambición natural y de clase. Concomitantemente en el mismo ritmo se cometieron errores impensados como escatológicos que repugnaron a la izquierda, a la derecha y hasta a sus propios coidearios, como fue el castigo al caricaturista y el maltrato a un cantante libertario. La maldad contra los pobres en Monte Sinaí.
Cuando la derecha pelea entre si, la izquierda tiene derecho al festejo discreto, porque se abre el panorama y puede mas allá del fenómeno electoral, encontrar sus audiencias en los trabajadores y el pueblo, junto ellos, no sobre ellos como promueve el régimen. La izquierda revolucionaria también debe repensarse y recuperar lo mejor del pasamiento marxista libertario para soñar y construir un sociedad justa, democrática y libre, una sociedad socialista no autoritaria que corrija los errores del pasado y proyecte al fin de la explotación de clases y del estado.
Una sola perspectiva moral tiene la izquierda: luchar por la equidad, la libertad y la justicia. Si la remesón al interior de PAIS provoca acercamientos de la base creyente con la izquierda, la generosidad no debe escasear, pero todo dialogo debe empujar a poner fin al modelo represivo y liquidador que impera, al modelo personalista y caudillismo, al modelo anti obrero, panóptico y negador de la libertad. Por ahora lo que se observa es una conducta onanista y autocomplaciente de creer que la Patria avanza y de creer que Avanza es la izquierda. O que el partido socialista pueda seguir llamándose tal desestimando a intelectuales de la talla de Enrique Ayala, Diego Delgado, o Germán Rodas para acoger en su seno a Valerio Estacio.
Ahora a seguir analizando, por lo pronto ya cambio el panorama político y la tendencia monopartidista se rompió en la pluralidad diversa y compleja que con enfoque local asesta otro golpe al centro estatismo.