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viernes, noviembre 22, 2024

Lidia Rueda: “No los buscan porque el desaparecido no da coima, no da sobornos, no se presta a la corrupción”

Redacción Línea de Fuego

Entre el 2015 y 2018, la Fiscalía reportó un aproximado de 42.953 personas como desaparecidas . Esta cifra equivale a la población total de cantones como Naranjito, Baba, Tosagua, Pedro Moncayo o Santiago de Píllaro. Hay tanta gente desaparecida en Ecuador como la población de una de las ciudades señaladas.

El tema está en la agenda pública desde mucho antes. En 2012, por iniciativa ciudadana y por la lucha de Walter Garzón, surgió la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec). Un año después, tras una reunión con Rafael Correa, entonces Presidente de la República, se creó la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (Dinased) y la Unidad Especializada de Investigación de Personas Desaparecidas de la Fiscalía General del Estado (FGE). Además se impulsaron acciones como la no prescripción de la investigación por desaparición y el Sistema de Recompensas 1800 Delito, a través del cual se difundían en los medios las fotografías de los desaparecidos y se ofrecía recompensas. 

Pero el hecho de que las desapariciones continúen y que tampoco se resuelvan muchos de los casos, plantea la necesidad de que se insista con urgencia sobre este asunto ante los actores políticos del país. ¿Qué se ha dicho en la actual campaña electoral sobre este problema? 

Para Lidia Rueda, presidenta de Asfadec, pese a la magnitud del problema, ninguno de los 16 candidatos presidenciales tiene un planteamiento al respecto.

De enero a mayo de 2020, se registraron 2.187 denuncias de desapariciones. De ellas, 100 están en investigación. Es decir que 20 personas desaparecen involuntariamente cada mes. ¿Cómo está la situación de las y los desaparecidos en el Ecuador a día de hoy? 

Es triste decirlo pero hasta junio de 2020 había 100 casos en investigación de los más de dos mil reportados. ¿Se siguen investigando los mismos casos? ¿Hay nuevos casos? Es una tomadura de pelo, porque para nosotros los casos siguen aumentando. Nos quedamos siempre con la inquietud de qué es lo que está pasando. 

No olvidemos que entre octubre y diciembre se incrementaron los desaparecidos, especialmente menores de edad, por lo que interviene la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), una institución a la que le falta eficacia. Parece que les solo les falta decir: “Cuándo usted sepa dónde está, nos llama”. Eso no es investigación. 

¿No hay las respuestas adecuadas?

No. Por ejemplo, Martha Andrade, de 68 años de edad, con Alzheimer y diabetes, desapareció el 27 de diciembre, pero el video de 30 minutos que da una pista sobre ella, lo consiguió la familia. Para sus parientes esto es doloroso, porque además deben dejar todo para volverse investigadores. No somos expertos, solo sentimos amor por nuestros desaparecidos. 

De los 40 mil casos de desaparecidos reportados, ¿cuántos se están investigando? 

Cuando los familiares nos llaman es porque la angustia sigue creciendo. Les pedimos que nos llamen pronto porque mientras más rápido se hace la difusión es mejor. Asfadec no cobra nada por eso. Pero a veces a los familiares les dicen que no busquen nuestro apoyo ni que se aparezcan en los plantones, porque somos enemigos del gobierno.

¿De todos los gobiernos?

Asfadec no es enemigo de nadie. A la Dinasec y a la Fiscalía les preguntamos: ¿Por qué nos miran como enemigos? Por lo menos ahora, desde el 21 de junio de 2020, se tiene la Ley Orgánica de Investigación, Búsqueda y Localización de Personas Desaparecidas. 

Asfadec no es enemigo de nadie. A la Dinasec y a la Fiscalía les preguntamos: ¿Por qué nos miran como enemigos? Por lo menos ahora, desde el 21 de junio de 2020, se tiene la Ley Orgánica de Investigación, Búsqueda y Localización de Personas Desaparecidas. 

Como señala, ya está aprobada la Ley. ¿Qué hace falta?

Nos dicen que no hay presupuesto. Además, no hay conocimiento académico ni capacitación para utilizar las herramientas informáticas y tecnológicas. ¿Para qué se preparan los profesionales y para qué tenemos universidades, si van a poner al frente a alguien que ni siquiera terminó la primaria? No menospreciamos a las personas, pero para luchar contra este enemigo necesitamos gente especializada y capacitada. Hemos avanzado mucho en tecnología, pero para buscar a desaparecidos no se la utiliza. 

Por ejemplo, en el caso de Camilo Tobar, cambiaron el agente experto en desapariciones por un experto en tránsito. Hay pericias que no se hacen y hacen constar como realizadas. Además tienen demasiada carga: hay miles de desaparecidos y solo cuatro fiscales, de los cuales, uno es de violencia de género a escala nacional.  

Cuando nos reunimos con Correa, en 2015, Alexandra Córdova planteó el caso de David Romo y todos sabemos lo que hicieron con esa madre. No han hecho la reconstrucción de los hechos ni el rastreo de última llamada de David. Seguimos padeciendo la ineficiencia de un sistema de justicia injusto.

Lidia Rueda, presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador. FOTO: desaparecidosecuador.com

¿No han cambiado las políticas públicas sobre este tema?

Desde 2012 hemos conseguido bastante en política pública. Ya tenemos la ley y se sanciona la desaparición de una persona. Hemos estado junto a la Comisión Ocasional de Desaparecidos y se logró la aprobación de la Ley Orgánica de Actuación para Personas Desaparecidas y Extraviadas, en ella se establecía un plazo de 120 días para la elaboración del reglamento, pero se tomaron diez meses. El reglamento todavía es inconcluso. 

En 2013 nos reunimos con Correa y él nos ofreció mucho, pero de ahí no pasa nada. Desde el mismo Gabinete del expresidente nos llamaron y nos preguntaron qué pasa. En los mandos medios, entre el Presidente y nosotros, hay alguien que no quiere que se sepa lo que está pasando.

¿Con Moreno, en estos casi cuatro años de mandato, han tenido alguna reunión? 

No. Ninguna.  

¿Qué esperan del próximo Presidente o Presidenta del Ecuador? 

Nos asombra que de 16 candidatos presidenciales ninguno se pronuncie por este tema. El único del que hemos escuchado algo, aunque de manera superficial, es Gustavo Larrea, pues se centra más en la violencia de género. La candidata Ximena Peña tampoco aborda con profundidad este aspecto. No entendemos esta actitud por qué los casos (de desapariciones) son cada vez más cruentos. 

Tuvimos la llamada del equipo del candidato Andrés Aráuz, pero le respondimos que no, porque nuestros estatutos dicen que somos apolíticos. Buscaremos una reunión con quien gane las elecciones, porque deben entender que Ecuador no está completo.  

¿Qué pedirle al nuevo Presidente o Presidenta sobre este preocupante tema? 

No esperar más, que se preocupe y que haga campaña de prevención. Todos los miércoles tenemos que reunirnos en la Plaza Grande para exigir, cuando todos tenemos que trabajar. Queremos tener paz y ser personas productivas. Es necesario compadecerse del dolor de los familiares de los desaparecidos, que en la búsqueda de justicia terminan precarizándose. Por buscar justicia, dejamos de hacer muchas cosas. 

Necesitamos voluntad política y que el Presidente no se deje sorprender de funcionarios corruptos. Claro, quizás no los buscan porque el desaparecido no da coima, no da sobornos, no se presta a la corrupción. Por eso, pedimos a los 16 candidatos que escuchen la voz de los desaparecidos. Ellos no están, pero nosotros somos su voz. 

¿Cómo afecta al desarrollo de una sociedad tener tantos desaparecidos? 

Primero, irradia una imagen de un país sin ley y desprotegido. La Constitución es clara y dice que el Estado debe proteger la vida de sus ciudadanos, pero no ha cuidado la vida de las chicas argentinas (Montañita), ni de la joven en Santa Elena encontrada en un reservorio de agua. ¿Qué está pasando en el país? 

Hemos perdido los valores. Debemos hacer conciencia y esperamos un mea culpa de los Presidentes que vienen con discursos fáciles y se olvidan que deben cumplir con la Constitución y la Ley. Le pedimos a la sociedad que sea solidaria y que no cierre los ojos ante lo que está sucediendo: la desaparición de personas es muy grave porque no sabemos qué está detrás de esto. Hay organizaciones criminales que no se compadecen con la vida de nadie. 

¿Cuál es el apoyo que tienen los familiares de los desaparecidos? ¿Hay algún tipo de sostenimiento?

No lo hay. Solamente cuando nos iba a recibir el expresidente Rafael Correa se activaban los ministerios de Inclusión Económica y Social (MIES) y de Salud Pública (MSP). Visitaban a los familiares, pero llevaban un documento en el que nos hacían firmar para decir que sí nos atendieron. Ni siquiera nos dieron la ayuda de un psicólogo y, por supuesto, que necesitamos. 

Pedimos a los 16 candidatos que escuchen la voz de los desaparecidos. Ellos no están, pero nosotros somos su voz. 

–Lidia Rueda, presidenta Asfadec

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