Anuncian que por motivos ajenos al derecho, pero ligados al izquierdo que vista y calza nuestro jefe máximo, deciden en pleno uso de sus facultades íntegramente democráticas:
Despachar a unos cuatro partidos de los registros electorales y demás, puesto que hemos observado que no han logrado el mínimo requerido para pasar de año. ¡Quedados se ha dicho!, y sin derecho a supletorio. Al PRE y al PRIAN se los borra por ser una ofensa a la estética, y porque cuatro es mejor que dos, de esta manera nos ahorramos el sentido de “dedicatoria”. Al MPD y a Ruptura de los 25 se les dice en buen romance muchas gracias, porque realmente nos caen mal. Los unos protestan por todo y los otros protestan por nada.
Además existen incongruencias en sus siglas, puesto que: MPD altera el orden cronológico del abecedario. Lo correcto y sensato y apegado a la gramática sería llamarse DMP. Además el azul con naranja de sus colores no combinan, causando calambre al ojo educado de otros colores más aptos para el consumo visual, como el verde no tan oscuro. En cuanto a los Ruptura de los 25, señalamos que el 25 tiene un dígito al final que puede causar confusión en el electorado de la 35, lo que, obviamente, beneficiaría a los de menor votación.
Asimismo, el 25 puede ser múltiplo de 5, que es lo mínimo requerido en tanto por ciento multiplicado por dos, pero eso ni le dá ni le quita en términos aritméticos. En consecuencia, las matemáticas de ese movimiento no son consecuentes con su ideología de perdedores a tiempo parcial. Por eso no llegan a partido, porque para ser el mismo hay que saber repartir, y francamente, repartir no es lo mismo que rupturir. Los únicos que saben de rupturas son los que suscriben, por lo tanto, y en gracia de que somos mayoría, decretamos la rupturación de estos partidos y movimientos.
Para concluir, y conforme a las disposiciones dictadas por las altas esferas, este ente sumamente democrático, altivo y soberano, en aras de la paz pública y por el sentido patriótico que nos caracteriza, raya con una X grandota a estos sujetos políticos, con el fin de que no se vuelvan predicados, y se olviden de accionar el verbo protestar y el sustantivo criticar. Punto y final y ya dijimos. Otra vez punto.
[…] Fuente: lalineadefuego.info […]