El Telegrafo <www.telegrafo.com.ec>
10 diciembre 2012
La la campaña pre-electoral va tomando fuerza y se hacen presentes los manifiestos de apoyo a las diferentes candidaturas presidenciales. Estos manifiestos tienen especial relevancia porque de muchas maneras expresan lo que los grupos y círculos cercanos a los candidatos sienten o piensan de los mismos. Hace unos días circuló uno en apoyo al candidato de la “Coordinadora de las Izquierdas”, en el cual a pesar de tener como convocantes a respetables intelectuales de distintos campos, no deja de sorprender lo generalista del ideario que los acompaña.
Arrancando por titular al actual régimen como “neopopulismo autoritario”, lo cual desde hace buenos años requiere y se exige explicaciones, porque resulta que de la manera más rápida y poco reflexiva se usa el término populismo o neopopulismo para desacreditar a cualquier proyecto, cosa que no contribuye a fortalecer la izquierda y la necesidad de su renovación, incluso en los ámbitos más “radicales”. La propia idea de lo popular debe ser reflexiva en todo sentido para que no quede cercada a las viejas y vacías consignas de la otrora izquierda maoísta, que en caso del Ecuador, poco consecuente ha sido con el pensamiento maoísta-campesino. Después, llama la atención que en la “izquierda radical”, ésta se centre en invocar “los principios del Derecho” y de los “Derechos Humanos”, ya que en la fuerte discusión del descolonizar el pensamiento y la acción colectiva, esos derechos han sido cuestionados por su fundamento eurocentrista que aún reproduce un visión neocolonial y de colonialismo interno que hace uso del Estado republicano y liberal para mantener a los pueblos bajo sometimiento no solo económico, sino cultural, epistemológico, etc., etc.
Y sigue el Manifiesto con la invocación a configurar definitivamente un “Estado plurinacional”, consigna digna y relevante; pero no queda claro qué están entendiendo por aquello. Se podría refutar que como es un Manifiesto no alcanza para explicarlo todo, pero he ahí que es el lugar preciso para hacer explícito lo substancial de una postura y la defensa de una candidatura. Del Estado plurinacional y los siguientes cinco puntos, se transita desde una “genuina reforma agraria”, -cuando lo que se requiere es una transformación (revolución) radical del sistema agrario- como lo dice en una reciente entrevista Liisa North, hasta la “plena autonomía de la Casa de la Cultura”, etc., etc.
Todas las izquierdas deben ser fortalecidas en sus gamas y signaturas frente a una derecha que en unos años volverá a tomar fuerza ideológica, cuando sectores de la clase media sigan fortaleciéndose y reduzcan sus deseos de cambios y nuevos órdenes. Estos Manifiestos, delatan la falta de renovación ideológica y política, como de cambio generacional en ciertos grupos, de quienes se consideran los intelectuales orgánicos de un proyecto radical. Mal que aqueja a todas las izquierdas desde hace cuarenta años. ¿Será que la radicalidad implica anquilosamiento ideológico? Claro que no.
